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La Xunta de Galicia defiende que puede llegar a 785 camas para críticos, pero no están todas disponibles porque se ocupan para cirugías

Galicia es la comunidad con más ingresos en UCI por coronavirus en los últimos siete días: 125. La cifra de pacientes en estas unidades es la más alta de toda la pandemia. Algunos servicios han empezado a colapsarse y hay 228 camas de críticos ocupadas de las 284 en funcionamiento en esos momentos, de acuerdo con la última actualización de casos del Servizo Galego de Saúde (Sergas). Su gerente, José Flores, insiste, ante esta situación, en que el sistema sanitario gallego puede alcanzar 785 camas para los enfermos más graves y que, si no hay más disponibles ahora, es porque se ocupan para otras funciones, como atender a personas que se han sometido a una cirugía.

Esa cifra próxima a las 800 camas de UCI resulta de sumar plazas que no están aún preparadas para acoger a pacientes críticos y las que puede aportar la sanidad privada, que no ha sido intervenida por el Gobierno gallego. Es el dato que Galicia traslada al Ministerio de Sanidad y sobre el cual se calcula el porcentaje de ocupación que suele ofrecer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cuando habla sobre el tema. El más reciente es del 29,29%, frente al 80% que se obtiene si se hace el cálculo sobre las menos de 300 camas que están disponibles ahora mismo.

Flores admite, en una entrevista con Europa Press, que la situación es “preocupante” en Galicia. La presión hospitalaria le hace temer en especial por el área sanitaria de A Coruña. Es “quizás la más comprometida”, dice. No obstante, es la de Ferrol la que ha tenido que recurrir primero a trasladar enfermos en estado crítico a otros hospitales ante la previsión de que se iba a quedar sin capacidad para atender a nuevos pacientes.

El plan de contingencia de Galicia prevé fases en las que se van incrementando los recursos y establece posibilidades para liberar camas, como retrasar operaciones no urgentes y la “reubicación” de pacientes entre centros, expone Flores. Lo que condiciona la capacidad de las UCI, agrega, es “la disponibilidad del soporte respiratorio por la patología del COVID y los recursos humanos”. El gerente del Sergas afirma que los sistemas de salud van creciendo para atender sus necesidades “a base de convertir camas” y lo que hará el Gobierno gallego será avanzar en las fases, “hasta las 570 -camas- en públicos o 785 entre públicos y privados”.

Preguntado sobre si Galicia tendría que haber sido más restrictiva en Navidad, Flores dice que no se puede “jugar a las adivinanzas” y recurre a la comparación con otros territorios: “Hay comunidades, como la valenciana, que sí que se han blindado de alguna forma y que están en situación peor que la gallega”. Apunta otro dato, sobre los casos de nuevas cepas registrados: “La inmensa mayoría de los casos en Galicia siguen siendo de la cepa inicial”.