La Xunta acaba de poner en marcha la maquinaria administrativa necesaria para las próximas elecciones al Parlamento de Galicia, que deben celebrarse como muy tarde en otoño de este 2020, si el presidente Feijóo no decide adelantarlas, como es su potestad. El Gobierno gallego, a través de la Consellería de Presidencia, acaba de sacar a concurso diversos contratos para la organización de los comicios que suman unos 3 millones de euros, a lo que hay que sumar el IVA, con unos plazos de ejecución que nada aclaran sobre la fecha de celebración de los mismos, que queda en manos del presidente. La pasada semana, al tiempo que lanzaba la precampaña con un vídeo de Navidad del PP, el propio Feijóo aseguraba en una entrevista con Europa Press que “en este momento” tiene la intención de agotar el mandato.
Los concursos públicos para la celebración de las elecciones fueron anunciados este 31 de diciembre en el Diario Oficial de la Unión Europea, tras firmarse los pliegos de condiciones de los mismos el pasado 12 de diciembre. Las licitaciones consisten en el diseño, impresión y distribución de las papeletas y sobres electorales, así como toda la documentación necesaria para las mesas, por un importe máximo de 1,2 millones de euros; la organización, recuento y difusión de los datos de la jornada electoral, por otros 1,2 millones; y un servicio de asesoramiento, planificación y control del proceso, por otro medio millón de euros. Las cuantías son similares a las dedicadas para los mismos fines en los comicios de 2016.
Los pliegos de condiciones se limitan a indicar que los servicios deberán prestarse a lo largo de este año 2020, sin concretar ninguna fecha. Las únicas que se ofrecen son la del 2 de febrero como límite para la presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas y el 10 de ese mismo mes para la apertura de las plicas y el inicio de la valoración.
En comicios anteriores este mismo paso administrativo que ahora da la Xunta se produjo con una antelación muy dispar a la fecha en la que finalmente se celebraron las elecciones. Para los comicios de septiembre de 2016 los concurso públicos se lanzaron apenas tres meses antes, en junio. Para las elecciones de septiembre de 2012, que Feijóo decidió adelantar respecto a la fecha máxima de comienzos de 2013 en que podían llegar a celebrarse, los concursos fueron licitados poco más de un mes antes, en cuanto el presidente anunció la fecha. Por su parte, para las elecciones de marzo de 2009, convocadas por el entonces presidente socialista Emilio Pérez Touriño, el proceso de contratación se lanzó medio año antes, en septiembre de 2008.