El proyecto de macrocelulosa que impulsa Altri se ha hecho un hueco propio en el debate de investidura en el Parlamento de Galicia. Tanto el PSdeG como el BNG se han referido a la propuesta para criticarla. Ana Pontón, líder de la oposición, al frente un grupo del BNG conformado por 25 diputados -su máximo histórico-, le ha pedido al que será hoy votado como presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, una industria “del siglo XXI, sostenible”: “No vamos a permitir que nos cuelen como industrialización lo que es una agresión ambiental descomunal”.
La líder del BNG ha insistido en que sobre este proyecto, presentado como una fábrica de fibras de origen vegetal, los responsables del PP y del Gobierno gallego “mintieron, engañaron y ocultaron información”. “Ahora sabemos por qué: la empresa que lo promueve es portuguesa, Si es tan excelente, ¿por qué ya no la quieren en Portugal? Porque es contaminante”, afirmó. La macroplanta sería “un golpe mortal” para el sector agroganadero para una comarca, la de A Ulloa, en la que tiene mucho peso. Pontón enumeró los impactos negativos: “Supone quitar tierra agraria útil, más eucalipto, convertir nuestro monte en un polvorín e ignorar el cambio climático”. Los efectos, añadió, se extenderían aguas abajo del río Ulla, a la ría de Arousa, donde desemboca.
“Dígaselo a la exconselleira Beatriz Mato, que fue conselleira de Medio Ambiente, y ahora también socia en este proyecto macrocontaminante”, dijo la líder de la oposición, en alusión a que la empresa a través de la que Altri presenta el proyecto, Greenfiber, tiene como socio también a Manuel García Pardo, quien es propietario de Greenalia. En esta última compañía es consejera la exconselleira Mato. Pontón criticó también las elevadas necesidades de ayudas públicas a las que aspira Altri para las instalaciones de Palas de Rei: 250 millones de euros de los fondos europeos de recuperación. “Esa es su gran apuesta: dar 250 millones a Altri para que coloque en el corazón de Galicia una macrocelulosa contaminante que no quiere Portugal”, le dijo a Rueda.
La líder del BNG, que ya adelantó que votará en contra de la investidura de Rueda, hizo especial hincapié en su intervención en los problemas de la sanidad pública, en concreto de la atención primaria, con una “inédita” lista de espera, y en lo que llama “expolio eléctrico de Galicia”. En la comunidad, recalcó, hay 4.000 aerogeneradores instalados y 150 centrales hidroeléctricas, pero “los beneficios se van fuera” y hay una pérdida de empleo industrial. Le afeó al candidato a presidente de la Xunta que en su discurso hiciese solo “una referencia mínima” a avanzar en autogobierno y su “falta de propuestas en igualdad”.
Pontón, que aseguró que el BNG hará una oposición “rigurosa” y funcionará “como un gobierno alternativo”, lanzó una propuesta de pactos en cuatro terrenos. En sanidad propone blindar por ley que el 25% del gasto sanitario sea para atención primaria. En vivienda reclama un plan de “compra masiva” de inmuebles vacíos -hay medio millón en Galicia y unos 90.000 en las ciudades, dijo- y poner en el mercado en esta legislatura 6.000 pisos en alquiler a precio tasado. En modelo energético reiteró la idea de crear una empresa 100% pública y una tarifa eléctrica más baja.
Un concurso público para la dirección de la CRTVG
El cuarto aspecto en el que propuso un acuerdo es el que llamó “regeneración democrática”. Y la primera parada son los medios públicos, “para que dejen de ser un aparato de intoxicación y propaganda del PP”. Ahora que el director xeral de la CRTVG elegido hace 15 años por Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Sánchez Izquierdo, quiere dejar el puesto, Pontón pide que el sucesor sea elegido “por concurso público y no digitalmente como hizo el PP”.
Dentro de este apartado reclamó una auditoriía de los contratos adjudicados en pandemia: “Si no tienen nada que esconder, ¿por qué impiden aquí la misma investigación que quieren en Madrid?”. También que la página de transparencia sea tal -“deberíamos llamarle de opacidad”- y permita localizar “miles de contratos” menores como los formalizados con Eulen, la empresa en la que es directiva la hermana de Feijóo.
Palestina
Pontón ha dedicado la parte inicial de su discurso a ofrecer el posicionamiento del BNG en cuestiones internacionales y ha anunciado que presentará en el Parlamento gallego una propuesta para reclamar la ruptura de las relaciones con Israel, que España deje de venderle armas y juzgar a Benjamin Netanyahu por crímenes contra la humanidad. Con una cita a Nelson Mandela, pidió un mundo mejor, “donde no se permitan genocidios como el que vive el pueblo palestino” y en donde se frenen “los vientos de guerra en Europa”.
En su réplica al discurso que pronunció el martes Alfonso Rueda, Pontón le recriminó que hablase del gallego como una lengua de la que sentirse orgulloso: “Su orgullo lo vimos cuando se manifestó contra el gallego [junto a Galicia Bilingüe en 2009] o cuando votó no en el Congreso [al uso del gallego]”. Le dejó otro mensaje sobre la aceptación del resultado electoral que el presidente de la Xunta en funciones ha pedido tras haber ganado en las urnas el 18 de febrero: “Tiene legítimamente la mayoría de los escaños, pero la mayoría de los gallegos no le dieron su apoyo en las urnas”. El PP logró sus 40 diputados -dos por encima de la mayoría absoluta- con el 47,4% de los votos emitidos. Por ello le reclamó que “no caiga en el absolutismo” y escuche las opiniones discrepantes.
El estreno de Democracia Ourensana
El diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, único integrante del grupo mixto, se estrenó con una intervención en el pleno del Parlamento. Frente al discurso “centrífugo” de Rueda, declaró su voluntad de hacer uno “centrípeto, hacia el interior”. Y el interior, añadió, es Ourense. En su repaso de lo que consideró deudas pendientes de la administración autonómica con la provincia incluyó desde carreteras e infraestructuras hospitalarias a parques acuáticos e iniciativas para controlar la población de jabalí y la expansión de las mimosas, una especie invasora. Su voto, confirmó, será una abstención: “No me gusta cómo funcionó la Xunta hasta el momento, pero confío en que cambie. [Abstenerse] es el término medio”.