La portada de mañana
Acceder
La apuesta de Macron por la derecha fracasa en tres meses
Segunda oportunidad para Muface: las aseguradoras ponen sus condiciones
'Sus rosarios, nuestros ovarios', por Neus Tomàs

Pontón a Rueda: “Lo único que le importa es ser útil en la estrategia de confrontación que le marca Feijóo”

Es raro el día, prácticamente inédito, en que los debates de la política madrileña no impactan en el Parlamento de Galicia. A Alfonso Rueda le funciona importarlos, por lo menos ante los escaños de su formación. Este miércoles, durante la sesión de control parlamentario, lo hizo hasta tal punto que la portavoz del BNG, Ana Pontón, que había preguntado por las políticas dirigidas a los mayores y el sistema de atención de dependencia, le espetó: “Lo único que le importa es ser útil a la estrategia de confrontación que le marcan en Madrid”. El presidente gallego, de alguna manera, lo volvió a corroborar en su turno de cierre del debate, cuando reclamó al BNG que diga a sus aliados -por el PSOE de Pedro Sánchez- que “cumplan su parte en la financiación de la dependencia”.

Pontón había expuesto la situación en su intervención inicial. En Galicia hay que esperar 378 días de media para obtener valoración en dependencia. Hay 2.703 personas en cola. Es la cuarta comunidad estatal con mayor tiempo de espera y en la que más ha aumentado. Los datos los publicó en octubre el Imserso. “Luisa vive sola, en Lugo, sin hijos ni familiares directos, solicitó el servicio de ayuda a domicilio (SAF) el 10 de mayo de 2023. Sigue esperando”, ilustró la líder nacionalista con un caso concreto, “y su gobierno, señor Rueda, no solo no garantiza la atención a la dependencia, sino que tampoco construye centros de día ni residencias públicas”. La respuesta de Rueda fue por el carril que recorre habitualmente en la sesión de control, sin apartarse un milímetro: los datos que maneja la oposición son o falsos o están retorcidos y el Gobierno central es responsable.

“Ayudaría y sería un gesto de preocupación por los mayores que pidiese al Gobierno central que cumpla su papel”, le recriminó a Pontón, antes de cifrar en 2.500 millones la deuda en la materia, afearle comentarios de exdiputados de Anova, ahora próximos al BNG, sobre el voto de la tercera edad y que en ocho años y medio solo preguntase cuatro veces por el asunto. “Cuándo Mariano Rajoy recortaba recursos de la dependencia, ¿dónde estaba usted? Se lo voy a decir, en el Consello de la Xunta y en este Parlamento asintiendo”, replicó la nacionalista, quien enumero algunas propuestas de su formación al respecto: duplicar los equipos de valoración de la dependencia, incrementar los recursos destinados al SAF -de 12 a 20 euros por hora- y ampliar la red de centros de día y residencias públicas. El presidente le recordó que los ayuntamientos gobernados por el BNG privatizan la ayuda al hogar más que los del PP y que eso muestra “su cinismo y doble vara de medir”. “Para usted todo lo tiene que hacer la Xunta, la Xunta tiene que hacer su parte”, afirmó como a modo de resumen de su idea de autogobierno.

“Despiste general”

Contra José Ramón Gómez Besteiro, la madrileñización del debate fue mayor. Y no por parte del socialista, precisamente, que se había interesado por el respecto a las instituciones y a la transparencia del gabinete Rueda. “La democracia no es únicamente votar”, señaló, y a pasó a relatar hechos y acciones que, a su juicio, iluminan la mala praxis del Partido Popular en estos asuntos. La demediada comisión de investigación de la Cámara autonómica, que la derecha ha reducido a su estrategia, la poca diligencia a la hora de responder a las peticiones de información de la oposición -un derecho parlamentario o la nueva ley de medios públicos que intensifica el control gubernamental sobre los mismos fueron algunos ejemplos.

El presidente gallego no se molestó en entrar al detalle de lo denunciado por Besteiro. Sí pronunció una afirmación curiosa sobre la comisión de investigación: “No le gusta como va, que no la frecuenta, ha ido una sola vez, como yo”. A partir de ese punto, el argumentario de Génova sobre Pedro Sánchez, faltas de respecto incluidas. “Yo podría inventar viajes y no comparecer en este Parlamento”, adujo, y atacó a Sánchez por, por ejemplo, nombrar secretario de Estado de Comunicación a Ion Antolín, hasta ayer jefe de prensa del PSOE. Lo que no recordó es que el secretario general de Medios de la Xunta de Galicia, Pedro Rojo, es vicesecretario de Organización del PP gallego. Besteiro intentó, en su segundo turno, reconducir el careo y reducir la tendencia de Rueda a lo que denominó “despiste general”. “Si no hay miedo a la verdad, porque o comparece todo el mundo”, en la comisión, dijo, en referencia a la protección que los populares brindaron a Feijóo al vetar su presencia en el órgano parlamentario. No le sirivió de nada.

El cierre de Alfonso Rueda fue similar a lo que se escucha en las bancadas de la derecha en el Senado. La “colonización de las instituciones”, los “casos gravísimos que tienen delante”. “Le vuelvo a recomendar un poco de dignidad”, añadió. Y finalizó con un anuncio extemporáneo y ajeno al tema, la ampliación de un bono para el comercio.