Gracias al concierto que mantiene con el Sergas, el hospital privado vigués Povisa recibe cada año unos 74 millones de euros del presupuestos de la Xunta, alrededor de 540 euros por cada una de las tarjetas sanitarias de las que el centro se hace cargo, unas 137.000. Esta cantidad es incluso superior al canon del nuevo hospital Álvaro Cunqueiro (72 millones anuales). Sin embargo, el número de camas que ofrece Povisa (405) no llega a la mitad del nuevo centro (858).
La sostenibilidad económica de este centro depende en buena medida de estas aportaciones de dinero público. El pasado año, a pesar de los 74 millones recibidos, el hospital tuvo unas pérdidas de 3,9 millones. En el mes de noviembre se abre el plazo para que la ciudadanía de Vigo elija en qué centro hospitalario quiere ser atendida. Ya el pasado año Povisa llevó a cabo una intensa campaña para captar usuarios y usuarias, aprovechando las deficiencias que presenta el Álvaro Cunqueiro, buscando obtener las valiosas tarjetas sanitarias por cuya gestión recibe una mayor cantidad de dinero. En total, 6.685 personas solicitaron cambiar a Povisa, aunque el Sergas sólo aceptó trasladar a 3.600, que le supusieron al centro privado unos ingresos extra de dos millones de euros anuales. El movimiento ciudadano creado para evitar unos traslados que favorecen a la sanidad privada no consiguió sus objetivos, en un ambiente de gran desprestigio para la sanidad publica en la ciudad.
Este año Povisa repite su intento, lanzando una nueva campaña dos semanas antes de que se inicie el plazo para solicitar formalmente los traslados. De momento, ha comenzado por publicar los resultados de una encuesta realizada entre sus usuarios y usuarias, en la que el 95% se declaran “satisfechos” con el servicio recibido. Su objetivo es captar dos mil pacientes más, para obtener un millón de euros extra del Sergas. Llegaría así al máximo permitido por el concierto en vigor desde hace dos años (139 mil pacientes y 75 millones de euros).
La plataforma SOS Sanidade Pública ha denunciado en varias ocasiones que se trata del “concierto más caro de todo el Estado Español” y subraya que en la última década los fondos que recibe de la Xunta en virtud de este concierto han crecido notablemente. Si en 2001 eran 46 millones de euros, en 2005 eran ya 56,4, convertidos en 72,2 en 2009 y en 74 millones en la actualidad. La entidad recuerda también que el Consejo de Cuentas ha señalado en sus informes que Povisa facturó varias veces los mismos servicios o que concentraba su área de negocio en las áreas más rentables, en detrimento de la atención a los ciudadanos. Además, añadía que resulta imposible saber si el dinero público se empleaban para financiar la atención a los pacientes del Sergas o si también se pagaba la atención a los usuarios de la parte privada.
Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidade Pública, señalaba el año pasado en entrevista con Praza Pública que las deficiencias en el Álvaro Cunqueiro “están generando un gran descrédito de la sanidad pública de Vigo” y que “Povisa es el gran beneficiario de esta situación”. “Sólo faltaría que el compadreo entre Povisa y el Sergas hiciera que Povisa se lucrase de una situación que ellos mismos han contribuido a crear” , añadía, destacando además que el centro privado ofrece “muchos menos servicios que el hospital público”. “Es imprescindible que la opinión pública conozca cuál es su realidad: Povisa tiene un 16% menos de camas por paciente que el servicio público y tiene un 30% menos de médicos por cama. Además las listas de espera son muy superiores”, concluía.