GALICIA | El PP pierde la diputación 'de Rajoy' y solo conservará el poder provincial en Ourense
Son instituciones antiguas y en ocasiones, denostadas. Pero son también fuente de gran poder y, sobre todo, de recursos presupuestarios y competencias, muy especialmente en virtud de la reforma local del Gobierno central. Las diputaciones gallegas son el otro terreno político que ha sido fuente de malas noticias para el PPdeG en este 24-M. Según el escrutinio provisional y a falta de datos definitivos del Ministerio del Interior, los conservadores perderán también su hegemonía en los entes provinciales y, previsiblemente, solo retendrán el bastón de mando en la baltarista Diputación de Ourense, mientras que el PSdeG podría presidir las otras tres gracias a los pactos.
El resultado con más repercusión interna en el PPdeG es también el políticamente más relevante. Los nuevos números dejan a los populares de Rafael Louzán fuera del sillón de la presidencia en la Diputación que encabezaban desde que su presidente era Mariano Rajoy, la de Pontevedra. El desplome de la candidata de Feijóo en Vigo hace que el PP ceda la mayoría absoluta y se quede con 12 diputados provinciales mientras que los socialistas tendrán 10 que, sumados a los 4 del BNG y al diputado con el que emerge la Marea viguesa, le permitirían gobernar.
Un panorama semejante es el de la diputación coruñesa, hasta ahora dirigida por un hombre fuerte del PP de Carlos Negreira, Diego Calvo. Los populares tendrán 13 actas provinciales, insuficientes para conseguir la mayoría absoluta en una corporación que podría dirigir un o una socialista con 8 diputados. Para hacerlo tendría que pactar con el Bloque, que tendrá 5, con los tres representantes de la Marea Atlántica y con la persona que asuma el escaño que le corresponde a Compostela Aberta. También entra en la Diputación Alternativa dos Veciños, con un escaño.
El PP pierde las dos diputaciones de la Galicia atlántica y no logra compensar esta pérdida con uno de sus objetivos más codiciados: la Diputación de Lugo. En la corporación lucense el reparto de escaños no se mueve y el PSdeG podrá ejercer el relevo en la presidencia -José Ramón Gómez Besteiro no es candidato- desde el poder si, como venían haciendo hasta ahora, sus 11 representantes llegan a un acuerdo de gobierno con los 2 del BNG, superando los 12 del PP.
En este escenario el papel del PP de Ourense crece dentro del PPdeG en cuanto a poder. Manuel Baltar amarra la presidencia que heredó de su padre y solo cede un diputado, quedándose con 14. El PSdeG ourensano tiene 8 actas y Democracia Ourensana rentabiliza su ascenso en la capital de la provincia para emerger con 2. El BNG, por su parte, tendrá un diputado provincial.