El autor confeso del triple asesinato machista cometido en Valga (Pontevedra) este lunes ha sido enviado a prisión provisional comunicada y sin fianza. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirman que la titular del juzgado de instrucción número dos de Caldas de Reis imputa a José Luis Abet tres presuntos delitos de asesinato: los de Sandra, de 39 años; María Elena, de 58; y Alba, de 27, que hasta comienzos de 2018 habían sido su esposa, suegra y cuñada.
Las mismas fuentes judiciales apuntan que el propio auto que resuelve la entrada en prisión provisional advierte de que los delitos por los que Abet es investigado pueden dar lugar, en su momento, a que se enfrente a una condena de prisión permanente revisable. El auto ha sido dictado después de que la Guardia Civil trasladara a Abet hasta los juzgados de Caldas en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, que lo introdujo en las dependencias judiciales mientras vecindario de la zona lo increpaba con gritos de “asesino”.
Mientras las diligencias judiciales avanzaban, también lo hacían las policiales. La Delegación del Gobierno central en Galicia confirma que la investigación, que realiza la Guardia Civil, ha localizado ya “un revólver de calibre 32” y “abundante munición” en el “lugar donde dijo esta persona que la había tirado”, ha indicado el delegado, Javier Losada. El lugar son las aguas del río Tambre a su paso por Ames, municipio cercano a Santiago donde reside parte de su familia y donde fue detenido horas después de los asesinatos.
A preguntas de la prensa Losada ratifica que el asesino confeso “no tenía ninguna licencia” para poder manejar el arma con la que presuntamente ha cometido el triple asesinato. “Es un arma obtenida fuera de los circuitos que existen”, señala en referencia a su supuesto origen irregular. No obstante, advierte, la determinación precisa del origen del revólver depende de las pesquisas que el Instituto Armado aún tiene en marcha.
“Empiezan a decir que se veía venir; animo a denunciar”
En su comparecencia ante la prensa, en el marco de las concentraciones en repulsa por los asesinatos, Losada salió también al paso de las preguntas al respeto de la posibilidad de que el asesino confeso tuviera antecedentes penitenciarios por otras causas ajenas a la violencia de género. “No hay ninguna cuestión que establezca que hubiera una causa-efecto” y esto “es muy importante”, advirtió.
“Ahora empiezan a decir vecinos que esto se veía venir”, ha constatado en referencia a declaraciones recogidas en algunos medios. “A los vecinos y las vecinas que puedan ver que existe alguna posibilidad de que pueda producirse violencia de género yo los animo a denunciar”, ha señalado Losada, porque “esa es la forma de poder combatirla y prevenirla”.
Advertencias de los colegios de Periodistas y Psicología
Al hilo de la difusión de declaraciones y otras piezas informativass sobre los asesinatos de Valga han intervenido también públicamente los colegios profesionales gallegos de Periodistas y de Psicología. Como en anteriores casos, el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia dice “verse obligado a recordar, una vez más”, la “necesidad” de poner en práctica guías de buenas prácticas como el Código Deontológico del Periodismo Gallego, “así como la Declaración de Compostela y el resto de recomendaciones específicas para el tratamiento de las informaciones sobre violencia de género”.
La violencia machista –subraya la entidad profesional– es un problema social que tiene que ser tratado con la suficiente rigurosidad y profundidad“. De este modo, advierte, ”el morbo de algunas crónicas de sucesos no sólo no es aceptable en un periodismo responsable y profesional“, sino que además ”descontextualiza estos asesinatos“ y ”dificulta la comprensión de la violencia de género como lo que realmente es: una violación de los derechos humanos provocada en el marco de la ideología patriarcal y presente en muchos más aspectos de nuestra sociedad“.
En un sentido semejante advierte el Colegio Oficial de Psicología de Galicia, que en un comunicado llama a la “responsabilidad a las buenas prácticas” en la cobertura de este y otros crímenes machistas. “Es comprensible el interés informativo”, pero “no deben superarse los principios de la deontoloxía profesional”.
El Colegio, subrayan, está interviniendo con las personas afectadas por estos asesinatos a través del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias y del Programa de Atención Psicológica la Víctimas de Violencia de Género en colaboración con la Xunta. Desde esa posición, recuerdan, es “imprescindible el respeto a las indicaciones proporcionadas por los servicios de emergencias” y no “recoger imágenes ni declaraciones que atenten contra la intimidad o la dignidad de las víctimas ni de las personas afectadas”.