La polémica vuelve a rodear al histórico Centro Gallego de Buenos Aires (CGBA). La difícil situación por la que pasa esta institución clave en la historia gallega ha provocado nos últimos años importantes crisis y varias denuncias por los intentos de “privatización” que habría llevado a cabo el gobierno de Alberto Núñez Feijóo desde 2009. Desde entonces, la intromisión de la Administración en su gestión y las diferencias entre las diferentes corrientes políticas han provocado una problemática interna añadida a la económica que ahora cuenta con un nuevo capítulo.
El Boletín Oficial de la República Argentina del pasado 2 de septiembre, y tal y como acaba de denunciar el PSdeG, publicó una resolución en la que se da cuenta de la decisión de la Xunta y del Gobierno de España de alejar al Centro Gallego de la gestión de la Obra Social de los Inmigrantes Españoles y sus Descendientes Residentes (Ospaña), creada en 2007 para dar salida económica a la institución y formada por el propio centro y las administraciones gallega, española y argentina para dar cobertura sanitaria a todos los inimgrantes españoles y descendientes a través del histórico hospital del CGBA. Se sustituye así por una mutua privada creada ad hoc y en la que la centenaria institución no tendría cabida.
“Deja de tener voz ni voto en la toma de decisiones”, aclara Marisol Soneira, portavoz socialista de Emigración, por lo que Ospaña pasa a “convertirse en una obra social más de las tantas que hay en Argentina”. Para la diputada del PSdeG, la Xunta está provocando la “liquidación” del CGBA y el “saqueo” de su patrimonio para “dejarlo en manos particulares”, lo que supondría “una traición a nuestra historia” por parte de un Feijóo al que acusa de practicar un “patriotismo de boquilla”.
Soneira advierte de que está en riesgo de la supervivencia del propio Hospital y del Centro Gallego y su patrimonio, entre el que se encuentran obras de todos los gallegos en el exilio, una biblioteca de 20.000 volúmenes o una fonoteca con grabaciones históricas de dirigentes galeguistas, además del “patrimonio inmaterial” del centro hospitalario en el que falleció Castelao y que estaría “pendiente de un hilo”.
Soneira sitúa en el epicentro de la operación al delegado de la Xunta en Buenos Aires, Alejandro Dobarro, también presidente del PP de Argentina y vicepresidente de Ospaña. “Ningún presidente de Galicia se había atrevido nunca a tanto” como Feijóo, que “pidió la desaparición del Centro Gallego”, una entidad con la que hay unas enormes diferencias después de que el candidato oficialista de la Administración hubiese perdido las elecciones internas.
Los intentos de “privatización” con la llegada de Feijóo a la Xunta
La crisis económica y las polémicas políticas llevan años embarrando la trayectoria del histórico CGBA. Fue en octubre de 2007 cuando se puso a andar Ospaña, la obra social destinada a solucionar los problemas de fondos con la aportación del propio centro, el Gobierno de España, la Xunta a través de la Fundación Galicia Saúde y la colaboración de las autoridades argentinas.
Tras la llegada de Núñez Feijóo a la presidencia de la Xunta, diversos socios y dirigentes del CGBA censuraron el abandono de la institución y de su hospital y los intentos de privatización por parte de la Administración gallega. La polémica explotó cuando en otoño de 2009 el Gobierno gallego presentó una propuesta de nueva gestión para hacer frente al importante déficit. Fue un intento por privatizar el Centro y una actitud por parte de los cargos públicos, en especial del entonces secretario general de Emigración, Santiago Camba, que los emigrantes calificaron de “mafiosa y chantagista”.
Tal y como desveló entonces el desaparecido Xornal de Galicia, la propuesta suponía que el grupo privado 3A Recoletas gestionara durante al menos 13 años el histórico centro de la emigración con la ayuda de una importante subvención de la Xunta de 3,1 millones de euros anuales y para colaborar a paliar la difícil situación económicoa. La empresa se limitaría a aportar 8 millones de euros a razón de 615.000 euros al año, mientras la emigración dejaba de gestionar su histórico Hospital y la Administración gallega ,de dirigir el proceso. Por tanto, el Gobierno gallego pondría casi 28 millones de euros frente a los 8 de la firma privada.
Aquel intento fue paralizado, la justicia argentina intervino la entidad y la Fundación Galicia Saúde se acabó por disolver. Desde la oposición política al PP, tanto en Galicia cómo en Argentina, se acusó a los populares de “interferencias intolerables” en los procesos electorales del CGBA y de un continuo “abandono y desprecio” de la histórica entidad.
Desde el PPdeG, su portavoz de Emigración, Paula Prado, asegura que “la responsabilidad última de la situación en la que se encuentra el hospital y el Centro Gallego es de los graves errores del gobierno bipartito” (2005-2009) y critica la “demagogia e ignorancia en las acusaciones” de la diputada socialista Marisol Soneira. Según los populares, fue el propio CGBA el rompió en 2010 el acuerdo con Ospaña “con el argumento de que había más de mil perceptores de prestaciones de nacionalidad española, de edad avanzada, que impedían su viabilidad económica”.