Las protestas por el caos en la Atención Primaria en Galicia no cesan. Este fin de semana plataformas en defensa de la sanidad pública en varias localidades han vuelto a manifestarse para reclamar a la Xunta que dé más medios a los centros de salud y a los puntos de atención continuada (PAC) que atienden las urgencias fuera de los hospitales. Vecinos de los municipios pontevedreses de O Rosal, Moaña y Marín se han manifestado y han denunciado la falta de médicos.
La Plataforma pola Defensa do Centro de Saúde de Seixo, en Marín, señala que el PAC ha estado en los últimos días atendido únicamente por una o dos enfermeras, a pesar de que en el centro debería haber dos médicos. Como consecuencia, según la asociación, los vecinos han llenado el PAC del municipio vecino de Bueu. Critican que la planificación no ha mejorado pese al cambio en la gerencia del área sanitaria y atribuyen a este tipo de situaciones de sobrecarga la decisión de algunos profesionales de abandonar la Atención Primaria para “trabajar donde son tratados mejor”.
“No queremos parches ni cierres. Tenemos derecho a unas urgencias dignas”, reclama la plataforma, que acusa a la Xunta de estar desmantelando la atención pública para favorecer a la sanidad privada.
En Moaña este domingo una manifestación volvió a reclamar la reapertura de las urgencias. El cierre del servicio, que obliga a los vecinos a desplazarse a Cangas, ha provocado movilizaciones desde hace un año. La plataforma de la localidad señala que la Xunta prometió que el servicio volverá a funcionar el pasado mes de septiembre, pero no ha ocurrido.
Otro de los puntos en los que se repiten las protestas por la situación de la Atención Primaria es O Rosal. Vecinos del municipio se manifestaron el sábado con una marcha entre la localidad y el vecino Ayuntamiento de A Guarda. Denuncian la “cronificación de la precariedad” en centro de salud y reclaman a la Xunta que dote al servicio para que cubra las necesidades de la población. Hace unos meses, la falta de ambulancias obligó a trasladar en camilla por las calles del pueblo a una paciente para que fuese llevada al hospital en helicóptero. En ese momento la única doctora que había en el centro de salud estaba fuera porque tenía que acompañar a otro paciente y la urgencia tuvo que ser atendida por una médica jubilada que había sido contratada solo para labores administrativas.