En su intervención inicial en el debate de investidura, el candidato del PP, Alfonso Rueda, consiguió ofrecer un pacto industrial y energético sin mencionar al gran elefante en la habitación: el proyecto de macrocelulosa de la empresa Altri en Palas de Rei. En su réplica, el portavoz socialista, José Ramón Gómez Besteiro, centró sus propuestas sobre medio ambiente en esta iniciativa, considerada “estratégica” por la Xunta y que, según dijo, puede haber quedado “en una gran farsa”.
Besteiro recogió la “preocupación” de los gallegos que llevan dos años escuchando “que hay una gran industria que va a ser buenísima”, fabricaría fibra textil y crearía 2.500 empleos, para encontrase “una gran celulosa” sobre la que “no encuentran” ninguna explicación del gobierno gallego.
Tras reivindicar que la legislación sea “estricta” y con el “mayor control” ambiental, el líder del PSdeG aseguró que ese control “tendrán que hacerlo” Madrid o Bruselas, ante la falta de argumentos de una Xunta “que tanto presumía deesta fábrica”.
“Empieza a darles la sensación de que aquí hubo cosas raras y quieren explicaciones, tal y como exigimos desde el partido socialista. Porque Altri iba a ser el gran proyecto verde del PP y, de momento, lo único que sabemos es que el PP está muy verde.
La “familia” de Besteiro
Si en su día, Rajoy hizo famosa a su “niña”, Besteiro optó por otro modelo: pareja de treintañeros con hija pequeña. Con ellos fue relatando los problemas con los que cualquier familia puede encontrarse en Galicia: el acceso a la vivienda, la falta de profesionales sanitarios, la dificultad para acceder a una plaza en una guardería pública -“como encontrar un billete de 500 euros”-, el empleo o los cuidados. Incluso, contó lo que pasa si esta pareja se sienta ante la TVG: “sólo ve a Rueda, haciendo deporte o bailando reggaeton”.
Besteiro fue siguiendo ese hilo para desgranar los cinco grandes “acuerdos de país” que ofreció a Rueda. El primero, un plan de vivienda. A continuación, que vuelvan a ser los profesionales sanitarios -no personal de administración ni programas informáticos- quienes atiendan en primer lugar a los usuarios. Además, propuso la creación de un “ecosistema económico”, formado por energía, empresas, e industria “con seguridad jurídica”.
El cuarto acuerdo se refiere a la lengua gallega, que Rueda prometió potenciar en su nueva estructura de Gobierno, un pacto que “compense todo el daño que le hizo a nuestro idioma”; por último, lo que llamó el “gran acuerdo local” que acabe “con los problemas de la infrafinanciación y las competencias impropias”.
En su repaso a la trayectoria previa de la Xunta, Besteiro señaló la necesidad del Gobierno gallego de lograr su identidad a través de la construcción del enemigo, en este caso, el ejecutivo de Pedro Sánchez, como parece confirmar el principal anuncio de Rueda, la creación de una Dirección Xeral de Asuntos Constitucionales para defender su legislación propia ante posibles injerencias de Moncloa. “La línea estratégica del Gobierno gallego fue vivir de la confrontación. ¿Quién está en la trinchera, señor Rueda?”.
“Créanme, sé de lo que hablo”
Antes, en el mismo arranque, Besteiro pidió a la Cámara huir de la política espectáculo y de los ataques “salvajes” al oponente. “Créanme, sé de lo que hablo cuando les digo que nada justifica ni valida intentar destruir la vida de una persona por un objetivo político”. Desde la Mesa del Parlamento lo escuchaba la vicepresidenta primera, Elena Candia, la persona que entregó a la Fiscalía los anónimos que provocaron la apertura de una causa que, hasta su archivo, mantuvo apartado de la política durante casi ocho años al hoy de nuevo líder socialista.
Los nueve diputados del PSdeG votarán, como se esperaba, en contra de la investidura del candidato popular, al que su portavoz volvió a achacar, como hizo durante la campaña, falta de ambición. “¿Usted se conforma con ir tirando, señor Rueda? ¿Para qué quiere ser presidente?”.
Besteiro abrió y cerró su discurso diciendo que “cree” en su país “y por eso voy a trabajar por la Galicia que verdaderamente puede ser”. Lo hará, los próximos cuatro años, desde la oposición, un lugar en el que no “celebra” estar porque, insistió, “tenemos opción de gobierno y como tal, actuaremos: con responsabilidad y ambición de país”.