Puertas abiertas a las farmacéuticas, también en la salud mental

El Movemento Galego da Saúde Mental denuncia que el pasado 2 de junio un grupo de altos cargos de la Consellaría de Sanidade, entre ellos su máxima responsable, Rocío Mosquera, además del Gerente del SERGAS, el Director General de Asistencia Sanitaria y los responsables asistenciales de la salud mental, comenzando por los jefes de los Servicios de Psiquiatría de todas las áreas sanitarias, participaron en una reunión promovida por la Fundación Bamberg y patrocinada por un laboratorio farmacéutico. La plataforma critica especialmente la participación de los cargos públicos en el acto, celebrado en el Hostal de los Reyes Católicos, por tratarse de un evento del laboratorio danés Lundbeck que buscaba la promoción de un nuevo fármaco para el tratamiento del alcoholismo.

La reunión estuvo organizada por Saned, una empresa promotora y facilitadora del éxito comercial, lo que la dota, según destaca la plataforma, de una engañosa apariencia técnica, invitando a los convidados a debatir un cuestionario en el que la mitad de las preguntas aludían a cuestiones que interesan al laboratorio patrocinador. El pasado año Lundbeck recibió la autorización de la Comisión Europea para comenzar a comercializar su medicamento Selincro, un tratamiento para la reducción del consumo de alcohol en pacientes adultos con dependencia de esa substancia.

Según pone demanifiesto el Movimiento Gallego de la Salud Mental, “no tendríamos nada que decir si los protagonistas de este encuentro hubieran sido particulares disponiendo de su tiempo privado y sin conflicto de intereses. Pero son los máximos responsables públicos de la salud mental, que van a ser nada más y nada menos que convocados por esa entidad privada, con la legitimidad que le otorga la presencia de la Conselleira”. El pasado mes de abril Aquilino Morelle, el principal asesor del presidente francés François Hollande, dimitió por un conflicto de intereses relacionado con esta farmacéutica. Mediapart reveló que Morelle había trabajado al mismo tiempo para Lundbeck y para la Inspección General de Asuntos Sociales.

El Movimiento señala que esta reunión se produce “justo cuando se critica públicamente la carencia de planificación de la atención a la salud mental, la reducción de los recursos y el deterioro de la asistencia, cuando se advierte del agravamiento de los indicadores de salud”. Añade que “nunca antes se hizo una reunión de este nivel por iniciativa de la Conselleira para definir el plan de salud mental que se necesita”. Los responsables del Movimiento Gallego de la Salud Mental califican el acto de “deplorable, desconsiderado con la gente y sus necesidades, irresponsable por quien debe dar ejemplo de austeridad y seriedad en su función pública, favoritista con una empresa farmacéutica concreta y expresivo de la incapacidad de nuestros gobernantes sanitarios para dar una respuesta planificadora y asistencial adecuada a las necesidades urgentes en salud mental”.

También alertan de que este acto “facilitador del establecimiento de contacto directo entre los grandes intereses privados en el negocio de la atención sanitaria y los responsables asistenciales” llega en un momento en que desde la Consellaría “se pretende un cambio en la organización sanitaria”, por lo que considera que constituye “un movimiento más en la preparación de la introducción de intereses privados en la sanidad pública gallega”.