El Centre d'Estudis per la Pau J.M. Delàs, de Justícia i Pau, acaba de publicar el estudio que todos los años realiza sobre el presupuesto del Ministerio de Defensa y el gasto militar español. A pesar de que las cifras oficiales de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) muestran un descenso en las partidas de Defensa, este informe destaca la existencia, año tras año, de partidas extraordinarias y créditos superiores a los mil millones de euros y que en los dos últimos años, en los gobiernos de Mariano Rajoy, han ascendido a 2.763 millones de euros (2012) y 1.838 millones de euros (hasta septiembre de 2013), un treinta por ciento por encima de lo inicialmente presupuestado.
El estudio denuncia que los presupuestos para 2014 siguen la misma estrategia, al limitar algunas partidas para presentar una cierta reducción del gasto militar, para después recurrir a distintos mecanismos de modo que estos gastos, a pesar de la crisis y las políticas de austeridad y reducción del deficit, no solo no se recorten, sino que aumenten. De hecho, se destaca que Pedro Argüelles, Secretario de Defensa, ya ha asegurado que recurrirá de nuevo a créditos extraordinarios para hacer frente al pago de los PEA (Programas Espaciales de Armamentos). Son precisamente estos PEA, junto con las llamadas misiones en el exterior, las partidas que recurren con más frecuencia a estos mecanismos extraordinarios, que con toda probabilidad se situarán por encima de los dos mil millones de euros, como en estos dos últimos ejercicios.
Dentro de las partidas que sí están recogidas en los PGE, destacan dos apartados, tanto por su importancia cuantitativa como porque en ellos el incremento del gasto es notable, y más en un escenario de recortes en las árelas civiles de los presupuestos. La partida dedicada a la investigación militar para el ejercicio 2014, según este informe, es de 506,84 millones de euros, frente a los 363,38 millones del pasado año, lo que representa un aumento del 39,5%. La inversión en investigación militar será en 2014 el 8,26% del total de la I+D española, mientras en 2013 representaba solo el 6,13%. También crecen las inversiones militares, que superan los 900 millones de euros (769 millones en 2013), frente a un descenso de mil millones de euros en el total de las inversiones públicas. En total, el gasto militar previsto para 2014 equivale a unos 45,27 millones de euros diarios, un 1,58% del PIB, lo que significa que cada español pagará 353 euros en el conjunto del año para financiar los gastos militares.
El informe realiza una serie de recomendaciones para que la crisis y los recortes se noten menos en otras áreas más directamente ligadas al bienestar o a los sectores productivos. Por ejemplo, propone dedicar la partida destinada a I+D militar a I+D civil o anular las operaciones militares en el exterior, lo que traería consigo un ahorro de cientos de millones de euros. También apuesta por “reducir progresivamente los efectivos militares de un ejército sobredimensionado, no para engrosar la lista de paro, sino para realizar otras funciones de servicios públicos que tuvieran un mayor impacto en el bienestar de la población”.
Finalmente, pide reducir y anular inversiones en armamentos, especialmente las relacionadas con los PEA, y destinar esos recursos al desarrollo de bienes civiles, lo que supondría evitar el crédito extraordinario de aproximadamente 1.000 millones de euros, no incluido en los PGE pero ya anunciado por el Ministerio de Defensa. A este respecto, recuerda que desde 1996 los programas de adquisición de armamento han consumido 16.120 millones de euros en créditos concedidos a las empresas desde el Ministerio de Industria en concepto de I+D.
El informe concluye que los presupuestos de Defensa para 2014 son “un engaño a la opinión pública realizado con premeditación manifiesta”.