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Rueda celebró su investidura con una fiesta servida por 50 estudiantes sin contrato ni alta en la Seguridad Social

Luís Pardo

19 de abril de 2024 22:50 h

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Medio centenar de alumnos de siete centros educativos gallegos especializados en hostelería se encargaron, de forma “voluntaria”, del ágape que siguió a la toma de posesión de Alfonso Rueda como presidente de la Xunta. “Una oportunidad”, según la Consellería de Educación, con la que los participantes se mostraron “encantados” e “ilusionados”. Los estudiantes no recibieron contraprestación económica ni fueron dados de alta en la Seguridad Social durante el desarrollo de esa actividad, tal y como obliga la legislación, lo que lleva a la diputada de Sumar y exdirectora general del Ministerio de Trabajo, Verónica Martínez, a hablar de “fraude” e “ilegalidad”. El sindicato educativo STEG, por su parte, considera “indefendible” usar medios de la Consellería para cubrir eventos políticos.

Los jóvenes, “guiados” por una veintena de profesores y directores, procedían del Centro Superior de Hostelería de Galicia -que, como apunta el gobierno gallego, ya ha participado en otros eventos, como la feria internacional de turismo Fitur, “con la misma finalidad”- y de la media docena de centros de FP que ofrecen esta enseñanza en la comunidad: Vilamarín (Ourense), Manuel Antonio (Vigo), Paseo das Pontes (A Coruña), Fraga do Eume (Pontedeume), Compostela (Santiago) y Carlos Oroza (Pontevedra).

La toma de posesión del presidente de la Xunta se celebró el sábado 13 de abril en el parque de San Domingos de Bonaval, una jornada en la que se llegaron a alcanzar los 28 grados en la capital gallega. El alumnado se encargó ese día de servir unas 800 raciones al millar de invitados que asistieron al acto. La preparación y la elaboración ocupó buena parte de la semana lectiva de los centros implicados. “Qué mejor reivindicación de la FP de Hostelería que confiar en ellos para un momento tan importante”, concluye un portavoz de Educación.

Pese a esa “ilusión” argumentada desde la Xunta, sólo uno de los siete centros, el Superior de Hostelería, ha compartido en sus redes sociales imágenes relacionadas con su participación en el evento. En la cuenta de instagram del CSHG pueden verse varias fotografías del alumnado de Dirección Hotelera y Gastronomía durante la preparación del evento. En una de ellas, posan con el conselleiro de Educación -entonces en funciones, hoy, renovado en su cargo-, Román Rodríguez.

“Caciquismo y elitismo sustentado en un fraude a la Seguridad Social”

Una visión diametralmente opuesta de lo sucedido en Bonaval es la que ofrece la que fue directora general de Trabajo durante la pasada legislatura, Verónica Martínez. La actual diputada de Sumar considera lo sucedido en Bonaval “una muestra más de caciquismo, edadismo y elitismo del PP de Galicia, que en este caso se sustenta además sobre una situación de ilegalidad y fraude a la Seguridad Social”.

Para ella, “sin perjuicio de lo que, en su caso, pueda determinar en un potencial expediente la ITSS”, sólo existen dos posibilidades para descartar la existencia de ese supuesto fraude. O bien se trata “de un trabajo realizado a título de amistad, benevolencia o buena vecindad” o bien de “prácticas no laborales”. “En mi opinión no cabe ninguna de las dos”, concluye.

El primer caso requiere que exista “una relación previa de amistad, parentesco o análoga” que justifique “una situación puntual de prestación de ayuda ante una situación de necesidad”, incluso sin que se solicite. Aquí se incluyen “las labores desarrolladas en el ámbito del voluntariado o la militancia sindical o política”.

Para Martínez, “la prestación de servicios de catering por medio centenar de alumnas y alumnos desconocidos para la organización beneficiaria -que en este caso no podría entenderse siquiera que es el PP, sino el Gobierno gallego, con lo que la militancia está automáticamente excluida- tiene un encaje difícil, por no decir imposible, en la norma”. Considera que ésta sólo podría estar basada en el “altruismo, en sentido amplio, del alumnado”, pero un servicio de hostelería “hostelería requiere de organización, calendarización, distribución de instrucciones y órdenes, uniformidad…”. Todos ellos “indicios que acercan a la laboralidad la prestación de servicios del alumnado”.

Sobre la otra posibilidad, la de las prácticas no laborales, la diputada recuerda que, según el ordenamiento jurídico, “no basta con ser alumno o alumna para justificar que cualquier actividad ordenada por el centro de formación se entienda integrada en dicho concepto”. Martínez recuerda que “debe existir un documento -itinerario formativo o programa de formación práctica- en el que se definan con claridad las prácticas no laborales a desarrollar y la justificación de su integración en una concreta asignatura”.

“Lo contrario”, finaliza, “llevaría a absurdos -y abusos- tales como una potencial suplantación de toda persona trabajadora por un estudiante que desarrolle la actividad a de forma gratuita y sin alta en Seguridad Social”.

El sindicato: “No es una actividad formativa”

“Es indefendible usar medios de la Conselleria para cubrir eventos”. Quien así habla es Lois Pérez, secretario de Acción Sindical de STEG, para quien el banquete en la toma de posesión de Rueda “trasciende lo educativo”. Como otros docentes críticos de los centros implicados, marca una diferencia con otros actos en los que sí entiende la presencia del alumnado realizando este tipo de labores.

Pérez enumera el congreso de innovación FP Innova, InnovArt -un evento que aglutina las enseñanzas artísticas, de idiomas y deportivas que se imparten en Galicia- o Galiciaskills, el campeonato gallego de formación profesional, entre las actividades que sí “podríamos pensar que contribuyen al objetivo formativo”.

Son, de hecho, las que se conocen como ACFs, actividades complementarias a la formación, que cuentan con un protocolo y deben aparecer “en los documentos de organización interna del centro” y en las programaciones didácticas. Aunque estos últimos son “documentos abiertos”, profesores de los centros de FP que se negaron a participar en la actividad, y que han pedido que se respete su anonimato, consideran “más que discutible” que el ágape “se pueda encuadrar” en ellas al tratarse “de un evento privado”.

Los docentes hacen hincapié en otro aspecto destacado por Pérez: que el banquete se celebró un sábado, día no lectivo y, por tanto, fuera de la jornada laboral del profesorado. “Aunque lo convoque la Xunta, es un acto para mayor gloria de una formación política y para esto no hay problemas”, denuncia el sindicalista, que lo contrapone a “los intentos de boicot” por parte de la Consellería de las movilizaciones pro palestinas convocadas los viernes en los centros “argumentando que no se ajustaban a la actividad educativa... ¿Y un ágape a mayor gloria del presidente de la Xunta sí lo hace? No”.

No sin ironía, Pérez destaca que sean, precisamente, “los grandes defensores del emprendimiento” quienes hayan evitado contratar a profesionales y se pregunta cuáles son las contrapartidas que reciben los centros “de los que se sirve” la Consellería. “Esa contraprestación, ¿dónde está reflejada? ¿a qué normativa responde? ¿cuáles son los criterios de transparencia, de igualdad de oportunidades...?”. Como no lo sabe, se pregunta si se trata de algo “totalmente informal, basado en la mejor o peor relación que se tenga con las direcciones de los centros y, en función de eso, caciquear, una práctica por la que no puede guiarse nunca una administración educativa”.