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Rueda decide el futuro de la prima de Feijóo al frente de la sanidad de Santiago tras las críticas a su gestión

Quince días después de su toma de posesión y tras cambiar a toda la cúpula del Servizo Galego de Saúde (SERGAS), el nuevo conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia, Antonio Gómez Caamaño ha comparecido por primera vez ante los medios. Una rueda de prensa sobre la prevención del virus respiratorio sincitial en lactantes ha servido para que deslizase que su intención de implantar “ideas diferentes” con respecto a su antecesor afectará también a “algunas” gerencias de las áreas sanitarias. Y tanto en el hospital de Santiago como en el PP de la ciudad se da por hecho que una de las cabezas que rodará es la de la responsable del Complejo Hospitalario compostelano (CHUS), la prima de Alberto Núñez Feijóo, Eloína Núñez Masid.

Núñez Masid fue nombrada por su primo gerenta del hospital de Ourense apenas mes y medio después de tomar posesión como presidente de la Xunta, un cargo que incialmente la ley le permitía compaginar con su puesto como concejala del PP en la ciudad. Posteriormente, fue nombrada responsable del área sanitaria hasta 2017, cuando ascendió -así lo contaban las crónicas de la época- del cuarto hospital de la comunidad a “la élite” del sistema sanitario gallego.

No importó para ese nombramiento que su gestión en Ourense hubiese sido controvertida: parte de su equipo dimitió y la junta de personal llevó ante la justicia, sin resultado, la saturación de las urgencias por una supuesta falta de medios. Situaciones que volvió a vivir en la capital gallega, donde se encontró con tres servicios descabezados en apenas seis meses, uno de ellos tras una larga huelga. En Compostela llegó a expedientar a una médica de urgencias que denunció el “colapso” y la muerte de pacientes mientras esperaban en los pasillos. Y durante la pandemia acusó a los facultativos de transmitirse el covid que pillaban en los congresos durante las pausas para el café. A finales de marzo, en la que puede haber sido su última gran polémica, un grupo de pacientes oncológicos denunciaron ante la Valedora do Pobo el retraso de meses en sus revisiones.

En el seno del CHUS, donde es difícil encontrar una opinión favorable a la gestión de Núñez Masid, eran bien conocida su falta de sintonía con el nuevo conselleiro. Hasta su nombramiento, Gómez Caamaño era el jefe de servicio de Oncología Radioterápica del complejo compostelano, un cargo que ocupaba desde 2013, cuatro años antes de la llegada de Núñez. La base de esos desencuentros, según han relatado a elDiario.es varias fuentes conocedoras de la relación, se debía a la constante negativa de la gerente a conceder cualquiera de las mejoras que Gómez solicitaba para su servicio.

El nuevo conselleiro ha dejado clara la importancia que para él tiene no trabajar “en un entorno hostil”. Según ha dicho, esa ha sido la razón tras el cambio de los titulares de los cuatro principales cargos del SERGAS: la gerencia y las direcciones generales de Asistencia Sanitaria, Recursos Humanos y Recursos Económicos. “Entra un nuevo conselleiro de un mundo totalmente diferente”, aseguró antes de defender la labor de su predecesor, Julio García Comesaña, actual viceportavoz del PP en el Parlamento. “El trabajo de la Consellería anterior fue excepcional, pero son otros tiempos y hay que cambiar otras cosas. Lo lógico también es cambiar a las personas”.

Y en esos cambios se incluyen las gerencias. No todas: en unas, anuncia relevos; otras “probablemente unas se quedarán”, una decisión que, dice, va a tomar de forma “consensuada con todo el equipo”.