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Sánchez y Scholz insisten en presionar a Francia por el gasoducto y pactan reforzar la cooperación en Defensa

Irene Castro

5 de octubre de 2022 18:04 h

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Reforzar el eje Madrid-Berlín en una nueva etapa en la que la victoria de la extrema derecha en Italia deja a ese país, a juicio del Gobierno español, en una delicada situación internacional. Ese era uno de los objetivos de Pedro Sánchez en la cumbre de alto nivel que ha celebrado junto al canciller, Olaf Scholz, y la participación de siete ministros de cada país. Sobre la mesa estaban la crisis energética y la política en materia de defensa. Ambos asuntos aparecen tanto en la declaración conjunta como en el plan de acción acordado por los dos gobiernos. Sánchez y Scholz reiteran su alianza para impulsar el gasoducto Midcat que facilitaría el envío de energía desde la Península Ibérica al centro de Europa frente a la oposición de Emmanuel Macron y también se comprometen a impulsar la cooperación en materia de defensa, aunque la polémica sobre el escudo antimisiles que quiere impulsar Alemania no aparece en los documentos.

“Continuaremos abogando por una mayor capacidad de interconexión de la Península Ibérica para fortalecer su contribución a la seguridad de suministro del conjunto de la UE”, señala el plan de acción conjunto en referencia al Midcat. Lo que no incluye es un frente común para poner un precio tope al gas con el que se produce la electricidad a nivel europeo, que es uno de los aspectos que ha defendido con vehemencia Sánchez en Bruselas. “Se hace necesaria un diseño a prueba de futuro del mercado eléctrico europeo para asegurar el apoyo a la descarbonización del sector y de las economías europeas en su conjunto”, se limita a decir la declaración.

“Ambos países están de acuerdo en que la transición energética verde es la solución adecuada para asegurar un suministro energético seguro, asequible y sostenible en toda la UE, y que es fundamental incrementar las interconexiones y desplegar nuevos vectores energéticos, como el hidrógeno renovable y el almacenamiento energético”, agrega el texto al que ha tenido acceso elDiario.es.

Pero en las últimas horas lo que ha cobrado una mayor relevancia respecto a la cumbre ha sido la política de seguridad y defensa después de que la embajadora alemana asegurara que había conversaciones sobre el escudo antimisiles que propuso reforzar Scholz en agosto. Moncloa negó tajantemente que “el Gobierno de España haya recibido ninguna propuesta o comunicación al respecto”. La diplomática se refirió al “bajo nivel” de esas supuestas conversaciones que fuentes gubernamentales aseguran que desconocen y que, en todo caso, han podido ser extraoficiales.

No obstante, la seguridad y la política de defensa centran buena parte de los propósitos que se han fijado ambos países en el desarrollo de sus relaciones y la negociación de la declaración se ha medido al milímetro. “Ambos países están de acuerdo en la importancia de reforzar la cooperación en materia de armamento e industria de defensa para fortalecer las capacidades europeas en materia de defensa”, señala el documento del que ha desparecido la alusión al “ámbito de la defensa aérea” que figuraba en uno de los borradores. 

En un momento en el que el gasto militar se ha convertido en un elemento de tensión en el seno de la coalición, Sánchez reitera sus compromisos con los aliados. “España y Alemania están decididas a intensificar su cooperación en la aplicación del Concepto Estratégico de Madrid, aprobado en la Cumbre de la OTAN en junio, y a fortalecer la cooperación UE-OTAN. Están asimismo determinadas a desarrollar la Política Común de Seguridad y Defensa, a ejecutar la Brújula Estratégica a través de acciones concretas y a colaborar en proyectos PESCO”, señala la declaración.

Los gobiernos de España y Alemania han sellado un plan de acción conjunto para desarrollar de forma bilateral y en el marco de la UE con seis ejes fundamentales. Además de la seguridad y la defensa, fijan objetivos en materia de cooperación en política exterior que pasan por las migraciones y hace una mención a la vecindad sur, que es especialmente relevante para el Ejecutivo de Sánchez. “Continuaremos nuestra estrecha cooperación para avanzar en las relaciones entre la UE y África, especialmente en el contexto de un entorno geopolítico desafiante”, señala el documento.