El sector de la pesca sale a la calle en Galicia contra el veto en áreas vulnerables que entra en vigor hoy
El sector pesquero gallego ha salido a la calle para protestar contra el veto a la pesca de fondo en varias áreas profundas consideradas vulnerables por la Unión Europea. El acto tuvo lugar en la localidad coruñesa de Ribeira a última hora de la tarde del sábado, la víspera de que entre en vigor la prohibición, que ha recibido críticas de todo el sector, del Gobierno central y de las comunidades autónomas a las que afecta y de todos los partidos con representación en el Parlamento en Galicia. Las limitaciones para algunas artes pesqueras son, sin embargo, una vieja reclamación de colectivos ecologistas, que ponen el foco sobre los efectos medioambientales en el medio marino.
Centenares de personas se reunieron en la Praza do Concello de Ribeira bajo el lema 'Sen o mar morremos' y para reclamar una marcha atrás de Bruselas en este asunto. Las quejas se refieren a un reglamento aprobado por la Comisión Europea el 15 de septiembre que desarrolla una norma anterior para proteger los ecosistemas marinos vulnerables. En concreto, señala 87 áreas de este tipo, que ocupan unos 16.400 kilómetros cuadrados, en aguas comunitarias del Atlántico. A profundidades de entre 400 y 800 metros no se podrán usar artes de pesca que tocan el lecho marino, como el arrastre de fondo, el palangre de fondo y las nasas. Dentro de esas 87 áreas la actividad queda prohibida solo si se superan los 400 metros de profundidad, algo que no ocurre en 41 de ellas. Es decir, la prohibición afecta en realidad a 46 zonas.
Hace años que esta norma está sobre la mesa y, de hecho, el reglamento aprobado el mes pasado llega con cuatro años de retraso, pues estaba previsto inicialmente que estuviese listo en 2018. Con su concreción, el sector ha protestado de forma unánime. En la concentración tomó la palabra el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, que afirmó que lo que desean los trabajadores “solo es trabajar” y que los marineros son “los mas ecologistas”. Organizaciones del sector aseguran que la aplicación del reglamento es complicada y que sigue habiendo puntos que no están claros.
El presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Javier Touza, calificó la decisión de la UE de “injusta”. “Pone contra las cuerdas al sector”, insistió. El Ministerio de Pesca envió al sector las coordenadas de áreas en las que no pueden pescar para incorporarlas a los mecanismos de navegación de los barcos para “tener una cierta seguridad”, añadió, que ilustró las complicaciones de la aplicación con un ejemplo: si se arroja un arte al mar a 380 metros, “por efecto de las corrientes, igual se recoge a 420”. Cree también que puede haber tensiones en los caladeros al haber menos zonas disponibles para los barcos.
Touza puso el foco en la comparecencia del lunes del comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, ante Comisión de Pesca de la UE, que ha considerado “el último cartucho” para el sector. Confía en “salvar” al menos las artes fijas.
La conselleira do Mar, Rosa Quintana, ha atacado la decisión de la UE: “El verdadero veto que están intentando aplicar es sobre las personas”. Aseguró que las concentraciones seguirán hasta que la protesta sea “escuchada”. Ha apremiado al Gobierno central a que presente ya el recurso contra el veto, una decisión ya tomada. Según las cifras de la Xunta, están afectados de forma directa 200 barcos de capital gallego y hasta 4.400 tripulantes.
Respaldo de PP, BNG y PSOE
La protesta ha dejado una foto infrecuente: PPdeG, BNG y PSdeG detrás de un mismo lema. Ana Pontón, líder del BNG, pidió una moratoria para que el veto no se aplique desde este mismo domingo. La decisión es, en su opinión, “absolutamente arbitraria” y constituye “un ataque a la pesca gallega”. Aunque unidos por la misma causa, ha criticado al PP por “mentir con manipulaciones”. Paula Prado, secretaria general del PP gallego, había calificado horas antes a la formación de “verdes nacionalistas gallegos” y los había acusado de “hipocresía y deslealtad” por estar en el Parlamento Europeo en el mismo grupo que partidos que son los que, a su juicio, “ponen en riesgo” al sector. Prado afirmó que el veto es “uno de los golpes más duros de la historia” de Galicia.
En la concentración estuvo también presente el líder del PSdeG, Valentín González Formoso, que pidió unión para “dar la batalla” en todas las instancias para permitir que la pesca gallega pueda seguir faenando en las zonas vetadas.
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