Galicia no consigue detectar más de la mitad de los contagios de coronavirus

Daniel Salgado

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Más de la mitad de los gallegos que han pasado el coronavirus se han quedado fuera del radar de la Xunta. En concreto, el 56,5% de las personas que los han contraído lo han hecho sin que los servicios autonómicos de salud lo hayan detectado. Es una de las conclusiones derivadas de la cuarta ola del estudio de seroprevalencia del Instituto de Salud Carlos III, que arroja otro dato significativo: en Galicia, una de cada 20 personas se han contagiado de COVID; en el Estado, 1 de cada diez. En lo que no existe variación significativa es en la letalidad: el 1,15% en la comunidad; entre el 1 y el 1,5%, según los datos de muertes que se usen, en la media estatal.

La investigación abarca los 11 primeros meses del año. Su cuarta fase, que fue presentada el pasado martes, se basa en 51.000 test rápidos realizados entre 16 y el 29 de noviembre a ciudadanos de toda España. Alberto Núñez Feijóo anunció en abril que su gobierno elaboraría su propio estudio serológico con más de 100.000 pruebas. Llegó a presentar los resultados de la primera parte. De la segunda nunca más se volvió a saber, pese a que la Consellería de Sanidade aseguró el 20 de junio que esta había terminado y se publicaría “en una semana”.

El del ministerio y el Instituto Carlos III ha detectado que 120.977 personas han desarrollado anticuerpos de COVID en Galicia. Esta cifra contrasta con los casos detectados, que en las fechas de realización del estudio eran 53.366. A día de hoy, informa el Servizo Galego de Saúde (Sergas), son 57.526. Así, solo el 43,5% de los contagiados consta para el Sergas. La Rioja, con el 66,4%; Murcia, con el 61,4%; Euskadi, con el 56,6%; Aragón, con el 55,7% y Cantabria, con el 44,8% rastrean la epidemia de manera más eficaz que Galicia. Navarra, con el 43,3%, y Andalucía, con el 42,9%, lo hacen de manera similar.

Fue precisamente el sistema de rastreo de la Xunta de Galicia objeto de polémica una vez que Feijóo afirmó que eran 6.000 las personas que se encargaban de esa función. Incluía a todos los trabajadores de atención primaria, algo contra lo que las propias asociaciones colegiadas y sindicatos protestaron: no habían recibido ninguna instrucción ni formación en ese sentido. Unas semanas después, el conselleiro Julio García Comesaña decía en sede parlamentaria desconocer en qué consistía un rastreador. La propia OMS daba sin embargo una explicación clara. El proceso de seguimiento de la transmisión de un virus “se denomina rastreo y se puede dividir en tres etapas básicas: identificación de los contactos, elaboración de una lista de los mismos y su seguimiento”. En noviembre, Feijóo volvía a cambiar de versión sobre el rastreo y aseguraba que eran 700 empleados “que se dedican a esto a tiempo completo”. Esta indefinición estaba relacionada con los datos que el propio Instituto Carlos III ofreció en agosto y según los cuales Galicia era el territorio donde más casos no estaban relacionados con otros casos, es decir, no se sabía su origen.

Los datos ahora recabados muestran que el virus ha circulado poco por Galicia. Con la estadística estructurada por provincias, la de A Coruña es la segunda de toda España con menor afectación del virus, con un 3,8%, solo por detrás de Tenerife. Lugo, con el 4,3%, es la cuarta, superada solo por Las Palmas. En Pontevedra han aparecido anticuerpos en el 4,8% de los ciudadanos, y en Ourense en el 6,2%. Esta realidad tiene una doble lectura, ya que puede facilitar la extensión del coronavirus en hipotéticas futuras olas de la pandemia, al haber menos personas presuntamente inmunizados por anticuerpos.