El comité clínico que asesora a la Xunta de Galicia en la gestión y control de la pandemia de la COVID-19 trabajó con “extensos y muy completos informes” con datos de toda clase para actuar en todo momento. Pero hay preocupación, “y mucha”, por cómo funciona el rastreo de casos positivos, punto clave en el control de la extensión del coronavirus. “Existen errores de coordinación”, reconoció sin rodeos este viernes ante el Parlamento uno de los miembros de ese comité, Manuel Vázquez Lima, coordinador de Urgencias del Hospital do Salnés (Pontevedra).
Unos “errores”, remachó, que incluso pudieron potenciar la rápida propagación de la segunda ola de la pandemia este otoño. “El control de los brotes funcionaba bien hasta la expansión del virus en España y Europa”, indicó Vázquez. En el caso de Galicia, “aun estando mejor que en el resto del país”, los recursos “son difíciles de coordinar” a la hora de intentar frenar la curva de incidencias acumuladas.
A modo de ejemplo, este médico, a la sazón presidente de la Sociedad de Urgencias y Emergencias de Galicia, citó “errores de coordinación” en el rastreo de casos positivos o sospechosos de estar contagiados de COVID-19. Los profesionales de Atención Primaria son los encargados del control de las personas que han dado positivo, mientras que la central de casos es la que debe hacer un seguimiento de los convivientes o contactos, explicó.
Vázquez destacó que, si un médico de un centro de salud, al confirmarse el positivo de uno de sus pacientes, no llama a la central de casos para que vigilen a las personas que pudieran haber estado en contacto con ese enfermo, se rompe e imposibilita el rastreo del virus. Ese es el punto en el que hay incidir para mejorar el sistema, continuó Vázquez, y evitar errores que contribuyeron al empuje de la segunda ola de la pandemia. “En el control de incidencias acumuladas, nos gustaría hacer más, pero es difícil coordinar”, ahondó este miembro del comité clínico.
Vázquez Lima defendió la independencia de ese grupo de expertos que asesora en Galicia a la Xunta desde marzo. Detalló los múltiples informes de salud pública y epidemiológicos con toda clase de datos e información (datos de rastreo, incidencia por municipios, números de PCR que se realizan, incidencias localizadas del virus, entre otros) con los que trabaja a diario este comité para “recomendar” al Ejecutivo las medidas a adoptar para el control y gestión de la pandemia. “Nosotros recomendamos, pero las decisiones últimas las toma el Gobierno”, aclaró. Hay, admitió, “diferencias internas”. Las más recientes fueron en las largas reuniones que concluyeron con la decisión de cerrar, a partir de esta medianoche, 60 municipios de Galicia, incluidas las siete ciudades.
“Había un grupo partidarios de medidas más blandas, que decía que se podía esperar, y otro grupo que defendía medidas más restrictivas”. Estas fueron las que finalmente se impusieron. Vázquez Lima defendió que la protección de la salud “esté siempre por encima de la economía”, en referencia a quienes dentro del comité clínico y la Xunta eran reticentes al cierre de bares y restaurantes.