El ministro de Sanidad, Salvador Illa, espera que en poco menos de dos meses la vacuna contra la COVID empiece a distribuirse en España pero habrá que esperar hasta otros cinco meses hasta que haya un porcentaje importante de población vacunada que permita acometer la pandemia con nuevas herramientas efectivas. Según ha explicado a los medios de comunicación durante una visita a los laboratorios farmacéuticos que el Grupo Zendal tiene en Galicia, España ya ha cerrado contratos con fecha de entrega con tres laboratorios. Todo pasa ahora porque las autoridades del medicamento den luz verde al remedio. Según Illa, “Si no han superado los análisis clínicos no se van a administrar. No basta con que la vacuna sea segura, debe ser eficaz”.
Durante su visita a Galicia y acompañando a su homólogo gallego, Illa ha afirmado: “Creo que a principios del año que viene podríamos empezar a administrarla y necesitaríamos otros tres, cuatro o cinco meses hasta que haya un porcentaje suficiente de población vacunada y podamos empezar a plantearnos ir a un estadio de combate contra el COVID distinto”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha mencionado este jueves los horizontes que plantea la llegada de vacunas para concluir que espera que tras el periodo de seis meses de duración fijado para el estado de alarma, en el mes de mayo, “puedan desarrollarse las campañas de vacunación con las nuevas vacunas que podrían estar listas para ese momento”.
Los argumentos de ambos miembros del Gobierno coinciden en que la llegada del remedio contra la COVID no supondrá una solución inmediata, ya que esta no llegaría hasta que haya un número importante de ciudadanos inmunizados. Así las cosas, el Gobierno sitúa en la próxima primavera o inicio del verano el momento en el que se pueda cruzar el punto crítico de la pandemia.
Según ha explicado Illa, hay ya tres contratos cerrados: “Con la compañía AstraZeneca –que desarrolla la vacuna junto a la Universidad de Oxford–, con la compañía Sanofi y con la compañía Johnson & Johnson”. El primero de esos contratos tiene, según el Gobierno, “fechas concretas de entrega de dosis” de las que a España corresponderían en un primer envío algo más de tres millones de unidades.