El Supremo confirma 12 años de cárcel para un fraile de O Cebreiro por abusar de dos jóvenes
El Tribunal Supremo ha decidido confirmar la condena de 12 años de cárcel impuesta a un fraile franciscano de la parroquia lucense de O Cebreiro por abusar sexualmente de dos jóvenes. Una de sus víctimas era una menor de 16 años y la otra era un joven de 20 años con una discapacidad intelectual leve, primo de la primera. Los abusos, según declara probado en firme la Justicia, tuvieron lugar entre 2014 y 2015 tanto en una casa de la familia del religioso como también en la sacristía del propio santuario. Abusaba de los dos y después les daba pequeñas cantidades de dinero, decía, para que “callase la boca” y no relatase los abusos a su familia.
Los jueces declaran probado en firme que el acusado consiguió que el padre de la chica diese permiso a la víctima para ir a su casa en A Pobra de Trives para ayudarle a limpiar y recoger. La joven, con “capacidad intelectual límite”, se encontró con que la casa estaba perfectamente recogida. Una vez allí el fraile empezó a decir cosas como que “quería desconectar, que se encontraba muy solo y que necesitaba a alguien para contarle sus cosas, suscitando la compasión de la menor”. Ese fue el primer episodio de abusos.
Hizo lo mismo posteriormente con el otro joven, primo de la víctima menor de edad, llegando incluso a emborracharles para facilitar los abusos. Actuaba, además, aprovechándose de la difícil situación de sus víctimas de su discapacidad. El Supremo relata: “Actuó prevaliéndose nuevamente de su situación de superioridad manifiesta derivada de la precaria situación personal, familiar y económica” de uno de ellos además de “abusando y aprovechándose del déficit intelectual” del otro.
El Tribunal Supremo es contundente al explicar que este religioso se aprovechó de sus víctimas. Asegura la sentencia: “Aunque lo niegue, existe un aprovechamiento de las circunstancias de sus víctimas. No elige a cualquiera. Elige a quien sabe perfectamente que entraría en sus parámetros para conseguir llevar a cabo sus perversos fines. Y, en efecto, lo consigue”. El Supremo explica que existía una “ascendencia personal que influye psicológicamente en sus víctimas y él lo sabía, y aprovechamiento de las circunstancias que forman un todo para facilitar el operativo sexual que va in crescendo”.
El fraile abusador también tomaba imágenes de los asaltos que perpetraba sobre estos jóvenes. Los investigadores explicaron durante el juicio que intervinieron, en total, 114 fotografías “de ese corte sexual” y el Supremo valora que su descripción evidencia una cosa: “Que los hechos son delictivos y hay prueba de cargo, pese a que el recurrente sostenga que se trata de actos mutuos y traslade las culpas a la víctima de su ”querencia“ por lo digital”.
Segundo religioso condenado
Se trata de la segunda sentencia condenatoria dictada por los tribunales en las últimas semanas contra un religioso por abusos sexuales cometidos en Galicia. Hace unos días la Audiencia Provincial de Pontevedra impuso 32 años de cárcel a un sacerdote por abusar de seis menores a los que daba clase en el Colegio Salesianos de Vigo. La condena también acarrea 36 años más de libertad vigilada.
Según la resolución, el religioso perpetró los abusos durante un campamento al que llevaron a los menores en Cambados, en una peregrinación a Santiago y también en una sede de una asociación juvenil vinculada al centro mientras veían un partido de fútbol.
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