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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Una urbanización de lujo amenaza el parque natural de Corrubedo

La sociedad Xarás SL ha solicitado recientemente el desarrollo de un proyecto de urbanización de lujo con dos campos de golf al lado del parque de dunas de Corrubedo, en la parroquia de Artes, en el municipio de Ribeira. Ocuparía 600.000 metros cuadrados y contaría con un hotel, cientos de viviendas y hasta un helipuerto privado. Esa es la advertencia que hace la asociación ecologista Verdegaia, que denuncia que la finca en la que se pretende construir esta macrourbanización está clasificada en su mayor parte como suelo rústico de protección forestal, por lo que para llevarla a cabo “se precisaría la modificación del PGOM” con la correspondiente recalificación del terreno, donde también hay una zona de protección especial por su patrimonio al encontrarse en su interior el Castro de Artes, un importante yacimiento arqueológico.

“Los terrenos lindan con el Parque Natural de Corrubedo, uno de los pocos espacios protegidos de una muy insuficiente Red Natura gallega que ya sufre muy fuertes impactos: consumo del territorio, urbanización en el medio natural, pérdida de conectores biológicos entre espacios naturales, contaminación de acuíferos, desfiguración del paisaje, presión humana, incremento del tráfico, ruido o contaminación lumínica nocturna”, advierte Verdegaia, que considera que un proyecto tal “no puede ir adelante solo con el visto bueno de la Administración”. “Dudamos mucho de que pudiera pasar el trámite de consultas de una evaluación ambiental hecha con seriedad”, insiste el grupo ecologista, que esperará a que este proyecto pase la exposición pública para hacer los correspondientes alegatos y que solicita al Ayuntamiento de Ribeira que aporte toda la documentación de la que dispone sobre la iniciativa, a la que también se oponen ya el BNG y otros colectivos de la comarca.

Verdegaia alerta de que los campos de golf “generan un alto número de problemas ambientales (la producción y empleo de fertilizantes, el empleo de maquinaria, la introducción de especies exóticas de hierbas que invaden zonas adyacentes y el consumo elevado de agua, entre otros)”. “Este tipo de proyectos producen un fuerte impacto en el suelo, en el territorio, en el paisaje, en la flora y en la fauna, alteración del régimen fluvial, del aire y de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas presentes en la zona”, insiste.

Así, recuerda que instalaciones como la prevista requieren un enorme consumo de agua, “equivalente al consumo doméstico en una ciudad de 15.000 habitantes”. “Ribeira tendría que disponer del doble de agua de la que se está consumiendo ahora”, dice Verdegaia, que suma a esta necesidad la del consumo de los varios cientos de viviendas previstas. “¿Se podría garantizar un suministro adecuado en todas las épocas del año para toda la población?”, se pregunta, tras recordar, ante la posibilidad de abastecerse del arroyo que transcurre por la finca, que las aguas están comunicadas unas con otras. “¿En qué medida podría afectar a otros arroyos vecinos, o incluso a la hidrografía del Parque de Corrubedo, un consumo de agua como el previsto? ¿Se cuenta con algún informe de Augas de Galicia que evalúe los impactos del proyecto para el régimen hidrográfico de la zona?”, añade.

Además, asegura el colectivo ecologista, los campos de golf “son monocultivos, cuyo mantenimiento requiere el uso de grandes cantidades de fertilizantes y pesticidas que acaban por contaminar las aguas subterráneas de las que nos abastecemos y provocan una pérdida de biodiversidad”. Según Verdegaia, los campos de golf ligados a distintas operaciones urbanísticas ya están dando “muchos problemas a sus promotores y a los ayuntamientos donde se sitúan”. “Ejecutados solo para vender pisos o casas, caen rápidamente en el olvido y los bancos buscan a quien vendérselos desesperadamente. Llega con el ejemplo de Costa Golf Miño para saber cómo podemos acabar”, dice.

Ante la situación, y antes de modificar el PGOM, *erdegaia cree que el Ayuntamiento “debería hacer público el listado de viviendas vacías que hay en Ribeira y reflexionar y mover a la ciudadanía a reflexionar sobre la necesidad de construir nuevas viviendas”. “No queremos otro pelotazo urbanístico en Ribeira”, remata.