La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

La Xunta indigna a una comarca de Ourense al suprimir la atención a partos en su hospital

La decisión se supo el pasado viernes pero llevaba tiempo preparándose. El Sergas ha decidido suprimir la atención al parto en el Hospital Comarcal de Verín, por lo que las mujeres gestantes de la zona tendrán que desplazarse al Complejo Hospitalario de Ourense (CHOU) para dar la luz a partir del próximo 1 de diciembre.

Es otra decisión cargada de polémica que ya ha provocado las protestas de toda la oposición -que acaba de pedir conjuntamente la comparecencia urgente del conselleiro Vázquez Almuiña-, del personal hospitalario y de buena parte de la ciudadanía de la comarca. Todos acusan la Consellería de Sanidade de dar un paso más en el “desmantelamiento de la sanidad pública”.

La gerencia del área sanitaria de Ourense, O Barco y Verín justifica la decisión en la baja natalidad de la comarca de Monterrei, con unos 60 partos previstos en este año, y en los criterios de las sociedades científicas derivados de esa baja actividad de los servicios de ginecoloxía, obstetricia y pediatría. En el lado contrario, las críticas de quien se pregunta cómo se va a evitar la caída en los nacimientos y la despoblación mientras se siguen suprimiendo servicios fundamentales en las zonas rurales o alejadas de las ciudades.

Este mismo lunes, el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, reunió a las mujeres afectadas para intentar darles una explicación. No pudo. En un auditorio repleto, ciudadanía y personal del centro pidieron su “dimisión” a gritos y advirtieron de la “lucha” en Verín por un hospital en condiciones. Entre mucha tensión, se vio obligado a abandonar el recindo prometiendo atender las dudas de las embarazadas una a una, momento en el que algunas de ellas lo abordaron reclamando respuestas y recriminándole la supresión del paritorio y el riesgo que supondrá tener que desplazarse unos 70 kilómetros en el momento de dar a luz.

El recibimiento a Rubial fue el contrario al recibido por las matronas del centro, entre aplausos, que aseguraron que los documentos en los que el Sergas basa su decisión se refieren a la imposibilidad de formación de facultativos en el caso de bajar de un número de partos anuales en un centro. Aseguran que esa es la verdadera razón de la supresión de este servicio, además de la falta de pediatras en la comarca. “Al estar en riesgo esa cifra mínima en Ourense, prefieren derivar allí los nacimientos”, explican.

Porque la cosa va más allá. Con el cierre del paritorio, el Sergas suprimirá también la plaza de pediatría. Fuentes del personal hospitalario advierten de que la decisión fue, precisamente, al revés. “Al tener dificultades para contar con un pediatra de guardia en Verín que atienda cualquier problema, porque no quieren venir ni son incentivados para que vengan, Sanidade opta por que se dejen de atender partos”, dicen desde la comisión de centro, que muestra su indignación ante decisiones del Sergas “que no se pueden consentir”.

La gerencia del área sanitaria alude al “claro consenso en todas las sociedades científicas y profesionales” que indicarían que debe haber “un número mínimo de partos para garantizar una atención segura y de calidad y minimizar los riesgos”. Xosé Lois Doval, jefe de Ginecología, asegura que lleva años pasando informes que indican que la asistencia no era la idónea, lo que supuso también el enfado del personal. La pregunta que se hacen usuarios y profesionales es si, entonces, el Hospital de Verín ha estado años atendiendo sin garantías. “Si lo seguro ahora es acudir a Ourense, lo que se hacía antes era inseguro?, se cuestionan. En el fondo, los recortes y la austeridad siguen siendo los señalados. 

“¿Qué seguridad hay si una mujer tiene que parir en el camino que recorre los 70 kilómetros o más de distancia hasta Ourense?”, se preguntan las matronas, que insisten en que el Sergas “ponga los medios necesarios en Verín para que los partos se lleven a cabo con normalidad y de forma segura”. Rubial, por el contrario, ha insistido este lunes en que no permitirá un parto más en este centro “por calidad y seguridad”.

Una hora de viaje en coche para dar a luz

La cuestión es que, a partir del próximo lunes, una mujer de parto tendrá que desplazarse hasta Ourense desde esta comarca. Son 50 minutos en coche desde Verín, pero algo más desde la localidad vecina de Riós, casi una hora desde Vilardevós o hora y pico desde Laza. Problemas añadidos para una zona que lleva años denunciando la escasez de medios y personal en su sanidad pública.

“La baja natalidad es un fenómeno que se da en toda Galicia, no sólo aquí; los partos disminuyen, es obvio, pero lo que hay que hacer es poner las condiciones para que den a luz con seguridad, así de claro”, advierten desde la comisión de centro, que espera que el Sergas “dé marcha atrás” en una decisión “política” y fruto de los “recortes que lleva a cabo la Xunta”. “El Hospital de Verín tiene que dotarse del personal necesario”, aseguran.

Todo viene derivado, advierten, de la antigua condición de fundación sanitaria del hospital. Aquel primer experimento sanitario de Feijóo que acabó quebrado y rescatado. Después de que el Consello de Contas certificase su “grave situación financiera”, las continuas irregularidades en las contrataciones y la precariedad laboral “no admisible”, el gobierno bipartito lo acabó rescatando después de inyectar 4 millones de euros para acabar por disolver las fundaciones, que pasaron a ser centros plenamente públicos. “Hace más de diez años de eso y todavía no contamos con los mismos medios y personal que otros centros de titularidad pública”, dice la comisión.

La oposición se une contra la “inaceptable” decisión

Así, la oposición se ha unido para calificar de “inaceptable” la decisión y solicitar que el conseleiro de Sanidade ofrezca explicaciones en la Cámara. El secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, lamenta la “falta de compromiso” de la Xunta con una sanidad pública de “calidad”, una situación que dice que “afecta con más gravedad los ayuntamientos pequeños y las zonas del interior”.

Además, recuerda que la decisión llega desde el área que dirige Félix Rubial, que “durante su etapa en el área de Vigo hizo que 100.000 personas salieran a la calle para protestar por las políticas sanitarias de Feijóo”. Por su parte, Común da Esquerda considera “inadmisible” el cierre. Su diputada Eva Solla cree que es “la crónica de una muerte anunciada”. “Llevan mucho tiempo denunciándolo los y las profesionales; esto confirma el vaciado de los hospitales comarcales, algo ya advertido tanto cuando se suprimieron sus áreas sanitarias como cuando se modificó la Lei de Saúde de Galicia”.

Desde el BNG, la diputada ourensana Noa Presas, califica de “incomprensible”, una “tomadura de pelo” y “un disparate” la decisión del Sergas, de la que ya había advertido el Bloque “a pesar de que el conselleiro lo negó”. “En lugar de tener dificultades para tener personal y decidir enviar a las mujeres a parir así, ¿por qué no se incentiva a los trabajadores para que trabajen allí?, se pregunta. La formación nacionalista pide una ”rectificación inmediata“ a la Xunta para que mantenga el servicio de atención al parto y las guardias de pediatría. Así, su portavoz nacional, Ana Pontón, se pregunta si esta es ”una de las medidas estrellas del PP para la dinamización demográfica, recortar los recursos a disposición de las mujeres“.

En Marea, por su parte, califica la decisión del área sanitaria de “violencia institucional contra las mujeres”. “Esto supone que una persona que rompa aguas tenga que recorrer una distancia de hora y media hasta parir en el Hospital de Ourense, generando riesgos para su salud y la de los bebés, generando el riesgo de partos no deseados en la autovía, en los coches, sin atención sanitaria”, dice su portavoz, Luís Villares.

Las críticas también han llegado desde la Asociación Galega pola Defensa da Sanidade Pública (AGDSP), que recuerda que ya había denunciado que “la desaparición das áreas sanitarias para crear los EOXIS estaba dirigida a desmantelar los hospitales comarcales, como demuestra el cierre de un nuevo servicio en el Hospital de Verín, como ya pasó en el Barco de Valdeorras o en Monforte”.

Por eso, tanto desde la AGDSP como SOS Sanidade Pública consideran “necesario y urgente” convocar una “nueva movilización contra el desmantelamiento de estos hospitales que acercaban la atención a las áreas rurales más alejadas de los grandes centros sanitarios de las ciudades”.

Por el momento, para el próximo sábado 30 de noviembre hay convocada ya una manifestación “en defensa de la sanidad pública en la comarca de Monterrei” a partir las 17 horas desde el Hospital de Verín, al que se le dará “un abrazo simbólico”. “No permitas el desmantelamiento”, dice la convocatoria de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Publica de la zona, que teme que la pérdida del paritorio sólo sea el inicio de más supresiones.

No será la primera movilización ni seguramente la última. Hace alrededor de año y medio, una gran marcha recorría las calles de Verín denunciando los recortes que ahora parecen confirmarse. Luego, la Xunta negó el “desmantelamiento” del hospital y calificaba de “irresponsables” las críticas.