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La Xunta quiere cubrir las vacaciones de los médicos de familia con residentes que no han finalizado su formación

La Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (AGAMFEC) ha denunciado la intención de la Xunta de sustituir a facultativos de atención primaria, durante sus vacaciones de verano, por residentes que todavía no han finalizado su formación. Sanidade responde que los residentes de cuarto año, que este curso finalizarán en septiembre y no en mayo -ya que en 2020 se incorporaron más tarde por causa de la pandemia-, deben completar “por lo menos dos meses de actividad de forma autónoma” y que asumirán esas funciones asistenciales “complementarias” siempre de forma voluntaria.

AGAMFEC culpa de esta situación a la “falta de planificación” de la Consellería de Sanidade que, “en contra del criterio del Ministerio”, utilizará a los MIR como “mano de obra barata en lugar de como profesionales en formación”.

El portavoz de la Asociación, Jesús Sueiro, considera que el Servizo Galego de Saúde (SERGAS) actúa “sin rubor” para tratar de solventar la escasez de profesionales. “Anticipar el fin de la residencia para cubrir las vacaciones de los titulares e incluso la posibilidad de trabajar en servicios de urgencias supone una vulneración del período formativo” además de mostrar el “desprecio” a la atención primaria.

Por un lado, “porque en el cuarto año es cuando más tiempo pasan los residentes en la consulta con su tutor y parece que, como ya rotaron por el hospital, ya son médicos de familia de sobra”; por otro, “supone una falta de consideración por el esfuerzo y dedicación de los tutores a su labor docente, ya de por sí sin ninguna consideración ni recompensa”.

“Como sociedad científica que defiende la excelencia de la formación de los residentes y como tutores que somo la mayoría de nosotros, pedimos a la Consellería que no asuma estas desconsideraciones hacia la atención primaria y los docentes si no quiere que acabemos desertando de esta tarea tan mal reconocida”, concluye Sueiro.

La Xunta culpa al Ministerio

Sanidade responde que el retraso de cuatro meses en la finalización del MIR respecto a su fecha habitual no es exclusivo de la atención primaria, ni tampoco de Galicia, ya que el aplazamiento derivado de la pandemia afecta a todos los MIR de cuatro años en el conjunto del Estado. Pese a ello, y a pesar de las reiteradas solicitudes, asegura que el Ministerio “no adoptó ninguna medida” para evitar la situación que se producirá durante el verano.

Tan sólo, según dice, “tal y como está recogido en el programa formativo de la especialidad”, el Ministerio se remite “a la necesidad de que los residentes de cuarto año de medicina de familia, completen por lo menos dos meses de actividad de forma autónoma de una consulta”. 

Como tampoco hubo una “instrucción conjunta” desde Madrid para el desarrollo de este período, la Xunta entiende que le corresponde “dictar las instrucciones” a cada comunidad autónoma.

La respuesta de la Consellería finaliza asegurando que, por todo lo anterior, “y ante la falta de respuesta do Ministerio”, son las comunidades autónomas las que deberán adoptar las medidas para “adaptar” la finalización del tiempo de formación, “con la evaluación por los tutores del proceso, en período estival”.

El SERGAS afirma que “adaptará” las actuaciones “siempre en coordinación con las comisiones de docencia y los tutores de las distintas especialidades” y “basándose en la voluntariedad de los residentes en el desarrollo de las funciones asistenciales que complementariamente se les puedan asignar”.

Segundo intento

La Xunta ya intentó poner en marcha esta medida a principios de 2023 en una zona limitada, el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés. Lo hacía entonces como solución “extraordinaria” a la falta de médicos en la provincia, lo que provocaba que los facultativos tuviesen más de 70 consultas en una jornada o que los Puntos de Atención Continuada (PAC), donde se atienden las urgencias extrahospitalarias, quedasen a cargo de una enfermera.

La denuncia de AGAMFEC cierra una semana que se abrió con el anuncio de los cuatro colegios médicos de Galicia de llevar al Tribunal Supremo el programa XIDE, que deja en manos del personal no sanitario de los centros de salud la decisión de priorizar y decidir la forma de atención de los pacientes. El Consello Galego considera que este “triaje encubierto” supone poner “un acto médico” entre las competencias de personal no sanitario. El XIDE lleva dos años en funcionamiento y ha encontrado el respaldo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.