La Fundación Caja Madrid va a devolver los 462.549,95 euros que hasta ahora habían reintegrado, “sin haber sido solicitados”, nueve titulares de tarjetas 'black', porque entiende que “no le corresponde reclamar para sí la restitución del dinero gastado”, según ha explicado hoy en un comunicado.
Los asesores legales de la fundación, que aglutina la obra social, El Monte de Piedad y la antigua Fundación Caja Madrid, han llegado a la conclusión de que es a Bankia a quien corresponde la actividad financiera de la extinta caja, incluyendo “los activos y pasivos derivados de las tarjetas de consejeros y directivos”.
La fundación subraya que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) “ha habilitado una cuenta en Bankia para la devolución de las cantidades relacionadas con las tarjetas y ha solicitado a la Fundación que se traslade esta información a las personas que se han interesado en devolver cantidades en su cuenta o se interesen en el futuro”.
La entidad, que no se pronuncia sobre las posibles responsabilidades penales de los usuarios de las tarjetas (incluyendo a su hasta hace poco presidenta, Carmen Cafranga, que dimitió por el escándalo), tampoco identifica quiénes son los nueve beneficiarios de las tarjetas que ya habían devuelto a la entidad el dinero gastado.
Entre ellos estarían el economista Juan Iranzo, el empresario Arturo Fernández, el socialista Virgilio Zapatero, el expresidente de Renfe Miguel Corsini y el actual consejero delegado de OHL y yerno de Juan Miguel Villar Mir, Javier López Madrid.
Por otro lado, el ex director financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj ha consignado en la Audiencia Nacional los 484.200 euros que cargó a su tarjeta opaca y se ha desvinculado de la gestión de este incentivo al afirmar que se le entregó como un complemento “muy poco significativo” de su salario y que ya se usaba en la década de los 80.
Sánchez Barcoj ha entregado al Juzgado Central de Instrucción número 4 un cheque por ese importe ante el silencio recibido por parte de la Fundación Caja Madrid, a la que inicialmente quiso devolver esa cifra tras el estallido del escándalo.
En el escrito en el que acompaña el cheque, al que ha tenido acceso Efe, recuerda que ya reintegró otros 98.789 euros que asumió Bankia y que quiere hacer lo propio con los que sufragó Caja Madrid para eliminar “cualquier daño” que le haya podido causar y hacer frente a la responsabilidad civil que pudiera derivarse del caso.
Sin embargo, la “mano derecha” del expresidente Miguel Blesa, que mañana declara como imputado ante el juez Fernando Andreu por estos hechos, subraya que es “rotundamente falso” que haya intervenido en la creación de las tarjetas.
También es erróneo, añade, que, tal y como aseguró Bankia en el informe que remitió al FROB, la “raíz de su existencia” se localizara en la Dirección Financiera de la caja, cuyas riendas tomó en todo caso en mayo de 2007, ya que su origen data de los años 1980.
Sobre su opacidad, Sánchez Barcoj destaca que las “retenciones que hubiese procedido hacer y no se han hecho” no eran en ningún caso una de sus funciones y que el uso no podía ser desconocido por la Inspección, que revisaba las cuentas de la entidad.