Los protagonistas de las historias de 'Porn as Therapy' podríamos ser cualquiera de nosotros. En sus fotos y en la narración se habla de miedo, de inseguridades, de vergüenzas. De problemas del día a día, de conocer a alguien por casualidad, hablar, cenar... y de tener sexo. Es un porno más verosímil y menos prefabricado que el que estamos acostumbrados a ver, que nos acerca hasta nuestras propias problemáticas y hace que nos sintamos identificados.
Quien está detrás de este proyecto es el filósofo y escritor Alain De Botton, miembro de The School of Life, una institución educativa con sede en Londres. Está convencido de que el porno desempeña un importante papel en nuestra vida al entrenar nuestros deseos y educarlos. También de que puede ser terapéutico, ayudar a resolver nuestros problemas y hacer que nuestra vida sea mejor, siempre que nos veamos representados en sus tramas. Sin embargo, la idea que tenemos del porno es muy distinta: pechos y penes grandes, mujeres y hombres altos, con glúteos bien formados y capaces de ensayar acrobacias casi imposibles para el resto de la humanidad.
Precisamente por eso, tal y como explica a HojaDeRouter.com, De Botton considera que “el porno es un fracaso colectivo”, no por el hecho de existir sino porque la propia industria “ha fallado”, ha arruinado la vida de algunas personas generando conflictos en matrimonios y haciendo que los padres vivan con miedo a que sus hijos lo consuman. En este sentido, la directora sueca de cine erótico Erika Lust comentaba hace unos meses en una conferencia TED que es hora de que el porno cambie, entre otras cosas, porque hoy en día se ha convertido en parte de la educación sexual.
Ese porno que estamos acostumbrados a ver distorsiona la realidad, hace que la gente se sienta avergonzada por no ser igual o no poder hacer lo mismo que ve en la pantalla.“Se ha dejado en manos de personas que no parecen estar interesadas en nada más allá del sexo”, señala De Botton.
No les importan otros aspectos importantes de la vida como la autocomprensión, el saber relacionarse con los demás o el conocerse a uno mismo. Por eso 'Porn as Therapy' plantea que lo primero y más importante para producir “buen porno” es sustituir a sus estrellas en pantalla, esas con las que el resto de ciudadanos no se sienten identificados.
Una de las actrices porno españolas más famosas del momento, Amarna Miller, que participa en una de las historias de esta serie, nos cuenta que es algo que ya se ha empezado a hacer. “En estos momentos, una chica con el pecho operado tendrá dificultades para encontrar trabajo, igual que un chico muy musculado” porque lo que se empieza a buscar es gente normal, con cuerpos normales. “Por este mismo motivo yo estoy triunfando en el porno”, reconoce.
Por otro lado, De Botton cree que “casi todas las webs de porno del mundo son de mal gusto”. La solución está en cambiar sus típicas categorías – 'amateur', sexo anal, tetas grandes, etc. – por otras que se centren en aspectos más psicológicos.
Una de las secciones a las que se refiere habla de la soledad, de individuos aislados que superan su timidez y su reserva para acabar expresando su sexualidad sin verguenza, sentimiento de culpa o represión. También funcionaría con aquellas personas que necesitan normalizar el sexo, para los que piensan que sus fantasías son sucias o necesitan adquirir seguridad.
Es precisamente el episodio de 'Porn as Therapy' en el que participa Amarna Miller, y en él se habla de cómo dos personas que no se conocen demasiado entran en contacto íntimo. Habla de “ese sentimiento que tienes cuando te acuestas con alguien por primera vez y estás con el nerviosismo de qué pensará la otra persona de mí. Tienes que tratar con tus propios complejos y con los del otro”.
Dice la actriz que lo más interesante de un proyecto como este es que se está representando la pornografía dentro de otros ámbitos, de forma más verosímil y cercana a lo que cualquiera puede vivir en su intimidad. Más allá de esto, y precisamente por ello, también está rompiendo con el estereotipo machista que predomina en la industria.
La actriz española considera que en la sociedad occidental, por culpa de la tradición religiosa, se entiende el sexo como algo sucio, humillante y hasta degradante. “Hay muchos conceptos negativos asociados que siguen latentes y, en parte, nuestra responsabilidad es desaprenderlos” y comenzar a entender que la sexualidad, el cuerpo desnudo y la emocionalidad son “algo bonito”.
Mucha iluminación, posturas acrobáticas, vestuarios repetitivos... Amarna opina que en el porno hacen falta otras cosas. Con este proyecto, a su juicio, se está representando una forma más profunda de entender la sexualidad. “No solamente como mete-saca”, sino también como sentimientos, emocionalidad y con esa visión más profunda de lo que significa tener sexo con otra persona “que no solo es algo físico sino también espiritual”.
El filósofo, por su parte, insiste en que no debemos ver el porno como algo negativo ni tratar de eliminarlo, puesto que el anhelo de la estimulación sexual no va a desaparecer. “Cuando la gente come mal no hacemos que deje de comer”, sino que intentamos mejorar su dieta. Piensa que algo así podría aplicarse al contenido para adultos en la Red. Un “porno mejor” no será más interesante, loco o emocionante: será mejor en el sentido de estar más adaptado a nuestra forma de vida.
-------------
Las imágenes utilizadas en este artículo son propiedad de Vicki King para The School of Life.Vicki King para The School of Life