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“Era como un gran grupo de WhatsApp”: el desembarco de Twitter en España según sus protagonistas

Ocho años de Twitter: ¿cómo ha cambiado la red social en este tiempo?

Lucía El Asri

El 21 de marzo de 2006, hace más de ocho años, Jack Dorsey publicó el archiconocido primer tuit de la historia.

Se trata al menos del primer tuit 'oficial', pues a juzgar por la URL del mensaje se publicaron 19 antes, cuando estaban probando la herramienta. A Dorsey lo siguieron Biz Stone, también cofundador, y otros trabajadores de la antigua Odeo, empresa en cuyo seno nació Twitter. Evan Williams, por entonces consejero delegado, no se estrenó hasta pasado un tiempo, lo que refuerza la teoría de que no tenía mucha fe en esto del ‘microblogging’. Era el primer episodio de la telenovela de esta red social.

Meses más tarde, concretamente en noviembre de 2006, el servicio llegó a España. En un primer momento fueron pocos los que lo utilizaron, la gran mayoría personas vinculadas con el mundo de internet y de la comunicación. Entre ellos se encontraban @Maguiso, @Furilo, @Trampantojo, @Anika, @Mamuso, @Ferblape y @LimaLimon.

Ellos son los pioneros de Twitter en España, o al menos es lo más profundo que hemos conseguido escarbar.

Sus primeros tuits fueron, cuando menos, curiosos. Desde el “trying to see the light” de @Maguiso, pasando por “probando mootools” de @LimaLimon, hasta llegar a “reviewing mootools” de Mamuso o “writing an sms” de Trampantojo.

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¿El WhatsApp de 2006?

Precisamente con estos dos últimos, @Trampantojo y @Mamuso, hemos hablado para revivir aquellos momentos, saber qué pensaban entonces de la red de 'microblogging' y cómo ha evolucionado hasta nuestros días.

Ana Álvarez Sierra (@trampantojo) se unió a Twitter el 21 de noviembre de 2006, cuando la gente de su sector profesional (internet, diseño y usabilidad) comenzó a hablar de este servicio. Define sus inicios como una herramienta de comunicación entre los que formaban parte de la comunidad. Muy pocos, gente del sector que no trabajaba mesa con mesa, pero que se apreciaban y querían saber unos de otros.

La utilidad de la red social por aquel entonces era prácticamente nula. ¿Los tuits? Desde “por fin llego a casa” hasta “cogiendo el coche para ir al aeropuerto”. En los primeros meses era más bien un experimento, probar cómo funcionaba, qué podía hacerse con la nueva herramienta. Nada más allá.

El primer tuit de @trampantojo fue “writing an sms”. Para ella era como escribir un mensaje de texto que podía enviar de forma masiva a un grupo de personas. “Era como un gran grupo de WhatApp”. El usuario con el que más interactuaba Ana era @mamuso, con el que había trabajado anteriormente. Fue una forma de acceder a él, de decir “oye, ¿cuándo quedamos?”.

El primer tuit de @mamuso (Manuel) fue “reviewing mootools”, publicado el 27 de noviembre de 2006. Comenzó a utilizar Twitter por razones similares a las de Ana: trabajaba en The Cocktail que, por aquel entonces, aún era una consultora pequeña. Él y algunos de sus compañeros decidieron registrarse en la red social para experimentar, para jugar con ella. “Y la verdad es que no entendía muy bien para que valía todo esto”, afirma. Reconoce que en ese momento la comunidad de usuarios era tan pequeña que nadie se paraba a pensar en su carácter público.

Describe la sensación como una “falsa privacidad” que, en el fondo, gustaba a quienes usaban la red social en sus comienzos. Es por eso que no les importaba hacer bromas internas: ¿quién iba a pensar que podría ser leído por otra persona ajena a su “comunidad”?

Lo que más se comentaba era la obligación de generar mensajes de 140 caracteres, en comparación con Facebook, que no establecía ese tipo de limitaciones. Esa adaptación era como un juego, comenta la tuitera. “Hacía que te esforzaras en hacer comentarios muy cortos y precisos”. También llamaba la atención el “lenguaje del retuit”. Al principio no existía la obsesión por tener muchos seguidores, conseguir muchos retuits o acumular favoritos.

¿Cuándo empezó a ser una herramienta útil?

Es a mediados de 2007 cuando @trampantojo comienza a seguir a gente relacionada con su ámbito profesional, que empezaban a utilizar la red social para compartir lo que estaban leyendo. “Es en ese momento cuando yo me hago adicta a Twitter”. Al principio su cuenta era pública, pero, después, cuando aumentó el número de usuarios, decidió hacerla privada. Le puso el famoso candado, pero le duró poco. “Al final me parecía una tontería mantenerlo en privado porque empezaba a utilizarla para el ámbito profesional”.

Fue en ese momento, también, cuando comenzó a ser más exigente con los usuarios a los que seguía. Decidió borrar aquellos que no tenían ningún valor y que seguían utilizando el servicio para dar los buenos días.

De hecho, @mamuso explica que apenas fueron conscientes de que comenzaba a llegar más gente a Twitter hasta que, un buen día, alguien que no pertenecía al núcleo “de siempre” contestó a un tuit de uno de sus compañeros. “Ahí tomamos tierra y repensamos la herramienta, porque lo que escribíamos podía ser absurdo e incluso ofensivo para determinada gente”.

Antes de 2007, lo primero que hacía @trampantojo cada mañana era repasar sus 'feeds' en Google Reader, pero llegó un momento en que lo desterró para dedicar su tiempo exclusivamente a Twitter. Todos los enlaces que alguien tuiteaba relacionados con su sector, ella los guardaba, y así se iba creando su lista de lectura. Poco a poco, la red social fue evolucionando y adquiriendo utilidad. “Para mí se ha convertido en una herramienta de información exclusivamente profesional”, asegura @trampantojo.

Su compañero reconoce que hubo un tiempo en que Twitter perdió interés para él. Sobre todo cuando desembarcaron tal cantidad de usuarios que, al final, “todo el mundo compartía cualquier cosa”. Había mucho ruido. “Por eso no tengo ni 7.000 tuits”.

¿Alguien podía intuir en que iba a convertirse?

Para ambos parece claro que nadie auguraba que Twitter se iba a convertir en la herramienta de información que es hoy en día, con la que cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, puede contar qué está pasando. “Incluso en un conflicto”, opina.

Y es que en comunidades profesionales pequeñas, la red social sirvió para conocer gente del sector que al final se acababa 'desvirtualizando'. “Les ponías cara”. Ana asegura que un amigo suyo consiguió trabajo a través de Twitter después de que una gran empresa publicara una necesidad que tenía. “Mi amigo se ofreció a ayudarles y consiguió el empleo”.

@mamuso tampoco cree que alguien predijera por aquel entonces en qué iba a convertirse Twitter. Es más, entre 2006 y 2008 se crearon tantos proyectos nuevos vinculados con la red social que “no llegaban a cuajar”, que la herramienta no le inspiraba seguridad alguna.

Ahora la dimensión pública que puede adquirir una cuenta es enorme. “Es muy difícil que te callen la boca”. Sobre todo por el impacto que tienen las fotografías. “El poder de las palabras está ahí, pero el de las imágenes es increíble sobre todo para la gente que jamás prestaría atención a un tuit de tantos”, opina el tuitero.

También – y especialmente – desde el punto de vista informativo. “Cuando más me llamó la atención el poder de esta herramienta fue durante la revolución en Egipto”, explica Ana. Cuando apenas llegaba información sobre lo que ocurría en el país a través de los medios tradicionales, un torrente de noticias llegaban por esta vía de la mano de quienes lo estaban viviendo en primera persona.

Ocho años después, Twitter ya no es lo que era. Es otra cosa, ni mejor ni peor (¿o a lo mejor sí?). Algunos recuerdan sus inicios con añoranza y otros con la seguridad de haber formado parte - y seguir haciéndolo - de una pequeña comunidad que se ha vuelto universal y llega a todos los rincones del planeta. Fue bonito mientras duró, pero tampoco hay que ponerse nostálgico...

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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición de: Rosaura Ochoa y Creative Tools.

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