Así trabajan los cartógrafos de Wikipedia: “Acaba convirtiéndose en un vicio”
Wilfredor comenzó a crear mapas, por pasión, cuando apenas tenía ocho años, después de que su padre le regalara un mapamundi que pasaba horas mirando y estudiando al detalle. “Poder tener en mi mano la representación de la Tierra, tener el control, me llamó la atención”, explica desde Brasil a HojaDeRouter.com. Después, como otros tantos en Wikipedia, convirtió la cartografía en una actividad importante de su día a día, aunque no en su carrera profesional.
Su compañero Hispalois acaba de cumplir una década en la enciclopedia. Comenzó por curiosidad, para ver cómo funcionaba. Primero escribió sobre su pueblo y después sobre mapas y cartógrafos. “Siempre me ha gustado la geografía y los mapas antiguos se convirtieron en una afición para mi”, explica. Por eso, más adelante, no solo le prestó atención a los textos, sino también a la parte gráfica y a la localización visual de territorios.
Rubén Ojeda edita desde 2008, cuando dio sus primeros pasos trazando mapas municipales de Castilla y León. Manuel, al contrario que sus compañeros, es geógrafo profesional, por lo que tiene un mayor conocimiento del sector. No obstante, con o sin formación específica, todos estos cartógrafos 'wikipedistas' se implican en la misma causa: que cada vez más mapas (y más interactivos) se publiquen en este gran espacio de la Red.
Los crean, los editan, traducen sus leyendas, hacen comparativas o los escanean procedentes de libros, manuales y otras fuentes. Dentro de la iniciativa Wikimedia Commons, la cantidad de recursos cartográficos es casi inabarcable, en parte porque no todos los voluntarios categorizan las creaciones como es debido, y también a causa de los diferentes idiomas y las propias subcategorías y proyectos.
Realizar cualquiera de estas tareas no es sencillo, pero todos los implicados saben lo importante que es la cartografía en una enciclopedia. “La cuestión es muy curiosa: una Larousse, una Encarta o Espasa tienen mapas de todo tipo y de buena calidad, pero en Wikipedia se ha descuidado el tema de la información geográfica”, lamenta Manuel.
Ha llegado la hora de cambiarlo. Por eso, de un tiempo a esta parte, muchos usuarios apuestan por darle la importancia que merece. “Muchísimos artículos, sin mapa, pierden valor”, afirma el presidente de Wikimedia España, Santiago Navarro. El objetivo es ilustrar la entrada, que el lector entienda gracias al apoyo visual lo que se está tratando de explicar: una cultura, una historia, una batalla... Con este fin nacen proyectos como WikiProject Maps, para que cualquiera pueda hacer peticiones en base a sus necesidades; o Wikimaps Warper, para superponer mapas antiguos a otros actuales.
La creación, edición o publicación de un mapa no es labor de una sola persona, ni siquiera de las que hemos citado. Por eso no hay datos de los 'wikipedistas' que más tiempo dedican a este asunto. Es un trabajo en común, colaborativo, y la mayor parte de los implicados no son profesionales. Sin embargo, “con ayuda de muchas personas que hacen esto por gusto, al final el mapa que sale tiene mucha más calidad que el de una persona especializada en el área”, asegura Wilfredor.
Cualquiera interesado en hacer un mapa de su localidad, por ejemplo, puede crearlo y subirlo a Wikipedia. Después, si es inexacto, siempre habrá usuarios experimentados que acudirán a echar un cable a ese novato. “Acaba convirtiéndose en un vicio”, admite Wilfredor, “porque es una actividad de constante aprendizaje”.
Construyendo comunidad
Hay muchas maneras de contribuir al apartado cartográfico de Wikipedia. Entre quienes deciden crear el mapa, según explican los entrevistados, están los que optan por dibujar las representaciones territoriales en un papel siguiendo las reglas del plano cartesiano y atendiendo a los consejos que se dan en el proyecto de mapas de la comunidad. Wilfredor, por ejemplo, suele desplazarse con un GPS hasta la zona que quiere delimitar, localiza las coordenadas, dibuja y escanea.
Si el mapa ya existe en otro sitio, por ejemplo en un libro, el usuario también puede crear su propia versión para Wikipedia. Sin embargo, no se trata de “coger el mapa que aparezca en un ejemplar y escanearlo, sino de crear uno nuevo a partir de él”, matiza Ojeda. También se suelen usar datos y coordenadas suministrados por la NASA, que son, en su mayoría, de dominio público.
En la práctica, a la hora de elaborar nuevos mapas para la enciclopedia, las cosas se complican a menudo. “El soporte informático permite a los usuarios editar texto y fotos de forma sencilla, pero aún no se ha buscado una manera de que el editor de Wikipedia pueda crear sus mapas”, explica Manuel, y no todo el mundo sabe utilizar 'software' específico para su elaboración.
Por eso, hace un año, Wikipedia decidió utilizar los recursos de un proyecto hermano, Open Street Maps (OSM), para facilitar el trabajo a los editores. “No existe un acuerdo formal, pero nuestros objetivos son muy similares”, detalla Yuri Astrakhan, uno de los implicados en la alianza. Además, los proyectos ya tenían muchos colaboradores en común.
Ahora los 'wikipedistas' pueden usar la información geográfica de OSM, editarla y personalizarla mediante herramientas como Inkscape: resaltar ciertas zonas, añadir leyendas, colocar datos específicos o hacer que el mapa sea temático, político o territorial, por ejemplo. Como explica Manuel, la vinculación de ambas plataformas ha supuesto una “transformación radical” y ha permitido “mostrar mapas más amables y prácticos” en la enciclopedia.
Venga la información de donde venga, los cartógrafos de Wikipedia siempre han de tener en cuenta algo fundamental: que los mapas deben obtenerse de una fuente con licencia libre para que cualquiera pueda utilizarlos.
Lo mismo ocurre cuando se dibujan a partir de otros ya existentes. “¿De dónde ha sacado un usuario los datos para crearlo? Un mapa no viene solo, sino de un libro o datos adicionales”, recuerda Wilfredor. No puede tratarse de una enciclopedia clásica u otra obra con derechos de autor. Si se detecta un contenido que vulnera la propiedad intelectual, va directo a la papelera.
Hispalois es uno de los implicados en la tarea de subir mapas, especialmente antiguos, que obtiene de webs que los liberan, bibliotecas públicas e instituciones como la Real Academia de la Historia. Él mismo se considera un intermediario entre esas instituciones y los usuarios finales.
Explica que, en 2012, descubrió en una librería el atlas histórico 'La Sublevación', de Víctor Hurtado, sobre episodios de la Guerra Civil Española. El libro le encantó por su calidad, su artesanía y el detalle de sus mapas, así que escribió a la editorial DAU y al autor para preguntar si querrían liberar parte de los contenidos para usarlos en Wikipedia. Accedieron. “Liberaron 12 páginas y la experiencia debió resultarles positiva porque al año siguiente repetimos con otras 12 del nuevo atlas de Hurtado sobre las Brigadas Internacionales.
¿Hacer la guerra a las enciclopedias tradicionales?
Que proyectos como Wikipedia consigan crear mapas a la altura de las mejores enciclopedias clásicas no quiere decir que estén librando una guerra contra estas. Es algo que tenía que llegar. Josep María Rabella, profesor emérito de la Universidad de Barcelona, ha pasado toda su carrera liderando iniciativas cartográficas y ha vivido en primera persona la transición entre el modelo más tradicional y el más moderno.
Explica que, antes de la década de los 50, el proceso para crear un mapa era muy largo, manual y costoso. A partir de los 70, con la revolución de la informática, los ordenadores y programas específicos redujeron las exigencias y permitieron crear representaciones de manera rápida. Esa transición ha supuesto también un cambio en el significado de los propios mapas. “Antes eran documentos que guardaban toda la información en un papel, y si se nos perdía el mapa, perdíamos toda la información”, explica. Ahora ese mapa ya no sirve para almacenar información (para eso están las bases de datos), sino para comunicarla de la mejor forma posible.
Que “todo el mundo se atreva” a crearlos “no es malo”, dice Rabella, “pero hay que ser más críticos y autoexigentes”. Aconseja a los voluntarios de Wikipedia que aprendan todo lo posible antes de crear mapas y sigan siempre una máxima: si no se entiende rápido, “o eres tonto o está mal hecho”.
“Tiene cierto encanto sostener un documento de 400 años, palparlo, olerlo... pero no todo el mundo lo puede hacer”, sostiene Hispalois. Por eso su misión como 'wikipedista' cartográfico es democratizar el acceso a estos documentos, que hasta hace poco más de una década era privilegio de una minoría muy selecta.
Además, opina que ofrecer los mapas 'online' despierta la curiosidad de la gente. “Es la mejor manera de que una biblioteca ponga en valor sus colecciones y atraiga a visitantes a consultarlas”, asegura. “Puedes conseguir que un millón de personas entren a la web aunque no quepan en un espacio físico”.
Sin embargo, aún son muchos los obstáculos que habrán de superar los voluntarios. El principal es lograr que las instituciones públicas, tanto en España como en el resto de Europa, copien el modelo estadounidense y compartan en internet sus colecciones sin ninguna restricción.
Según nos cuenta Hispalois, las españolas publican muchos mapas con marca de agua y símbolo de 'copyright', incluso cuando se trata de documentos antiguos o cuyos autores han fallecido hace tiempo y nadie tiene los derechos. “Con los mapas pasa mucho. El patrimonio español cartográfico es enorme, uno de los mayores y más interesantes de Europa, y por desgracia no podemos utilizarlo tanto como nos gustaría”.
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