Reflexiones sobre emprendimiento. Una charla al mes con un emprendedor, profundizando en su historia desde el punto de vista más humano para entender su trayectoria profesional. Nexo es un proyecto audiovisual sin ánimo de lucro y de libre difusión.
“En España no falta capacidad, sino ambición y confianza en nosotros mismos”
La historia de Pilar Manchón es la de una profesional que desde muy jóven ha buscado superarse, cambiar su futuro y enfrentarse a nuevos retos. Dos pasiones han marcado el rumbo de su historia: la tecnología y la linguística se han convertido en los motores principales de su vida, esa que cambió completamente cuando Intel compró su 'startup' Indisys, dedicada al desarrollo de asistentes virtuales.
Aunque en la actualidad su trabajo se ve reconocido a nivel mundial, el camino no fue fácil. La emprendedora reconoce en una entrevista para Nexo que el proyecto “estaba abocado al fracaso” puesto que, aunque comenzó en 2003 junto con dos socios, pasó varios años buscando financiacion sin encontrarla y no fue hasta 2005 cuando la idea empezó a echar raíces.
Tras mucho trabajo, llegó el inversor esperado. Sin embargo, la alegría duró poco. “Uno de los socios se largó con el plan de negocios, la propiedad intelectual y el inversor”. Tanto ella como su socio Gabriel, a pesar de tenerlo todo en su contra, decidieron seguir adelante, buscar otro compañero de aventuras y apostarlo todo al esfuerzo que habían destinado hasta el momento.
La crisis española también les golpeó de frente y, con apenas recursos, alrededor de 2010 quisieron acelerar el motor para dar el paso hacia el sector internacional. Aunque “de forma muy precaria”, lo hizo con la misma ilusión con la que una vez salió de su hogar para enfrentarse a su primera experiencia fuera de casa.
Reconoce que no se le había pasado por la cabeza vender su compañía hasta que recibió la propuesta de Intel. “Fue una decisión difícil”, un momento en el que tuvo que ponderar cuáles eran sus objetivos tanto a nivel profesional como personal. Quería ser realista con sus propias exigencias, buscaba impactar, que su proyecto se convirtiera en algo importante y creciera. “Creí que íbamos a poder alcanzar antes esa meta como parte de Intel que de forma independiente”. Además, al ser madre soltera lo consideró una opción interesante para asegurar el futuro de su hijo.
Ahora, al echar la vista atrás reflexiona sobre lo que ha conseguido. No olvida los obstáculos, porque le han llevado a situarse en una posición vulnerable que permite actuar con mayor empatía ante las adversidades. Todos tenemos una imagen de quiénes somos, pero “cuando tienes que tomar una decisión, ves quién eres realmente”, asegura. “Eres lo que decides, lo que haces”.
Piensa que se necesita “hambre”, ganas de querer hacer algo diferente y encontrar lo que a uno le apasiona, tener paciencia, buscar y no conformarse con lo que está al alcance de la mano. Analiza lo que ocurre en España y considera que la educación española “nos inhibe”, hace que la ambición sea vista de forma negativa, mientras que ella la ve - en su justa medida - como algo importante para el progreso personal y profesional.
“Es una cuestión de si estás dispuesto a pagar el precio para llegar donde quieres”. Por eso opina que en España no falta capacidad ni buenos talentos, sino ambición y confianza en uno mismo. Al final es el “miedo el que nos separa del éxito” y, para enfrentarlo, hay que saber que “uno se hace” y que “si quieres que algo pase, tienes que crear la oportunidad”. Se trata de decidir, en este partido de fútbol que es la vida, si quieres ser un jugador o un mero espectador.
La historia de Pilar Manchón es la de una profesional que desde muy jóven ha buscado superarse, cambiar su futuro y enfrentarse a nuevos retos. Dos pasiones han marcado el rumbo de su historia: la tecnología y la linguística se han convertido en los motores principales de su vida, esa que cambió completamente cuando Intel compró su 'startup' Indisys, dedicada al desarrollo de asistentes virtuales.
Aunque en la actualidad su trabajo se ve reconocido a nivel mundial, el camino no fue fácil. La emprendedora reconoce en una entrevista para Nexo que el proyecto “estaba abocado al fracaso” puesto que, aunque comenzó en 2003 junto con dos socios, pasó varios años buscando financiacion sin encontrarla y no fue hasta 2005 cuando la idea empezó a echar raíces.