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La inocentada de moda: una broma telefónica de la que te podrás reír en WhatsApp

La peor pesadilla de Moe se hace realidad con las bromas telefónicas de Juasapp

Álvaro Hernández

Sin que la tradición haya llegado a morir, las inocentadas ya no son lo que eran. Los archiconocidos monigotes de papel son ya una especie en extinción y las bromas suelen brillar por su ausencia. En pleno 2015, si hay esperanza para que el Día de los Inocentes vuelva a ser lo que un día fue es gracias al peculiar matrimonio entre una aplicación de humor y, cómo no, WhatsApp.

Su nombre es Juasapp, está disponible para dispositivos con iOS y Android y está provocando un ligero huracán en el servicio de mensajería instantánea propiedad de Facebook que, seguramente, crecerá con motivo del Día de los Inocentes.

Juasapp pone a disposición de los usuarios a un pequeño y pícaro Bart Simpson en forma de aplicación. Si el hijo de Homer pasaba las horas muertas llamando a Moe para gastarle bromas telefónicas, Juasapp lo hace por ti y graba el resultado para que no te pierdas tu dosis de carcajadas.

El funcionamiento es sencillo. Una vez instalada la ‘app’, el usuario podrá elegir una de las muchas bromas que Juasapp pone a su disposición. Desde una llamada para advertir a tu contacto de que su hijo le ha mordido a un compañero en el colegio hasta una indiscreta bronca de la comunidad de vecinos por hacer demasiado ruido al practicar sexo por las noches.

Después de seleccionar la broma, el usuario debe dar el número de teléfono de la víctima, programar la hora a la que habrá de producirse la llamada y sentarse a esperar. Minutos después, una notificación le ofrecerá escuchar la conversación que su contacto ha mantenido y que podrá, además, compartir a través de WhatsApp.

Así, si recibes en estos días (especialmente hoy) la llamada de un número de teléfono que no conoces y la conversación empieza a ponerse rara, tenlo claro: alguien te quiere gastar una broma sin que sepas quién ha sido.

En las últimas semanas, han comenzado a circular con cierta fluidez las grabaciones de estas bromas a través de los famosos e incómodos grupos de WhatsApp. Si bien la aplicación tiene ya un año, es en estos días cuando ha alcanzado su máxima cota de popularidad.

De hecho, desde la propia 'app' afirman que han superado los cinco millones de usuarios, que entre todos han gastado más de diez millones de bromas. Tanto es así que Juasapp ha logrado liderar la clasificación de aplicaciones de entretenimiento de Android y de iOS en España e Italia, según las analíticas de App Annie.

¿Solidaridad legal?

Al descargar la aplicación, los usuarios pueden gastar una primera broma de forma gratuita. Para poder acceder a más llamadas telefónicas tendrán que comprarlas (a un precio de 0,89 euros cada una, aunque hay paquetes y promociones). Más allá de la financiación del propio servicio, desde Juasapp señalan que parte de lo recaudado se destina a la Asociación Down Valladolid.

No obstante, el servicio que ofrece esta aplicación deja a su paso alguna que otra incógnita legal. Al fin y al cabo, risas aparte, se está grabando una conversación de la que no formamos parte.

Si bien la 'app' advierte a los usuarios, antes de acceder al servicio, de que “en caso de grabar una broma y difundirla con tus amigos es porque has solicitado permiso a la persona que ha recibido la broma y esta te lo ha dado” y que “tú eres el responsable único de esta acción”, las cosas no son tan sencillas en la práctica.

“El servicio debería informar al que sufre la broma del origen de los datos de contacto, que la conversación se va a grabar y éste consentirlo”, explica el jurista TIC Jorge Morell. Si bien esa advertencia debería hacerse antes de gastar la broma, lo lógico sería que sucediera después, para que la víctima no sospechara. Sin embargo, no sucede en ningún momento.

Además, el dilema del consentimiento para la grabación no es el único. “El problema viene con la divulgación o el uso que se puede hacer posteriormente de esa grabación”, apunta el también abogado David Maeztu.

De esta forma, tanto gastar la broma como compartirla posteriormente a través de WhatsApp puede entrañar algún peligro legal. Si a la víctima no le ha hecho gracia que su candidez circule en formato audio, tiene no pocas opciones de buscarle las cosquillas al bromista: “Hay una vulneración a los derechos a la intimidad, de la propia imagen y, además, la Agencia Española de Protección de Datos ha dicho que la voz es un dato de carácter personal, con lo cual podrías ser sancionado aparte de la vía judicial”, señala el abogado Sergio Carrasco.

De hecho, la broma puede terminar saliendo realmente cara. Ante esa posible vía judicial que señala Carrasco, Morell indica que el castigo puede ser importante: si un juez decide que se ha producido un delito de revelación de secretos (algo que dependería, básicamente, del contenido compartido en la conversación), la pena podría ser de entre uno o cuatro años de cárcel o una multa de 12 a 24 meses.

En cualquier caso, no es más que una broma telefónica. ¿A quién podría molestarle una llamada grabada y unas risas compartidas por WhatsApp?

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