'Startups vintage': así se recrea el Silicon Valley de los años 80 para la televisión
En una oficina, los teclados de los ordenadores no paran de sonar. Es la Silicon Valley de los años 80, en los albores de una auténtica revolución, la de de los ordenadores personales. La oficina es la típica con muchos trabajadores dando lo mejor de sí mismos. En las mesas hay manuales de programación y revistas que ilustran perfectamente ese 'boom' de la informática. También, por qué no decirlo, mucha gafa de culo de botella.
Sin embargo, no es Silicon Valley, o Dallas, donde esta historia empezó para algunos, sino un estudio de Atlanta, a casi 4.000 o 1.200 kilómetros de distancia, respectivamente. Y los ordenadores Commodore 64 o los disquetes han de ser réplicas, pues estamos en la segunda década del siglo XXI, en los escenarios donde se graba 'Halt and Catch Fire''Halt and Catch Fire'.
La serie de AMC ('Breaking Bad', 'Mad Men') ya ha estrenado su tercera temporada, que en España se podrá ver a partir de diciembre. Cuenta la historia inspirada en hechos reales de Joe MacMillan, Gordon Clark y Cameron Howe, dos ingenieros y una programadora que se unen para clonar el IBM PC para desarrollar un ordenador mejor y más barato. En 1981, dos años antes de que la trama comience, el IBM PC revolucionó la tecnología al concebirse como el (muy discutible) primer ordenador personal. MacMillan ha sido ejecutivo de IBM, o sea, que algo sabía del asunto para clonarlo.
'Halt and Catch Fire' comienza su tercera temporada en el año 1985, en San Francisco. Hasta entonces, la serie se había ambientado en la Silicon Prairie (pradera del silicio) de Dallas, que por aquel entonces rivalizaba con Silicon Valley en la industria del ordenador personal. En California, el trío protagonista decide montar MacMillan Utility, una compañía de ‘software’ para ordenadores.
Y justo en la tercera temporada es donde se inicia la historia del actual director artístico de la serie. Craig Stearns es el encargado de dotar de realismo y verosimilitud a la San Francisco de aquella época, tanto en el interior de las casas donde viven los personajes como en el de esas oficinas donde se ven las carcasas de los ordenadores pero también su interior, junto a los gráficos de las pantallas y otros detalles quizá imperceptibles para el espectador lego, pero que un auténtico ‘geek’ sabría detectar y apreciar.
Stears es el director artístico de 'Halt and Catch Fire' desde esta tercera temporada. Durante las dos anteriores, las ambientadas en Dallas, Christopher BrownChristopher Brown, nominado cinco veces al Emmy por su trabajo en 'Mad Men', fue el 'production designer'. Stears cuenta en su currículum con películas y series como 'La máscara', por la que fue nominado al Bafta, 'Esta abuela es un peligro' o 'Criadas y malvadas'.
Según cuenta el director artístico a HojaDeRouter.com, “los productores [y creadores de la serie, Christopher Cantwell y Christopher C. Rogers] me entrevistaron. Por suerte para mí, les gusté, les gustó mi trabajo”. Él ya era fan de la serie: “Creo que mejora y mejora. Pienso que la serie empezó en un nivel muy alto en la primera temporada, pero cada temporada se ha vuelto más complicada e interesante”.
Stearns ya tenía experiencia en recrear los 80 californianos en otras series de televisión: en 2015 se estrenó 'Wicked City', una producción fallida de la ABC (fue cancelada por su escasa audiencia) que contaba la búsqueda de un asesino en serie por parte de dos policías en la Sunset Strip de Los Ángeles en los años 80. Probablemente este trabajo fuera decisivo para apostar por él y recrear otra parte de California, esta en efervescencia.
Quitando pintores y carpinteros que hacen realidad sus ideas, el equipo de Stearns está formado por ocho personas, según explica, encargados de diseñar todos los elementos que hacen real ese viejo San Francisco. “Hace diez años solía ir a los libros de bibliotecas o librerías, lo que aún hago, pero hay mucha información en internet ahora”, nos cuenta sobre su método de documentación. “Tiendo a investigar más aquí buscando accesorios, ‘looks’... Especialmente los detalles de ordenadores. Hay tanta información en internet que suele ser la fuente principal de información para estas décadas”.
Stearns divide su trabajo en dos partes. Por un lado, el diseño de los apartamentos o los despachos: “Mucho de esto se puede buscar en la Red”. Para el traslado de las oficinas de Mutiny, la 'startup' de juegos 'online' que crean Cameron Howe y Donna Clark, esposa de Gordon, apostaron por un edificio de ladrillos como los que había por aquella época en la ciudad también conocida como Frisco. Para Stearns, muchas compañías probablemente empezaron en una de esas viejas edificaciones de ladrillo visto y grandes ventanas. Así, diseñó el decorado y encontraron un edificio en Atlanta que podía dar el pego.
La otra parte es la relativa al diseño de las máquinas y otros elementos de atrezo. Hay que tener cuidado para “usar los ordenadores correctos, los portátiles correctos, los servidores correctos… Exactamente del mismo periodo, así que mandamos a gente a los museos de informática que hay por el país para obtener información, particularmente para detalles sobre cómo funcionaba un ordenador o a qué se parecía el interior”.
En esos museos hay expertos e historiadores que ayudan al equipo a crear los escenarios adecuados. “Son muy útiles”, reconoce Stearns. “Un montón de gente ve la serie y sabe de ordenadores o de informática, así que sentimos que tenemos que hacerlo tan preciso como sea posible”. Eso sí, a la hora de prestar equipos de su catálogo, algunos museos son un poco reacios: “Ya sabes, esas piezas son historia”.
Para algunos decorados sí tuvieron suerte. Por ejemplo, para reconstruir un gigantesco ordenador IBM 3033 y la habitación donde se alojaría, con sus servidores y todo. En este caso, tuvieron la oportunidad de alquilar réplicas de discos magnéticos del Museo del Ordenador de Rhode Island. También, dar apariencia de nuevos a equipos viejos, o construirlos desde cero para que parezcan recién sacados de la caja.
Más allá de los objetos que prestan los museos, Stearns explica que se ven tanto réplicas de ordenadores como máquinas reales. Algunos ya no existen o resultan difíciles de encontrar, así que no les queda otra que reconstruir todo su armazón o los gráficos. En otras ocasiones, “compramos partes o piezas por todo el país para que cuando abras el ordenador y mires dentro sea tan exacto como hayamos podido [fabricarlo]”.
No se pierde detalle en los escenarios: los Commodore 64 comparten espacio con manuales para el videojuego ‘Frogger’, del Atari 2600 y con disquetes de varias marcas. Los libros técnicos se mezclan con paquetes para instalar un programa de hojas de cálculo.
Stearns estaría encantado de preparar la ambientación de una hipotética cuarta temporada. “Estoy muy emocionado por [los caminos] donde va a ir la serie. Es muy interesante, porque no es solo sobre ordenadores, sino sobre personajes muy complicados. Eso hace a la serie muy potente. Creo que a la gente le encanta ese tipo de relación con el pasado. Yo era fan antes de que me contrataran. Veamos qué sucede”. Quizá, quién sabe, llegue el día en que tenga que recrear las actuales oficinas de Twitter, Google o Facebook. Tiempo al tiempo.
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Las imágenes son propiedad, por orden de aparición, de AMC Iberia y 'Halt and Catch Fire'