Queridos usuarios de Android, no os gusta que WhatsApp revele a vuestros contactos la hora a la que os conectasteis por última vez. Es una fuente inagotable de malentendidos, malos rollos y problemas de pareja. Si el 'doble check' ya era preocupante, porque podía dar al traste él solito con una sana relación o una amistad duradera, la información de estado es aún más peligrosa.
“Ayer te escribí a las 18:00 horas y no me contestaste”, reprocha María. “Es que no estaba conectado”, trata de defenderse Luis. María sube el tono: “¿Cómo que no estabas conectado? Mire 10 minutos después y tu última conexión en WhatsApp era de las 18:05”. Un sudor frío recorre la frente y la espalda del novio, que trata de zafarse: “Pero eso falla como una escopeta de feria”. Guantazo de aúpa. Fundido a negro.
Antes de guionizarla, todos vosotros teníais ya una escena parecida en la cabeza. Con mayor o menor carga dramática, todos los adeptos al sistema operativo del robot verde la hemos vivido alguna vez. En iPhone la cosa cambia, porque la aplicación te permite ocultar tu estado de conexión sin mayores complicaciones, pero por mucho que los usuarios protesten WhatsApp no se ha dignado todavía a incluir esa función en los teléfonos con Android.
Y no es la única. La 'app' de mensajería instantánea más popular en nuestro país tiene otras carencias que no ha querido, sabido o podido subsanar. No nos referimos ahora a la seguridad, que es de llevarse las manos a la cabeza, sino a cosas mucho más triviales, como los emoticonos (que son bastante sosos) o la posibilidad de utilizar el servicio con dos números de teléfono distintos en el mismo dispositivo.
Son huecos que el 'software' oficial deja abiertos y por los que se están colando pequeños desarrolladores, algunos sin demasiados escrúpulos. Según hemos podido comprobar, los listados de aplicaciones más populares (tanto gratuitas como de pago) de la categoría 'Comunicación' de Google Play, la tienda virtual de Android, están plagados de 'apps' que supuestamente llenan algunos de estos vacíos.
Sin embargo, la realidad dista mucho de ser tan idílica. La mayoría de estos programas son de poca utilidad, no cumplen lo que prometen o lo hacen por medio de parches y procesos sencillos que el usuario podría llevar a cabo por su cuenta, sin necesidad de descargarse la 'app'. Vamos, que en muchos casos empresas o particulares se están llenando los bolsillos con los ingresos publicitarios o las ventas sin ofrecer prácticamente nada a cambio (o nada que de verdad merezca la pena).
Tras nuestro repaso, realizado el 9/12/2013 a primera hora de la mañana (los listados se actualizan con cierta frecuencia), hemos clasificado en seis tipos las aplicaciones que ofrecen servicios para WhatsApp con más tirón en Google Play:
- Las que ocultan la última hora de conexión. No hacen otra cosa que activar y desactivar la conexión a internet antes y después de acceder a WhatsApp, de tal forma que los mensajes se envían al salir y la navegación por la 'app' no deja huella (porque estás 'offline'). Es cierto que de este modo la información incómoda no se transmite, pero es algo que el usuario podría hacer manualmente.
- Las que permiten utilizar dos números de teléfono distintos desde un mismo terminal. Poseen cierta utilidad, pero solo funcionan en terminales con acceso 'root', así que sacarles partido no está, en principio, al alcance de cualquiera. Abundan los comentarios de usuarios con escasos conocimientos técnicos que se preguntan por qué no les funciona la aplicación.
- Las que ayudan a instalar WhatsApp en tabletas. No son más que simples tutoriales, idénticos a los que el usuario puede encontrar en numerosas páginas web sin necesidad de descargar la 'app'.
- Las que ofrecen emoticonos o 'stickers' para WhatsApp, aprovechando la escasa variedad de la que disponemos por defecto. Tampoco hacen nada del otro mundo: se sirven de la opción para enviar fotos que ofrece la 'app', igual que si tú mismo creases una carpeta en tu móvil llena de emoticonos y los fuera enviando como imágenes.
- Las que añaden al apartado anterior la posibilidad de modificar las fotos antes de enviarlas, ya sea dibujando sobre ellas o añadiendo otros elementos (por ejemplo, besos). Las funciones que ofrecen dejan mucho que desear al lado de las verdaderas aplicaciones de retoque fotográfico que se encuentran disponibles para Android.
- Las que recopilan frases divertidas o ingeniosas para actualizar tu estado. No son más que listas que te permiten copiar y pegar dichos enunciados, igual que podrías hacerlo, sin descargar la 'app', desde cualquiera de las decenas de páginas web que se dedican a proponer ideas de este tipo.
Por supuesto, cada uno es libre de descargar en su 'smartphone' las aplicaciones que considere oportunas, pero lo ideal es que el usuario se informe previamente sobre la utilidad que ofrece dicha 'app', las alternativas que existen para realizar la misma tarea manualmente y sobre todo los permisos que solicita el desarrollador al instalarla (algunos podrían estar recabando datos personales para después venderlos).
Otra cuestión completamente distinta es la responsabilidad de los autores, que podrían incurrir en vulneraciones de la propiedad intelectual de WhatsApp o de los derechos que asisten al consumidor, y la de Google, que debe controlar los productos que se ofrecen a través de su tienda de aplicaciones. Pero eso ya es harina de otro costal.
Como veis, suelen ser programas extremadamente sencillos de desarrollar, poco perfeccionados y que se sirven del tirón de WhatsApp para generar ingresos fáciles. Pero esto, como casi todo, se rige por la ley de la oferta y la demanda. Si hay clientes dispuestos a comprar, hay empresarios dispuestos a vender. Así que, mientras sigan pululando por ahí y puedan suponer un riesgo, lo mejor es guardarse la espaldas y tener bien claro lo que estamos descargando antes de pulsar el botón verde de 'Aceptar'.