Abraham Boba: “Parece que con las plataformas digitales ya no se pueden escuchar discos”
Este jueves, 18 de agosto, el grupo León Benavente ha visitado Eivissa para actuar en los conciertos de El Dorado Live Shows, en el hotel Santos. Un día después, este viernes 19 de agosto, lo hace en Menorca, en Es Claustre. Es el periplo balear de una gira en la que presentan su nuevo disco, ERA (Warner, 2022) y que, en formato veraniego, repasa temas de los cuatro discos y los dos ep's, que han ido saliendo a la luz desde 2013, año de la formación del grupo.
Canciones como ‘Gloria’ o ‘Ser Brigada’, que el público de Balears, como el de prácticamente todas las capitales de la península donde van a tocar, espera como agua de mayo. Y para saber más del grupo, y de su visita a las dos islas, hemos hablado con el vocalista, letrista y teclista de la formación, Abraham Boba, en una charla sobre la música y la filosofía que los mueve a la hora de crear.
Abraham, ¿qué supone para ustedes tocar en Balears?
Pues, la verdad, es que tenemos muchas ganas porque yo, especialmente, soy desde hace años muy fan de las Balears. Creo que es de las zonas en las que más disfruto. Es un lugar con mucha magia, muy especial y es una oportunidad de ir a hacer conciertos. La otra vez que fuimos a Eivissa era un festival, esto es más un concierto nuestro, de pequeño formato, y nos apetece mucho. Además, ahora en agosto, que es cuando las Balears están a pleno rendimiento, nos apetece ir a pasar unos días allí. Aprovecharemos no solo para ir a tocar, sino para estar conociendo mejor Eivissa y Menorca. Estamos ya contando los días para ir.
Hablemos de su último trabajo: ERA. ¿Por qué este título?
Porque es una palabra corta, sonora, que en el fondo remite a lo que deja de ser o a lo que se transforma, a lo que ya no es y, obviamente, a un cambio de tiempo. Y nos parecía una palabra que engloba perfectamente todo lo que se quería contar en sus diez canciones.
Animan al público a escuchar el álbum en su totalidad y no por temas, como es habitual desde la irrupción de internet en el mercado discográfico, ¿por qué?
Bueno, nosotros cada vez que nos planteamos hacer un disco nuevo siempre intentamos que, sin ser conceptuales, sean un poco fotografías de ese momento. Nos interesa que haya un orden concreto en el que escuchar las canciones, una manera de disfrutar el disco, que es como nosotros lo planteamos. Obviamente cada uno puede coger las canciones por separado o hacer órdenes aleatorios o lo que quiera, pero nosotros venimos de una generación en la que hemos crecido escuchando discos de esa manera. Yo todavía sigo haciéndolo, aunque parece que ahora con las plataformas digitales ya no se pueden escuchar discos. Y en el caso de este último disco, de ERA, sin ser un disco conceptual, sí que hay como una especie de hilo conductor en todas las canciones que tiene que ver con el paso del tiempo en sus diferentes formas. Y creo que se entiende mejor cada una de las canciones viéndolas desde el conjunto.
Cada vez que nos planteamos hacer un disco nuevo siempre intentamos que, sin ser conceptuales, sean un poco fotografías de ese momento
¿Cómo les afecta este cambio en la industria musical?
La industria lleva cambiando unos cuantos años. Realmente, no hay ninguna fórmula que parezca que sea la mejor o la peor. Creo que hay tantas formas de distribuir la música y el oyente tiene tantas formas de consumirla... Últimamente, sí que parece que en las plataformas es más habitual lanzar canciones sueltas, singles, que en el fondo es lo mismo que se hacía hace décadas, cuando no existían los discos. Esto acaba siendo cíclico. Me imagino que llegará un momento en el que la gente se vuelva a interesar por los discos, si es que no lo hace ahora. Además, hoy también hay parte del público que escucha música y a la que le siguen interesando. Igual que hay músicos a los que les interesa sacar canciones sueltas porque sí y otros, como es nuestro caso, que nos apetece más que esas canciones convivan dentro de un contexto concreto. El álbum en sí no es ni mejor ni peor. Creo que es una opción que cada uno elige para distribuir su música.
Uno de los temas de ERA es ‘Di no a la nostalgia’. ¿No son ustedes de esos que creen que cualquier tiempo pasado fue mejor?
En nuestra generación hay cierta iconografía que remite mucho a otras épocas, a la nostalgia, y eso puede ser una fuente de sabiduría. Pero lo que desde luego no nos interesa a nosotros es anclarnos en mirar al pasado, repetir fórmulas y no avanzar. Lo que nos sigue moviendo a hacer trabajos nuevos es intentar buscar nuevos caminos en cada uno de ellos y ponernos incluso trabas a nosotros mismos en la forma en la que estamos habituados a hacer las cosas. Y, en ese sentido, anclarse en lo que has hecho en el pasado, en el tiempo que has vivido, no sé si es un error, pero a nosotros no es lo que más nos interesa. A nivel artístico, creo que hay muchos caminos todavía por explorar y, sobre todo, esa capacidad de sorprenderse y de estar intentando aprender y buscar continuamente. A mí, personalmente como artista, eso es lo que me interesa. No me suelen interesar mucho las carreras de gente que sigue haciendo lo mismo ahora que hace 40 años.
Llevan desde enero presentando este nuevo trabajo en pequeños escenarios, como lo van a hacer en Eivissa y Menorca, pero también en grandes festivales. ¿En qué formato se sienten más cómodos?
La verdad es que para nosotros no dejan de ser conciertos, o sea, tocar las canciones para más o menos público. Eso sí, cuando tocas en una sala la gente que va a verte sabe lo que va a ver. Son las personas que pagan una entrada y conocen al grupo, es, en realidad, tu público. Pero los festivales también tienen algo, estás tocando para más audiencia, para gente que a lo mejor no te conoce y aunque lleves, como en nuestro caso, casi diez años tocando pues, a lo mejor, nunca han tenido la oportunidad de ver un concierto. Igual lo ven y les sorprende, y a partir de ahí empiezan a seguirnos. Nosotros siempre hemos sido un grupo de presentar nuestros discos en salas antes que en festivales. La cuestión es que al lugar donde vayas esté bien para tocar, que se trate bien al grupo, que se trate bien la música, que se trate bien al público…
Dicen que León Benevente es, probablemente, el mejor grupo de directo de la escena nacional. ¿Qué les parece?
Totalmente acertado. No, no, esto no es una competición. Nosotros es verdad que somos un grupo que ya desde el principio hemos trabajado mucho en nuestros conciertos, tanto a nivel de puesta en escena como a nivel técnico, e intentamos hacer lo posible para dar un paso más en cada nueva gira y me imagino que eso y, bueno, la energía que se desprende en el escenario y la comunión que suele haber con el público en los conciertos, es lo que lo que ha hecho que haya mucha gente que dice eso, cosa que a nosotros es de lo que más nos llena de orgullo.
Además, ustedes también tienen mucha experiencia como músicos. Todos han estado tocando, anteriormente, en otras formaciones. Usted, por ejemplo, ha tocado con Nacho Vegas y ha hecho trabajos en solitario. ¿Esto también influye en saber qué es lo que se quiere ofrecer en el directo y conseguir el sonido adecuado?
Sí, totalmente. Creo que hay gente también dentro de la música a la que le gusta más subirse a un escenario, hay gente a la que le gusta menos y otra gente que prefiere la labor de estudio o de composición, que a nosotros también nos interesa mucho. Sin embargo, cuando las canciones empiezan a cobrar vida es cuando te subes a un escenario y vives esa comunión con el público. Desde el principio, hemos dado muchos conciertos y nos gusta mucho tocar. Es una pena que este país sea geográficamente tan pequeño, porque al final tampoco puedes estar tocando sin parar, yendo a las mismas ciudades una y otra vez. Pero es verdad que somos un grupo que creo que si estuviésemos un año entero girando, dando conciertos todos los días, nos haría muy, muy felices.
Y en este álbum, además, se han cambiado los papeles. ¿Cómo ha sido?
Sí, también es parte de la filosofía del grupo. Como te he comentado, cada vez que nos planteamos hacer un disco nuevo intentamos buscar nuevos caminos. Y para eso muchas veces también jugar con limitaciones es una herramienta más. Cuando hicimos este disco, antes de empezar a componer las canciones, hablamos de dar un poco más de peso a la electrónica con Edu, que es el que normalmente tocaba el bajo en las canciones. Además, Leo se empezó a involucrar más con las máquinas y Luis también es bueno con ellas. Esta es la suerte de tener gente en el grupo que domina distintos instrumentos. Luis, que normalmente estaba tocando la guitarra, pero que es bajista de toda la vida, pues cogió el bajo, y ahí hubo ese cambio de roles. César, el batería, empezó a tocar con cajas de ritmos. Yo, que soy pianista, empecé a usar un piano acústico. Al final son herramientas para ir buscando caminos distintos.
Leo en diferentes publicaciones que hacen indie, rock, rock alternativo, post-punk, garage rock. ¿Cómo se denominarían ustedes?
Bueno, yo creo que los géneros hoy en día en la música están cada día más dispersos. Pero lo que siempre hemos sido es una banda de rock, más o menos sofisticado.
Sus letras hablan siempre de situaciones, de la actualidad, de lo cotidiano. ¿Qué temas les han influido en ERA?
No lo sé. Creo que no hay ningún tema que, a lo largo de la historia, no se haya tocado en una canción. A mí más que el tema en sí, lo que me acaba interesando como escritor es la forma de referirse a ese tema, las palabras que uses. No me interesa mucho que sean canciones que hagan juegos de palabras en los que no se entienda prácticamente nada. Es verdad que hay canciones en las que se puede usar un lenguaje más o menos poético, pero lo que siempre nos ha interesado como grupo son canciones que hablen de las cosas que vivimos en nuestro día a día.
Hay canciones en las que se puede usar un lenguaje más o menos poético, pero lo que siempre nos ha interesado como grupo son canciones que hablen de las cosas que vivimos en nuestro día a día
Y en referencia a ese día a día. ¿Les afecta en su música la situación internacional que vivimos?
Está claro que en el mundo si no existe una crisis, existe otra. O sea, está claro que el ser humano es experto en tropezar con la misma piedra varias veces. Y muchas veces nuestra capacidad de aprendizaje y de aprender de los errores deja mucho que desear. Pero bueno, yo soy músico, no tertuliano. Creo que hasta aquí voy a leer.
¿Qué libro recomendaría para este verano?
En este momento acabo de terminar ‘El libro de las lágrimas’ de Heather Christle (Editorial Tránsito, 2020). Es un ensayo sobre todo lo que tiene que ver con el acto de llorar, es muy interesante.
Una película o una serie…
No sigo muchas series. Si consumo cine continuamente, pero soy más de clásicos. El otro día volví a ver ‘El hombre que mató a Liberty Valance’, de John Ford, y me encantó otra vez.
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