ENTREVISTA

Pere Jota, humorista: “Mucho humor que viene de Mallorca se hace en castellano”

Adrián Oliver

Mallorca —
27 de septiembre de 2023 17:54 h

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Humor, acidez, crítica y en mallorquín. Estas palabras definen la fórmula del éxito que está experimentando Pere J. Pastor, actor, dramaturgo y humorista. En redes sociales se hace pasar por Pere Jota, un personaje inspirado, en palabras de Pastor, en el mallorquín “cansado, incómodo e incluso un poco vago”.

Se trata de un papel que nace en redes sociales, concretamente durante la pandemia. Pastor, después de que viera paralizado el proyecto de llevar a escena su obra “El dinar” con la compañía amateur Fila Zero por el confinamiento, encontró en TikTok una manera de entretenerse y poder canalizar sus instintos teatrales y humorísticos mientras los escenarios aún estuvieran lejos de su alcance.

Ahí comenzó a retratar a la sociedad catalana y a valerse de tópicos de Catalunya en vídeos cortos en formato de monólogo, pero pronto comenzó a notar un nicho en las audiencias cada vez más grande que querían humor hecho por y para mallorquines que apelara a su identidad isleña y en lengua catalana. Así, a día de hoy, y con más de 23 mil seguidores en TikTok, Pere Jota no deja títere con cabeza y no duda en criticar los estereotipos del mallorquín “rancio y conformista” que tanto ofende y hacer reír a partes iguales.

Ahora, Pere Jota participará en la próxima edición de Fesjajá, un evento de monólogos que se celebrará a lo largo del mes de octubre donde compartirá cartel con grandes nombres de la comedia española como Goyo Jiménez, Dani Rovira o Martita de Graná.

¿Cómo nace Pere Jota?

En Pere Jota nació en la pandemia. Todo está ligado a una obra de teatro que quería hacer, la cual tuvimos que suspender cuando llegó la COVID. Así, para mantenernos un poco unidos los integrantes de la obra, la cual escribí e iba a dirigir, organicé videos entre los diferentes personajes imaginando que estaban pasando la pandemia. Al final esta idea gustó, y de ahí surgió la primera serie amateur que se hizo en Catalunya durante la pandemia, “El viatge”. Esto hizo que comenzara a explorar más el video y las redes sociales, y fue así como comencé a hacer monólogos en Twitter y TikTok, naciendo así el personaje de Pere Jota.

¿Tenía algún referente en la cabeza cuando comenzó en el mundo de la comedia?

La verdad es que no. Yo he crecido con Buenafuente y compañía, creo que por el tipo de humor que manejo se nota. Sin embargo, la verdad es que no tenía ningún referente en mente, aunque sí que es cierto que habrá quedado algo del rastro de los monólogos de Buenafuente que solía ver.

Usted se vale en muchas ocasiones de los estereotipos que tienen los mallorquines para hacer comedia. ¿Cómo definiría el humor mallorquín?

Ha ido evolucionando y trasformándose. Antes hacía mis monólogos por Twitter y tenía una audiencia sobre todo catalana, y mis temas solían centrarse en la independencia y situaciones relacionadas con Catalunya. Ahora bien, cuando entré en TikTok, si bien seguí con lo mismo, vi que había un nicho que eran los usuarios de la red social en Mallorca y tuve claro que debía hacerme notar en ese sector.

Me centré más en representar la faceta del mallorquín incómodo, cansado e incluso a veces vago. Al final es explorar eso tópicos que van asociados a los mallorquines y a partir de esa idea es como comenzó a fraguarse el personaje de Pere Jota.

¿Cree que el humor ha de tener algo más detrás, como reivindicaciones sociales o políticas?

Yo no entiendo el hacer humor sin que haya un poco de crítica. Independientemente de dónde y de que se trabaje, cada uno tiene su personalidad y sus ideales que enseña en mayor o menor medida. Y creo que en el humor ocurre lo mismo, yo tengo mis pensamientos y mis ideas y son con los que voy a la guerra. Hay que hacer crítica, pero siempre desde el respeto, lo cual a veces es complicado de conjugar todo junto.

¿Cree que falta esa faceta más crítica en el panorama cómico mallorquín?

Bueno, dentro de poco se va a celebrar el festival Fesjajá en las Islas, donde voy a participar. Vienen artistas de tallas impresionantes como el Comandante Lara o Dani Rovira, y naturalmente compartir cartel con estos cómicos es algo genial. 

Sin embargo, de todas las personas que participarán, sólo cuatro de nosotros haremos actuaciones en mallorquín. Claro, que mucho del humor que se hace en Mallorca se haga en castellano no creo que sea lo ideal. No tengo ningún problema con las personas que quieren realizar su humor en castellano, pero tengo que ser honesto con mis ideas y creo que deberíamos tener una parte de cuota para que podamos hacer comedia en mallorquín y reírnos un poco de nosotros mismos. 

No tengo ningún problema con las personas que quieren realizar su humor en castellano, pero tengo que ser honesto con mis ideas y creo que deberíamos tener una parte de cuota para que podamos hacer comedia en mallorquín

¿Opina que se debería fomentar más el humor en mallorquín?

Sí. En el stand-up llevo muy poco, hacer monólogos es difícil y aún más cuando no tienes a nadie que te ayude. Sin embargo, en el año y pico que llevo en la industria, he visto poca gente que hace humor en mallorquín. Aunque, por el contrario, veo que en TikTok sí tengo seguidores y noto gente con ganas de hacer y ver comedia en mallorquín, y de eso se trata.

Usted se vale de las redes sociales para proyectar gran parte de su labor humorística. No es algo que se esté viendo mucho por parte de los cómicos mallorquines...

Es mi salida, una manera de mostrar lo que hago y enseñar mis monólogos. Es prácticamente el único canal que tengo. Las redes sociales pueden ser muy peligrosas para algunas cosas, pero también son muy útiles para posicionarse y para enseñar tus talentos. Sin embargo, cabe notar que jamás cambiaría un monólogo en directo por un vídeo. No hay nada mejor que tener a gente delante, ver sus caras por si les gustan los chistes y poder interactuar directamente con ellos. Al final el directo te ayuda a formarte como humorista y aprender de forma más eficaz. Si, por ejemplo, tienes un bolo que no ha ido bien, puedes analizarlo y mejorarlo para la próxima actuación que tengas. En las redes sociales es más complicado aplicar esta autocrítica.

Jamás cambiaría un monólogo en directo por un vídeo

¿Cree que las redes sociales son un paso imprescindible para las personas que quieren empezar en la comedia a día de hoy?

No, creo que son mundos paralelos que al final acaban encontrándose. Seguro que hay infinidad de artistas que se han ‘mamado’ muchísimos bares y garitos pequeños con no más de 10 espectadores y que al final han conseguido su éxito y su fama con trabajo duro. Yo no veo a las redes sociales como un elemento indispensable para ejercer la comedia hoy en día.

Usted, antes de cómico, ha sido dramaturgo y actor por varios años. ¿Ha podido aplicar su experiencia en estos oficios a la hora de hacer comedia?

En referencia a los chistes que hago en TikTok, todo parte de una idea muy básica y generalmente todos los vídeos que hago son improvisados. Es decir, me pongo delante de la cámara, grabo y cuando interpreto a los personajes suelen ser actuaciones que improviso en mi mente muy rápido. No tengo ninguna clase de guion en TikTok, al final es coger un tema y voy improvisando. En cambio, cuando hago teatro, que de hecho ya he escrito dos obras, es muy diferente. Hay todo un proceso de creación de personajes y de un sinfín de cosas que requieren un trabajo mucho más metódico y que no está hecho en cinco minutos como puede ser un video para TikTok. Al final, para mí son dos cosas muy distintas.

No tengo ninguna clase de guion en TikTok, al final es coger un tema y voy improvisando. En cambio, cuando hago teatro, que de hecho ya he escrito dos obras, es muy diferente

Con qué palabra se identifica más, ¿Actor o humorista?

Para mí vendría a ser un poco lo mismo, aunque creo que me quedaría con actor. Es muy difícil hacer reír, y más cuando has tenido un mal día y lo último que te apetece es hacer chistes. En ese sentido encuentro muchas similitudes con el trabajo de actor, que al final es poder representar o interpretar algo que no eres.

Al final, comenzar siendo actor, como es mi caso, te ayuda a tener tablas, porque a veces pasa que te puedes quedar en blanco y debes seguir hacia delante, ya sea improvisando o con cualquier otro método. Este tipo de problemas también puedes sufrirlos frente a un micro cuando haces un monólogo. Creo que, a fin de cuentas, se retroalimenta más el cómico del actor que no viceversa.