Llorenç Córdoba, el presidente del Consell de Formentera que ha sido expulsado de la coalición de derechas que tiene el PP en la isla, ha arremetido contra los conservadores por montar un “golpe de estado” para echarle y por “tratar de hacerse con el poder con fines que nada tienen que ver con el interés general de los formenterenses”. En concreto, señala al presidente del PP en Formentera, José Manuel Alcaraz, con quien mantiene un enfrentamiento directo. El PP acusa a Córdoba de estar en bancarrota y de haber pedido un sobresueldo de 4.000 euros a la lideresa del PP en las Islas y presidenta del Govern, Marga Prohens. Mientras, Córdoba sostiene que quien está arruinado es el PP.
Para él, ha sido objeto de una serie de “mentiras” sobre su patrimonio, que su familia y él han sufrido “desde hace seis meses, pero muy intensamente desde hace un mes y medio”. “Un acoso brutal y despiadado por el simple hecho de ser yo el presidente del Consell Insular elegido democráticamente por el pueblo de Formentera; este golpe de estado ya estaba preparado el primer día que ganamos las elecciones”, ha declarado en un comunicado remitido a los medios de comunicación. Córdoba considera que “molestaba a los poderes económicos que mandan y dominan al Partido Popular de Formentera”.
Córdoba ha añadido que este acoso del PP le ha “costado la salud”: “Me ha costado el dormir por las noches, ni siquiera he podido disfrutar a mis hijas que estudian fuera de la isla cuando han tenido sus vacaciones de Navidad. Mis padres, mi hermana, mis hijas, mi mujer y yo hemos padecido a diario esta angustiosa e injusta situación. Además, nos hemos visto retratados diariamente en la prensa y en la calle con una sarta de mentiras dirigidas únicamente a presionarme para hacerme dimitir”. “Me han echado de la coalición por no ser corrupto y por decir las cosas a la cara”, ha añadido.
Córdoba dice que ganaron las elecciones gracias a él
“Después de un mes y medio de una vergonzosa lucha por el poder, me toca a mí explicar al pueblo de Formentera qué está pasando en dos formaciones políticas que en los últimos 20 años no han sido capaces de ganar unas elecciones”, ha dicho Córdoba. Según su versión, tanto el PP como Compromís -la derecha local de la isla- le pidieron que fuera él quien encabezase la candidatura al Consell Insular y al Parlament ya que “eran conocedores de que era la única posibilidad que tenían para poder gobernar en la isla y hacerse con el diputado por Formentera”.
“Se ha intentado, de una forma maliciosa, expulsarme del Consell y del Parlament balear simplemente por el hecho de molestar a ciertas personas que no han podido ejercer los cargos que yo ostento actualmente (hay hasta cinco ex-candidatos entre los ocho consellers) porque el pueblo no los quería. Pero ellos no lo han aceptado y siguen empeñados en pensar que el pueblo de Formentera no tiene la legitimidad para elegir democráticamente a su candidato”, ha indicado el presidente insular.
Para Córdoba, el viernes fue un “día muy triste para todos los formenterenses”: “Fue el día en que se consumó un golpe de estado encubierto en el Consell Insular de Formentera. Ese día cinco consellers del Partido Popular y tres consellers de Compromís firmaron mi expulsión de una coalición de partidos políticos que se llama Sa Unió de Formentera. Coalición a la que sigo estando muy agradecido de haber formado parte y de la que puedo decir, con mucho orgullo, que estando encabezada por mi y gracias a la gente de Formentera, ha sido la primera vez en dos décadas que ha ganado unas elecciones insulares y la primera en la historia de la democracia que lo ha hecho con mayoría absoluta”.
Enfrentados por cuánto cobra
La polémica entre Córdoba y Sa Unió (la coalición del PP y Compromís en Formentera) radica por discrepancias sobre cómo se tiene que repartir el dinero que recibe Córdoba por ser, además de presidente del Consell Insular, diputado en el Parlament balear. Córdoba acusa al PP de quedarse con la asignación mensual de los 2.700 euros que tiene en la Cámara autonómica para sufragar, entre otros gastos, el local que tienen los conservadores en la isla. Según su versión, con el dinero que cobra no le sale rentable ser presidente insular en Formentera y diputado autonómico (el Parlament está en Mallorca). El PP, sin embargo, afirma que Córdoba está en bancarrota y que incluso ha pedido un sobresueldo a Marga Prohens.
Sobre este extremo, Córdoba dicho que cobra 4.625 euros mensualmente por ser presidente del Consell y diputado autonómico. “No se han cansado de repetir que yo cobraba 90.000 €, 100.000 € o más al año, incluso que era el político mejor pagado de la historia de Baleares. Se puede comprobar perfectamente que yo no miento, pero ellos se han empeñado en repetir mil veces que yo pedía un sobresueldo, además de esas cifras falsas”, ha comentado. Paradójicamente, tras su salida de Sa Unió y en el caso de que Córdoba pase a ser diputado no adscrito del Parlament, ahora sí que podrá controlar la asignación mensual de 2.700 euros que tiene en la Cámara autonómica.
Incluso, Sa Unió afirma tener unas grabaciones, que habrían sido registradas sin el consentimiento de Córdoba, donde éste pide más dinero para que le salga rentable ser diputado autonómico en Palma y presidente del Consell Insular en Formentera. Para Córdoba, es un caso de coacciones: “Los consellers han aprovechado una situación fabricada por ellos mismos para exigir mi dimisión, intentando hacer creer al pueblo de Formentera que estaba loco, amenazando e intentando coaccionarme con supuestas pruebas para cercenar mi integridad y mi moral, así como la de mi familia. Estos señores han intentado poner a todo el pueblo de Formentera en mi contra a base de mentiras y falsas acusaciones”.
Seguirá como presidente
Córdoba ha sido expulsado de Sa Unió y, a partir de ahora, ejercerá como presidente no adscrito. Sa Unió presentó este viernes las conclusiones del informe jurídico del secretario del Consell Insular, que indican que la salida de Córdoba, un independiente sin partido, “no supondrá un obstáculo en el funcionamiento diario del Consell”. Esto es así porque el presidente de Formentera seguirá formando parte de las juntas de gobierno, en las que se toman decisiones relevantes, y podrá acudir también a las comisiones informativas. La expulsión, avalada por las juntas locales, se hizo efectiva el 12 de enero, aunque con carácter retroactivo al 31 de diciembre.
Aunque se haya resuelto la expulsión de Sa Unió, ahora la gran incógnita es cómo Córdoba podrá gobernar el Consell Insular, ya que se encuentra totalmente solo: no le apoyan ni los ochos consellers de la izquierda ni los ocho consellers de la derecha, aunque estos últimos hayan aprobado los presupuestos insulares.
Pese a todo, ha asegurado que va seguir aportando su “salud, ánimos y fuerzas para defender los intereses del pueblo y la isla de Formentera”: “Estos ocho consellers [los de Sa Unió] tienen que tener muy claro que yo no voy a dimitir, no voy a dejar la gran responsabilidad que me ha otorgado el pueblo en manos de siglas políticas ni de empresarios escondidos en su oficina, dejando que sean otros los que dan la cara para lograr sus intereses personales”.
Los consellers de Sa Unió han pedido la dimisión de Córdoba e incluso le han amenazado con una moción de censura. Él en un principio también pidió la dimisión del presidente del PP en Formentera, José Manuel Alcaraz, y la vicepresidenta primera, Verónica Castelló, pero después retiró esta petición.
“Me hubiera gustado de todo corazón solucionar este problema. Yo he sido el primero y único que, abogando por una salida válida de esta crisis interna, ha renunciado a pedir la dimisión de dos consellers, apostando por la continuación del trabajo realizado. Hasta ahora he perdonado amenazas y situaciones muy violentas en lo que a política se trata con él único fin de favorecer la gobernabilidad de Formentera”, ha explicado.