300 alumnos en el limbo tras el desmantelamiento de un instituto público: “No sabemos dónde iremos”
Desde hace varias semanas, alumnos, profesores y equipo directivo de un instituto de Palma están en lucha contra la reestructuración del centro educativo impulsada por el Govern balear, lo que supondrá la eliminación de los estudios de secundaria y bachillerato para convertirlo en un Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP). Más de 300 plazas públicas de alumnos deberán redistribuirse en otros lugares, incluida la escuela concertada, y sin saber si podrán hacer frente a los pagos, y unos 70 docentes –45 de ellos con plaza fija– temen, de igual forma, ser destinados a otros centros, tal como denuncian. Se trata de un procedimiento que, recriminan, es “incompatible con una educación pública de calidad”, dado que “desestabiliza la plantilla de profesorado, erosiona la comunidad educativa y elimina el derecho de las familias a elegir centro educativo para sus hijos”.
Próximo a las céntricas Avenidas de Palma, el IES Politècnic es uno de los centros educativos más antiguos de Mallorca. Inaugurado en 1932, su función era la de ofrecer, por primera vez en la isla, Formación Profesional reglada y de calidad, convirtiéndose para ello en una Escuela del Trabajo para oficiales y maestros obreros. Aquel año se titularon 17 mecánicos, cinco carpinteros y siete electricistas. El instituto amplió su oferta educativa en 1999 con los estudios de secundaria y bachiller. En su web, el centro defiende la incorporación de ambas modalidades: “El claustro de ESO y bachillerato no queda atrás en cuanto a orgullo profesional. La diversidad de la que disfrutamos, además de los retos que este siglo XXI nos presenta de manera incansable, nos empujan cada día a aprender y mejorar para que ningún alumno quede atrás”.
Inaugurado en 1932, el IES Politècnic es uno de los centros educativos más antiguos de Mallorca. Su función era la de ofrecer, por primera vez en la isla, Formación Profesional reglada y de calidad, convirtiéndose para ello en una Escuela del Trabajo para oficiales y maestros obreros. Aquel año se titularon 17 mecánicos, cinco carpinteros y siete electricistas
Estos días, sin embargo, la indignación embarga a profesorado y alumnos, procedentes algunos de familias en situación de vulnerabilidad, ante el incierto destino que les aguarda. En el caso de los estudiantes, lejos del instituto que les está preparando e impulsando de cara a su futuro. En el de los docentes, lejos del centro en el que llevan educando prácticamente toda su vida. “No sabemos dónde iremos”, aseguran. Estos días, un gran letrero luce a las puertas del Politècnic, 'Defendamos la escuela pública, salvemos el Politècnic', ante las pretensiones de la Conselleria balear de Educación y Universidades de suprimir las clases de secundaria y bachiller.
Arranca el proceso de “extinción”
Una de las profesoras que con más contundencia está alzando la voz contra esta medida es Magdalena Vázquez, quien imparte clases de inglés en el Politècnic: “En abril empezaron a llegarnos informaciones de 'extranjis' de que la Conselleria quería extinguir el plan de estudios de ambas modalidades, cuando por nuestra parte estábamos volcados en aumentar las matrículas, uno de nuestros objetivos. Logramos una previsión de tres grupos en primero de ESO, pero finalmente solo nos llegaron dos. Y ahí fue cuando el director nos comentó lo que estaba pasando. Lo habían hecho para facilitar el vaciamiento del centro una vez comenzara el proceso de extinción”, relata la docente en declaraciones a elDiario.es.
Vázquez recrimina solo el hecho de que disminuir los grupos, una de “tantas medidas graves” llevadas a cabo desde entonces, supone que 20 familias “no han podido ejercer su derecho a elegir el centro por una decisión política que ni siquiera se había comunicado al Consejo Escolar de las Illes Balears, primer órgano de consulta cuando se abre o se cierra un centro”. Fue entonces cuando comenzaron las reivindicaciones de la Asamblea de Docentes del Politècnic. “Básicamente pedíamos que desde la Conselleria se sentasen con nosotros para que nos explicaran sus intenciones”, abunda. Desde entonces, señala, el ambiente en el centro está “muy enrarecido”, aunque asegura que lo último que pretenden son “divisiones ni mal ambiente” con sus compañeros de FP.
Este viernes, los profesores se reúnen de nuevo con la Conselleria, un encuentro en el que volverán a poner sobre la mesa un informe de viabilidad que avala que puedan continuar conviviendo un IES y un CIFP en el mismo centro, así como un proyecto de dirección para el Politècnic. Lo harán la misma semana en que ha tenido lugar una protesta y una huelga con un seguimiento de más del 90% del alumnado –de acuerdo a las cifras de la Asamblea de Docentes–, que reivindica su “derecho a una educación pública de calidad”. Durante la concentración, llevada a cabo el pasado lunes ante las puertas de las instalaciones, los afectados leyeron un manifiesto entre consignas como “queremos un futuro con FP, ESO y bachillerato”, “aulas colapsadas, bolsillos llenos”, “¿por qué nuestro centro?”, “la historia y los recuerdos no se clausuran” o “quieren eliminar 30 años de historia”.
El 90% de los alumnos participaron en la huelga llevada a cabo por el cierre del instituto, según la Asamblea de Docentes
El Govern se ampara en la creciente demanda de estudios de FP
Desde la Conselleria de Educación, por su parte, alegan que el Plan de Infraestructuras Educativas de Balears incluye la conversión del IES Politècnic en un Centro Integrado de FP debido a la creciente demanda de estos estudios en los últimos años y ante la privilegiada ubicación de las instalaciones en pleno centro de Palma. Tal como trasladaron al claustro del centro en una reunión mantenida el pasado 30 de octubre, para la Conselleria es necesaria la reforma integral del edificio con el objetivo de “adaptarlo a las nuevas necesidades y convertirlo en un centro de referencia”.
La Conselleria de Educación alega que el Plan de Infraestructuras Educativas de Balears incluye la conversión del IES Politècnic en un Centro Integrado de FP debido a la creciente demanda de estos estudios en los últimos años y ante la privilegiada ubicación de las instalaciones en pleno centro de Palma. El Govern quiere "adaptarlo a las nuevas necesidades" y convertirlo en un centro de referencia
Para ello, el departamento dirigido por Antoni Vera prevé eliminar de forma progresiva los estudios de educación secundaria obligatoria y bachillerato. Así, en el curso 2025–2026 se suprimirán los estudios de primero de ESO, se reducirá un grupo de segundo y se suprimirá primero de bachillerato. Para 2026–2027, se eliminarán los estudios de segundo de ESO, un grupo de tercero y los estudios de segundo de bachiller.
La Asamblea de Docentes del Politècnic lamentan, sin embargo, la “inseguridad” que genera a los alumnos no saber si podrán continuar sus estudios en el centro, además de la situación en la que quedarán quienes tengan que repetir curso y la “incertidumbre del destino de hermanos pequeños que ahora todavía estudian primaria en uno de los centros adscritos al IES Politècnic”. Pero sobre todo, no quieren que se destruya su comunidad “por una decisión política”.
El director del Politècnic: “Les mandarán a no se sabe dónde”
En esta misma línea, el director del centro, Xavier Caparrós, explica a elDiario.es que, después de que la Conselleria le comunicase la reestructuración, instó a los responsables educativos a que fuesen al Politècnic a explicar sus pretensiones, algo a lo que, recuerda el director, se mostraron inicialmente reticentes. Finalmente, acudieron al centro, donde explicaron los alumnos y profesores que “se irían yendo a otros centros siguiendo el procedimiento establecido en normativa”.
Caparrós señala que, con él, la Conselleria “no ha negociado” nada y que, de hecho, la directiva del centro había pedido la división del IES y la FP en dos áreas diferenciadas. “Pero con la decisión de la Conselleria el IES desaparece”, lamenta, aludiendo a la “inquietud” que esta medida ha provocado entre los profesores, muchos de los cuales “deberán volver a concursar y pedir destino nuevo donde haya vacantes”.
Respecto a los alumnos, asevera que las dudas también planean sobre ellos. “Las aulas de otros centros quedarán masificadas y no hay ningún instituto que así lo prevea, sobre todo en el centro de Palma”, comenta el director, quien recalca que “la gente no está animada”. “El ambiente no es del todo agradable, hay bastante crispación. Y es normal, teniendo en cuenta que muchos han hecho un proyecto de vida, se ha comprado un piso por esta zona, que además son carísimos. Y ahora les mandarán a no se sabe dónde”, añade.
El ambiente no es del todo agradable, hay bastante crispación. Y es normal, teniendo en cuenta que muchos han hecho un proyecto de vida, se ha comprado un piso por esta zona, que además son carísimos. Y ahora les mandarán a no se sabe dónde
“Queremos un centro para la FP del siglo XXI”
En medio del ambiente de incertidumbre que desde hace semanas se respira en los pasillos del centro, algunos docentes de FP también muestran su comprensión hacia las inquietudes de los afectados. Es el caso de María José Baena, profesora de Electrónica. “Evidentemente, no estoy en contra de la expansión de la FP, pero me da mucha pena la gente que se verá afectada. Se sienten muy maltratados y veo que hay muchos que lo están pasando muy, muy mal”, comenta a elDiario.es. En cuanto a la conversión del Politècnic en un Centro Integrado de Formación Profesional, cree que no es conveniente que la FP y la ESO compartan espacios: “Hay gente mayor con niños de 12 años que juegan, hacen sus actividades, celebran fiestas y mantienen su propia inercia. Son realidades diferentes”.
“Lo que nosotros querríamos es crear un ambiente profesional dentro del centro”, apunta Baena, quien, con todo, considera que las formas adoptadas por la Conselleria para llevar a cabo la reconversión “no son las más apropiadas”. “La gente no ha sabido nada hasta el mismo día del concurso de traslado. Y también está el mantener un centro con lo que queda de la ESO sin casi nadie de plantilla fija. Es un handicap muy difícil de llevar”, comenta. La docente lamenta que los profesores que deban trasladarse “no tendrán el arraigo que tienen ahora”.
Evidentemente, no estoy en contra de la expansión de la FP. Hay personas mayores con niños de 12 años que juegan, hacen sus actividades, celebran fiestas y mantienen su propia inercia. Son realidades diferentes. Pero me da mucha pena la gente que se verá afectada. Se sienten muy maltratados y veo que hay muchos que lo están pasando muy, muy mal
Baena también ve en el actual Politècnic inconvenientes para que pueda convertirse en un centro de FP “como Dios manda”. “Una de las cosas que ponen en las leyes de FP es que esté rodeado de tejido empresarial y en esta zona no lo hay, o al menos de las ramas que enseñamos. Y después, siendo realistas, el centro como tal, por mucho arreglo que se haga, no está preparado. Habría que invertir mucho dinero para que se adapte a las dimensiones que establece la normativa en cuanto a metros cuadrados por cada uno de los talleres. Lo mejor sería cerca de un polígono, con trasporte público, o en el ParcBit [Centro Balear de Innovación Tecnológica]. Pero, desde luego, creo que lo que tienen que invertir en el Politècnic sería muchísimo más que construir uno o dos centros nuevos”. “Queremos un centro para la FP del siglo XXI”, incide.
“A nadie le gusta cambiarse de centro y empezar de nuevo”
Los propios estudiantes son conscientes de que, con la reestructuración del centro, ya nada será igual. Alexandra Ramos, Raluca Dandes y Tomás Castañeda estudian segundo de bachiller y, aunque a ellos ya no les afectará la supresión, desde hace semanas se están volcando con sus compañeros, ayudando en la convocatoria de protestas y la recogida de firmas. “No ha sido fácil organizar una manifestación con tantos alumnos, pero tenemos este gran objetivo de hacernos ver en esta problemática”, comentan en declaraciones a elDiario.es. “Pensamos por nuestros compañeros, por los hermanos que están aún de en primero de ESO. Pensamos por todos ellos”, señalan con firmeza, asumiendo el hecho de que “a nadie le gustaría tener que cambiarse de centro en medio de la ESO, por ejemplo”. “De repente te cambian de instituto y tienes que integrarte otra vez y empezar de nuevo”, añaden.
Además de todo ello, Alexandra comenta que quitar una enseñanza básica de un centro público “con el tiempo acaba repercutiendo” y provocando una “masificación” de alumnos en las aulas de otros centros, con el consiguiente “empeoramiento de la calidad del estudio y de atención por parte del profesor, que tiene que estar pendiente de muchas más personas”. Asimismo, apunta a la problemática de que algunos de los afectados “tendrían que ir quizás a centros privados, sin que a lo mejor se lo puedan permitir o no tengan acceso a beca por uno u otro motivo”. “No sería lo más justo para todos”, abunda.
Los estudiantes denuncian que algunos afectados 'tendrían que ir quizás a centros privados, sin que a lo mejor se lo puedan permitir o no tengan acceso a beca por uno u otro motivo'. 'No sería lo más justo para todos', añaden
Hasta el momento, los estudiantes han recogido cerca de 200 firmas y quieren que “más gente conozca la situación”. Para ello, también están montando una asociación de alumnos y exalumnos con el objetivo de llegar “hasta la Conselleria”, poder “dialogar más” y que les “tomen más en serio, por decirlo de alguna manera”. “Que sepan que no estamos haciendo esto por aburrimiento”, sentencian.
0