El Ajuntament de Palma compra el edificio de Gesa tras más de diez años de abandono y litigios judiciales

La Junta de Gobierno del Ajuntament de Palma ha aprobado este lunes el acuerdo transaccional con Endesa para adquirir el edificio de Gesa, símbolo arquitectónico de Palma que lleva más de una década en estado de abandono y acumula un sinfín de litigios judiciales. Junto a este inmueble, el Consistorio también ha comprado dos parcelas adyacentes.

Así lo ha explicado el alcalde de Palma, Jaime Martínez, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, en la que ha detallado que 16,9 millones de euros de los 25,3 millones abonados corresponden a compensaciones y cancelaciones a Endesa, mientras que otros diez se destinan a la compra del edificio. Por su parte, el coste de las dos parcelas adyacentes al inmueble es de 5,2 millones de euros y se prevé que una de ellas incluya un aparcamiento subterráneo. En relación con los usos del edificio y las parcelas, Martínez ha señalado que el proyecto formará parte del distrito de innovación y que los usos se definirán a través de un concurso de ideas.

Así, ha remarcado que con el acuerdo aprobado no se definen los usos, sino que se aparcan los litigios por valor de más de 60 millones de euros y se adquiere el edificio con unas contraprestaciones. Dicho acuerdo se deberá ratificar en el pleno municipal de enero y, según el alcalde, Vox está “totalmente de acuerdo”.

Igualmente, ha explicado que una vez ratificado el acuerdo se formalizará la compra y se convocará un concurso de ideas de rehabilitación del edificio de Gesa y de construcción de un aparcamiento y otros espacios y equipamientos. Precisamente, ha señalado que se incluirá una biblioteca, una mediateca, archivos, espacios polivalentes y expositivos, un auditorio, así como la sede del Instituto Municipal de las Artes. Asimismo, preguntado por si el edifico acogerá un museo, ha reiterado que será a través del concurso de ideas y de expertos que se definirán los usos.

Para Martínez, se trata de un “día histórico” puesto que con esta adquisición se asegura la municipalización de la fachada marítima, desde el Baluard del Príncep hasta el Palacio de Congresos.

En los últimos años, el edificio de Gesa se ha visto envuelto por la polémica debido a su abandono, deterioro y a los intereses que operan en la zona. Obra del arquitecto Josep Ferragut, lo que en la década de los sesenta podía vislumbrarse como un moderno edificio de oficinas, sinónimo de vanguardia y funcionalidad, ha acabado por convertirse en un mamotreto abandonado y prácticamente molesto para todos los equipos de gobierno que han pasado por el Ajuntament de la capital balear. 

Ya Ferragut, comprometido con la conservación del patrimonio artístico y natural de Mallorca y firme opositor de quienes se afanaban en construir en Mallorca con la mirada puesta en el interés urbanístico y el turismo de masas, vio en el frente marítimo de Palma un emplazamiento privilegiado para erigir la nueva sede de la compañía Gesa. Inaugurada en 1977 en unos terrenos en los que la empresa tenía antiguas instalaciones, próximos al conjunto amurallado de la ciudad y frente a uno de los principales accesos a la urbe, el arquitecto quiso dar vida a una edificación emblemática que simbolizase los avances y las nuevas tecnologías de la compañía eléctrica. Líneas formales, transparencias y nítidas fachadas de vidrio engalanaron un edificio que durante más de veinte años sirvió de sede de Gesa.

Cine Metropolitan

Por otro lado, la Junta de Gobierno ha aprobado la licitación del casal de barrio de Génova por 2,5 millones de euros y la compra del cine Metropolitan con un coste total de 3,6 millones de euros.

En relación con el cine Metropolitan, el alcalde ha explicado que se trata de una reivindicación histórica del barrio de Pere Garau y ha resaltado la importancia de “ir cumpliendo por barrios para que se cumplan las reivindicación cuanto antes mejor”.

En concreto, el Ayuntamiento compra así tres inmuebles: el cine Metropolitan y dos locales adyacentes que formarán parte también de la intervención. Los usos se presentarán próximamente en una rueda de prensa y, según Martínez, se definirán de acuerdo con las reivindicaciones de las asociaciones de vecinos.