Unos 400 cardiólogos e internistas de toda España se reúnen en Palma, reunidos por la Sociedad Española de Cardiología, para abordar la insuficiencia cardíaca, una enfermedad que si no se trata puede tener peor pronóstico que el cáncer. Cada año mueren unas 20.000 personas en España y, de hecho, los expertos aseguran que se trata de una “pandemia”, ya que en dos décadas habrá un 25% más de personas con esta enfermedad.
Hablamos con el doctor Andrés Grau, coordinador de la Unidad de Insuficiencia cardíaca de Cardiología del Hospital Universitario de Son Espases (Mallorca), quien participa en la Reunión anual de la Asociación de Insuficiencia cardíaca. Grau no duda en asegurar que “nos alimentamos mal”, que no sabemos huir del estrés, que causa hipertensión -una de las dolencias que conlleva a la insuficiencia cardíaca- y, aparte de dibujarnos el mapa de esta enfermedad, nos da consejos para su prevención.
¿Nos puede dibujar un pequeño mapa de lo que supone la insuficiencia cardíaca?
Es la consecuencia final de muchas patologías del corazón. No es una enfermedad en sí misma, sino que es la consecuencia de su mal funcionamiento, del fallo del corazón como bomba para distribuir la sangre por todo el organismo, y puede ser causado por diversas enfermedades. La principal es la cardiopatía isquémica, que viene a ser la enfermedad del corazón por haber tenido un infarto o por falta de riego crónica, es decir, la que aparece cuando hay problemas con las arterias coronarias. Pero también lo son la hipertensión, la diabetes o diversas enfermedades genéticas. Hay muchas causas que pueden acabar provocando la insuficiencia cardíaca.
¿Cómo se manifiesta?
De dos maneras: por un lado, provocando fatiga, es decir, problemas de ahogo cuando haces esfuerzos de intensidad progresivamente menor y, en casos avanzados, incluso en reposo; por otro, mucha retención de líquidos. Hinchazón de las piernas, que puede llegar hasta las caderas, o hinchazón abdominal, que es la retención de líquidos del peritoneo. El problema es que, si no se trata, la insuficiencia cardíaca tiene un pronóstico igual o peor que el cáncer.
¿Cuál es su tratamiento?
La base principal son los fármacos, que son muy efectivos, y se utilizan básicamente cuatro familias de fármacos que hay que ir incrementando poco a poco para que la persona pueda ir tolerándolo. Con ellos, muchas veces, logramos curar la enfermedad y eso permite hacer una vida normal, a pesar de que la patología que ha causado la insuficiencia cardíaca esté todavía presente. Cuando los fármacos ya no consiguen controlar los síntomas, tenemos otras alternativas, que son diferentes intervenciones sobre las válvulas del corazón: tipos muy especiales de marcapasos, el trasplante cardiaco o implantar corazones artificiales.
Hay unas 20.000 personas al año que mueren a causa de esta enfermedad y en España la padecen 800.000. Los números asustan.
En España hay cientos de miles de personas que tienen insuficiencia cardíaca. En Mallorca, unas 12.000 personas y, en Balears, 15.000. La mortalidad sin tratamiento, al cabo de un año, puede llegar a ser de entre un 50% y 80%. Pero con tratamiento, el pronóstico mejora muchísimo. La incidencia de la enfermedad en personas jóvenes es muy baja, sobre todo afecta a personas mayores. Conforme aumenta la edad, una persona que haya sido hipertensa y diabética, casi seguro que a los 70-80 años tendrá insuficiencia cardíaca. Está muy ligado.
En España hay cientos de miles de personas que tienen insuficiencia cardíaca. En Mallorca, unas 12.000 personas y, en Balears, 15.000. La mortalidad sin tratamiento, al cabo de un año, puede llegar a ser de entre un 50% y 80%
¿Es una de las primeras causas de hospitalización? ¿La sociedad es plenamente consciente de su problemática?
Sí, es la primera causa de hospitalización entre los mayores de 65 años. La prevención de la insuficiencia cardíaca pasa por un buen control de todos los factores de riesgo que acaban provocándola. Sobre todo, el más desconocido y al que menos caso se le hace, es la hipertensión. El sobrepeso y la falta de ejercicio son factores que, si no se tratan bien y no se controlan, acaban provocando insuficiencia cardíaca.
Entiendo que la alimentación es básica desde pequeños.
Ahora mismo, el problema básico que tenemos, no solo por la insuficiencia cardíaca, sino por todas las enfermedades del corazón, es que nos alimentamos muy mal. Comemos demasiados hidratos de carbono, demasiadas calorías y no nos hacen falta tantas para vivir. La naturaleza nos ha creado para almacenar todas las calorías que consumimos por si llega un momento de carencia, pero hoy día no hay carencia, tenemos abastecimiento de calorías por todo. Por tanto, comemos demasiado. El índice de sobrepeso cada vez es más común y afecta a más gente. Hemos perdido el sentido de comer lo que hay en cada época del año, comemos poca verdura, pocas legumbres, mucho pan, muchos dulces y mucha sal, que es el otro enemigo de la hipertensión. Por eso, es necesario también hacer vida sana y ejercicio cada semana. Se recomienda hacer ejercicio moderado, como caminar, nadar o ir en bicicleta. Lo ideal son cinco horas a la semana, y no hace falta que sean diarias. Y comer bien y poco. Dicen que la mejor manera de estar sano es comer en plato de postre, es decir, porciones más pequeñas.
El problema básico que tenemos, no solo por la insuficiencia cardíaca, sino por todas las enfermedades del corazón, es que nos alimentamos muy mal. Comemos demasiados hidratos de carbono, demasiadas calorías y no nos hacen falta tantas para vivir
¿El estrés también nos afecta para llegar a tener insuficiencia cardíaca? No sé si como sociedad estamos preparados para combatirlo: cada vez tenemos más presión en el trabajo, más precariedad, más encarecimiento de la vida…
Sí que influye, porque provoca hipertensión y la hipertensión provoca la insuficiencia cardíaca. No es un factor determinante, sino que tiene que estar asociado a algo más. El estrés es un estado de prealerta, estamos programados para estar así delante de una situación de peligro, pero no podemos estar en alerta todo el día. Y hay personas que lo están. Eso sí que disminuye la salud. El consejo que doy es que no importan las horas que estás trabajando, incluso en estrés, sino que lo importante es saber desconectar y dedicarte al cuerpo y a la mente. La sociedad cada vez nos exige más. Pero tienes que saber cuándo parar, es una cuestión individual. Tienes mucha exigencia, pero tienes que saber decir: ‘hasta aquí, no quiero saber más del trabajo, mañana será otro día’.
Tienes que saber cuándo parar, es una cuestión individual. Tienes mucha exigencia, pero tienes que saber decir: ‘hasta aquí, no quiero saber más del trabajo, mañana será otro día’
En todo caso, hablamos de una enfermedad crónica.
Sí, sí. Es una enfermedad de por vida. Uno de los motivos de ingreso más frecuentes en gente mayor es que dejan de tomar la medicación y se vuelven a descompensar enseguida. Es un tratamiento que no se debe abandonar nunca. Además, la mayoría de las personas mayores también tiene otras enfermedades crónicas. Tienen que tomar una cantidad de pastillas que hace difícil el cuidado terapéutico, y eso hay que cuidarlo mucho.
¿Cuál es la prevalencia de esta enfermedad? ¿Han notado un aumento de los casos en los últimos años?
Está evolucionando a peor, porque la esperanza de vida aumenta y llega a una edad más longeva. Por tanto, aparece más insuficiencia cardíaca. A más edad, afecta a más personas. Se espera que en 20 años tengamos un 25% más de enfermos, una barbaridad. Por eso se hacen muchas unidades de insuficiencia cardíaca en los hospitales, para tratar de controlar a estos enfermos, porque es una pandemia.
Hay una carga asistencial muy alta. ¿Hay recursos suficientes?
Nos gustaría tener más, y eso que aumentan. Creo que en 4-5 años los habrá suficientes. Nosotros en el hospital lo hemos notado, necesitamos cada vez más personal. En Son Espases somos tres médicos y dos enfermeras en cardiología y dos médicos y una enfermera en medicina interna en insuficiencia cardíaca. Necesitamos más personal porque cada vez hay más enfermos, es algo progresivo. Pero aún falta mucho para tenerlo bien montado.
Es una problemática de toda España y de mucho gasto sanitario.
Hasta ahora, cada hospital tenía montado su sistema en el área de referencia del hospital. Ahora lo que se intenta hacer en toda España es un plan global de cada comunidad, no que un hospital tenga interés en hacerlo y otro no. Es algo que hay que hacer, como si fuera un plan de prevención del cáncer de mama. Es de las enfermedades que más recursos consume, un 3,8% del gasto sanitario, que es muchísimo. Y es de las primeras causas de hospitalización, como decíamos. El gasto que provoca la insuficiencia cardíaca no es tanto por los tratamientos, sino por estas hospitalizaciones, que los enfermos se descompensan muy frecuentemente y acaban ingresados. Es fundamental que los enfermos tengan una rápida accesibilidad a una unidad que lo pueda tratar precozmente para evitar el ingreso.
¿Cómo afectó la pandemia del coronavirus a esta enfermedad?
Las personas con insuficiencia cardíaca y que padecían de la COVID tenían un pronóstico mucho peor que los que no. La insuficiencia cardíaca agravaba muchísimo la enfermedad, murieron muchas personas que tenían un factor de riesgo. No a consecuencia de haber padecido COVID aumenta el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca, afecta más a patologías pulmonares, pero sí que ha afectado y provocado la muerte de muchos afectados por la enfermedad.