La autopsia de Aurora Picornell, la 'Pasionaria' de Mallorca, confirma que fue golpeada y acribillada a tiros por los franquistas

Esther Ballesteros

Mallorca —

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El informe forense de Aurora Picornell, la 'Pasionaria de Mallorca' asesinada por el franquismo en la noche de reyes de 1937 junto a otras cuatro activistas republicanas, confirma que la joven de 24 años falleció de tres disparos en la cabeza, no sin antes haber sido vejada y golpeada. Dos de los proyectiles recuperados eran de calibre 9x17 corto y procedían de una pistola semiautomática Astra 300, muy común entre los grupos paramilitares de Falange. El dictamen, al que ha tenido acceso elDiario.es, acaba de ser incorporado al procedimiento judicial que investiga al presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), por romper, en pleno debate de la derogación de la Ley balear de memoria democrática, el retrato de Picornell y otras dos fusiladas que exhibía en la tapa de su ordenador la vicepresidenta segunda de la Mesa, Mercedes Garrido.  

El documento fue elaborado después de que los restos de la luchadora antifascista fuesen identificados en la fosa número tres del cementerio de Son Coletes, en la localidad mallorquina de Manacor, donde también fue hallado el cuerpo de su padre, Gabriel Picornell Serra, quien en los años veinte fue uno de los impulsores de la Agrupación Comunista de Palma. Los restos de Picornell, junto a los de Belarmina González Rodríguez, Catalina Flaquer Pascual y sus hijas Antònia y Maria Pasqual, fueron encontrados entre noviembre y diciembre de 2021, durante la segunda fase de excavaciones y exhumaciones llevadas a cabo en este camposanto por parte de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con Àtics, en el marco del Tercer Plan de Fosas (2020-2021) del Govern Balear.

La identificación del cuerpo tras casi 90 años oculto en Son Coletes fue calificada por el entonces conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, quien manifestó que se trataba de una noticia que cambiaría “la historia de Balears” y que supuso el “triunfo de la sociedad democrática” de las islas.

El cuerpo se encontraba en buen estado de conservación y se estimó sexo femenino, una edad de entre 23 y 35 años y una estatura aproximada de 151 cm. Presentaba buena salud oral, sin apenas desgaste y ninguna caries ni pérdida en vida. Respecto al trauma perimortem, fueron identificados tres disparos en el cráneo: uno entró por el occipital, otro por la sien derecha y otro por la zona facial izquierda. En el poscráneo también se identificaron lesiones perimortales por el paso de un proyectil de arma de fuego en la cuarta costilla derecha y en el cúbito y radio izquierdos, a la altura de la muñeca.

A nivel post craneal, el informe apunta a las lesiones producidas en tres áreas. Por un lado, en la región distal de la cuarta costilla derecha se pudieron observar fracturas de origen perimortal posiblemente causadas por arma de fuego. Por su parte, la región distal del cúbito y del radio izquierdo presentaban una fractura conminuta por arma de fuego, lo que sugiere que la víctima pudo levantar el brazo en actitud de defensa, atravesando el disparo la muñeca. Por último, en el tercio central del peroné derecho, los investigadores detectaron una fractura completa que podría ser de origen contuso. 

La autopsia señala que las evidencias obtenidas en la exhumación y el estudio posterior realizado permiten confirmar la presencia de trauma perimortem y signos de violencia en tres de los esqueletos y que la muerte de las cinco 'Rojas del Molinar' se habría producido como consecuencia directa de las lesiones por arma de fuego. Los investigadores aseveran que todo ello es demostrativo de que fueron “muertes violentas de carácter homicida”. Junto al cuerpo de Picornell fueron hallados diversos objetos, en su mayoría elementos de vestimenta: un botón blanco de nácar, una hebilla metálica, un imperdible, un botón de presión metálico y dos pesos circulares de plomo con orificio central. Además, en el tórax derecho fue encontrada una pluma estilográfica jaspeada.

“Mirad, mirad los sostenes de Aurora”

El relato acerca de cómo se difundió la noticia del fusilamiento de Picornell la recogió el historiador mallorquín Llorenç Capellà en su libro Diccionari Vermell, en el que da cuenta de los pormenores que rodearon al asesinato de la militante comunista. De acuerdo a sus investigaciones, “un personaje tristísimo del fascismo ciudadano”, entró en un bar de Es Molinar y, visiblemente feliz, sacó un sujetador del bolsillo y anunciaba la muerte de la 'Pasionaria' mallorquina mientras manifestaba a los allí presentes: “Mirad, mirad los sostenes de Aurora”. La noche anterior, víspera de Reyes de 1937, los golpistas habían acribillado a tiros a la responsable de la organización de mujeres del Partido Comunista en Balears, hoy convertida en icono de la memoria histórica y del republicanismo.

Nacida en 1912, casada y con una hija pequeña, Picornell era modista de profesión. Fue miembro de la directiva de la Liga Laica de Mallorca, sindicalista y feminista, además la primera impulsora del Día de la Mujer Trabajadora en Mallorca. La militante fue detenida en los primeros días tras el golpe de estado militar. Y es que, después de que el 19 de julio de 1936 el recién proclamado comandante militar de Balears Manuel Goded declarase el estado de guerra en las islas y asumiera el control absoluto de Mallorca y Eivissa, se desató en las islas una dura represión que, como sostiene el historiador Bartomeu Garí Salleras, ya había sido planificada meses antes del conflicto y sería perfectamente ejecutada por falangistas, militares, autoridades civiles, redes clientelares de derechas, capellanes e, incluso, por familiares de las propias víctimas. 

Picornell fue encerrada primero en la Prisión Provincial de Palma y en la prisión de mujeres de la calle Sales después. Desapareció junto a sus cuatro compañeras la noche del 5 de enero de 1937.

La familia Picornell Femenias fue una familia muy conocida por su activismo político en defensa de los derechos de los trabajadores y de las clases más desfavorecidas. Aunque fue especialmente popular en el barrio palmesano de Es Molinar, su activismo transcendería mucho más allá del barrio y de la ciudad de Palma. Fue también una de las familias más duramente represaliadas por el franquismo.

Gabriel Picornell y Joana Femenias tuvieron siete hijos. Además de Aurora, también morirían asesinados en Mallorca sus hermanos Gabriel e Ignasi. Asimismo, el hermano menor, Joan, que marchó a Barcelona para participar en las Olimpiadas Populares junto a la hermana menor, Llibertat, sería deportado años más tarde al campo de concentración nazi de Dachau, en Alemania. Murió poco después de ser liberado como consecuencia de las secuelas. De las hermanas restantes, dos se quedarían en Mallorca junto a su madre. Llibertat, la menor de todas, que dejó la isla con tan solo 15 años, vivió en el exilio en México y Francia, país este último donde pasó el resto de su vida. Llibertat no volvería a pisar Mallorca hasta la década de los 50, sólo para visitar a su madre y a sus dos hermanas.

Entre 'vivas' a la República, gritos de “a por la Tercera” y “frente al fascismo, ni un paso atrás” y con el Himno de Riego de fondo, los restos de Aurora, de su padre y de las otras cuatro 'Rojas del Molinar' fusiladas fueron entregados a sus descendientes, el 28 de enero de 2023, en un emotivo acto que llenó al completo el Conservatorio de Música de Palma.