El pleno del Parlament ha aprobado este martes la reforma de la ley del juego de 2014, aunque lo ha hecho con el conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, haciendo visible su disconformidad con las excepciones a la publicidad de casinos en zonas turísticas impulsadas por el PSIB y con el voto particular de Unidas Podemos en esta cuestión.
“Es el juego parlamentario”, ha reconocido Yllanes durante la defensa de la norma en referencia a la enmienda impulsada por el PSIB y con el apoyo de PP, CS y Vox para que los casinos sí que puedan hacer publicidad en aeropuertos, zonas turísticas y hoteles. “Tengo muchas dudas de que un aeropuerto sea un lugar turístico. Por ellos entran y salen los ciudadanos de Balears”, ha añadido.
En su defensa del proyecto de ley, Yllanes ha admitido que “hubiera sido deseable” que no hubiera publicidad de los establecimientos de juego en ningún lugar ni en ningún momento.
Unidas Podemos había pedido en varias ocasiones durante la tramitación el mantenimiento del texto original que salió del Consell de Govern contemplando la prohibición de la publicidad. Finalmente, solo MÉS per Mallorca y Més per Menorca han apoyado el voto particular en este sentido.
“En los casinos trabajan personas”
En su intervención, la diputada del PSIB Irene Triay ha justificado la excepción en el hecho de que los sindicatos habían expresado su preocupación por los puestos de trabajo. “En los casinos trabajan personas y el PSIB siempre ha defendido a los trabajadores”, ha apuntado.
Según Triay, el 70 por ciento de los clientes de casinos en Mallorca son turistas y en Menorca y Eivissa este porcentaje se eleva al 90 por ciento. La diputada ha concluido afirmando que “el enemigo es el juego online”.
El portavoz de la formación morada, Alejandro López, ha defendido el voto particular de su grupo. “Por desgracia”, ha señalado, el PSIB junto a partidos de la oposición han permitido la excepción. Según López, la prohibición de la publicidad, sin excepciones, es más acorde a la filosofía de la ley “por tratar el juego como una actividad legal que puede causar graves problemas”.
López, además, ha rechazado la “excusa” de que son extranjeros porque, ha argumentado, también entre los turistas también puede haber personas que están pudiendo ser tratadas por adicciones.
Podem: “Han comprado el relato de la patronal”
El portavoz de la formación morada también se ha referido a la intención de la oposición de excluir a las 'escoletas' de la distancia de los 500 metros y les ha acusado de “comprar el relato de la patronal”. “Claro que no se van a jugar el juguete, pero puede haber padres o familiares que estén siendo tratados y que tienen derecho a acudir seguros a por los niños”, ha afirmado.
Sobre esto, los diputados de Unidas Podemos han lucido en sus escaños carteles con la leyenda “la ludopatía no es un juego ni para residentes ni para turistas”.
En la misma línea, la diputada de MÉS per Mallorca Joana Aina Campomar ha calificado como “una mala opción” la enmienda del PSIB y ha reclamado que no haya excepciones a la publicidad. Sobre el aeropuerto, en línea con lo apuntado con el conseller, Campomar ha recordado que por estas infraestructuras “transitan residentes de todas las edades y los turistas saben de sobra dónde están los casinos”.
El diputado del PP Sebastià Sagreras ha admitido que él “también estaría molesto” si uno de sus socios le hubiera rebajado una ley salida del Consell de Govern.
Regulación de distancias y ratios
La nueva norma aumenta a 500 metros la distancia de los salones de juego a los centros educativos y sociosanitarios, incluidas las guarderías, y establece una distancia mínima entre locales de 500 metros tanto en Palma como en el resto de municipios, tras aprobarse una enmienda de El PI.
La ley, ha explicado el conseller, pretende proteger los colectivos más vulnerables y ofrecer la máxima seguridad y protección jurídica a los ciudadanos, así como atender la necesidad de planificar la ubicación de las salas de juego y locales de apuestas, para prevenir las externalidades negativas que la actividad puede ocasionar, y corregir las disfunciones que produce el crecimiento desordenado de este tipo de establecimientos.
“Desde el principio de legislatura dejamos claro un mensaje como Govern: no queríamos que nuestras islas fueran un 'Las Vegas low cost' o el Macao del sur de Europa”, ha destacado el vicepresidente del Govern.
La norma fija igualmente el tope a la ratio actual de salones de juego y locales específicos de apuestas en el territorio del archipiélago, que se limita a la media estatal de 75 por cada millón de habitantes empadronados en la comunidad autónoma. Actualmente Balears se encuentra en 120 por millón de habitantes.
Letreros y fachadas
La ley regula también los letreros y elementos que cubren las fachadas de los establecimientos de juego y determina que se tendrán que retirar los más llamativos.
“Esta modificación de la Ley no es solamente una cuestión puntual en lo referente a una actividad económica concreta, sino una reflexión sobre qué modelo de ciudad y pueblo queremos, si queremos de veras un ocio saludable para nuestros niños y si, como sociedad, nos interesan más unos cuántos intereses particulares o el bien común y la opinión de nuestras conciudadanas y conciudadanos”, ha concluido Yllanes.