La Junta de Gobierno del Ajuntament de Palma ha acordado este viernes, en reunión extraordinaria, concurrir a una convocatoria de fondos europeos Next Generation y pedir 10 millones de euros, el máximo posible, para financiar parte de la compra del edificio Gesa, en la fachada marítima, y convertirlo en un gran espacio multicultural.
Lo ha anunciado este viernes en rueda de prensa el alcalde, Jaime Martínez, que ha confirmado que el objetivo es crear un equipamiento de arte contemporáneo y que Palma pueda aspirar a ser Capital Europea de la Cultura en 2032.
El primer edil ha expresado su confianza en que dentro de este trimestre el acuerdo con Endesa pueda estar firmado para que la operación de compraventa, que tiene un importe total aproximado de 25 millones de euros, se cierre antes de que acabe el año, condición fijada en la convocatoria.
Los otros 15 millones podrían financiarse a través de compensaciones y deudas pendientes del Consistorio con la empresa, por lo que tampoco supondría un conste adicional para el Ajuntament, que solo tendría que desembolsar directamente los 10 millones procedentes de los fondos europeos.
El acuerdo de este viernes, a grandes rasgos, contempla trasladar al Govern, que es quien finalmente distribuye los recursos, el interés de Cort en obtener un máximo de 10 millones de euros para financiar la compra. Este lunes acaba el plazo para presentar convocatorias a estos fondos, cuya adjudicación podría conocerse en un mes.
El primer edil se ha mostrado confiado en que la solicitud del Consistorio recibirá el visto bueno para conseguir la financiación, aunque ha asegurado que, de rechazarse, el acuerdo con la empresa energética para el traspaso del edificio seguiría adelante. “El proyecto será igualmente viable”, ha incidido.
Jaime Martínez ha señalado que tras la compra se iniciará un proyecto de remodelación a través de un concurso internacional de ideas y que las obras futuras obras podrían comenzar ya el año que viene. “No ve imposible” que la nueva infraestructura esté operativa antes de que acabe la legislatura.
Martínez, que ha comparecido acompañado de los regidores Javier Bonet, Mercedes Celeste y Óscar Fidalgo, ha subrayado que además de resolver un problema de seguridad en la zona, la adquisición y reforma enriquecerá la oferta cultural de la capital balear.
En este sentido, el alcalde ha explicado que la intención es que la futura infraestructura, que mantendrá su apariencia ya que se trata de un edificio catalogado, acoja un centro de arte contemporáneo, dependencias del archivo municipal, un auditorio, establecimientos de restauración en las últimas plantas, plantas diáfanas para exposiciones y eventos, un museo de escultura al aire libre y usos ligados a innovación en las artes.
La ciudad, ha avanzado, está ya en conversaciones con museos y centros culturales de renombre, así como con coleccionistas privados, en relación a la posible oferta y contenido del edificio para que sea “de altísimo nivel”. Estos usos incluyen también la oferta gastronómica, extremo que el primer edil, en el marco de Fitur, ha reivindicado para impulsar igualmente este sector turístico.
El alcalde ha anunciado también que próximamente se pondrá en marcha una intervención puntual y piloto sobre la fachada, que cuenta con el visto bueno de la comisión de centro histórico y del Consell de Mallorca, que contempla la reforma de los paneles, manteniendo el actual aspecto, pero aprovechando para captar energías renovables.