Pep Bonet, fotoperiodista: “La pesca responsable se debe mirar desde una fotografía responsable”

Adrián Oliver

Mallorca —
31 de agosto de 2023 17:57 h

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“Sólo fotografío lo que quiero mucho u odio mucho”. Con este mantra suele responder Pep Bonet, fotógrafo y documentalista nativo de la isla de Mallorca, cuando es preguntado sobre los temas que más le inquietan y quiere reflejar a través de las lentes de su cámara. Y es que esa dualidad se puede ver reflejada a través de su extenso y variopinto trabajo, que va desde el fotoperiodismo más social en países Africanos como Namibia o Botsuana hasta una fotografía más personal y underground como el proyecto de larga duración que realizó a la banda Motörhead hasta el fallecimiento de Lemmy Kilmister, su cantante.

En esta entrevista con elDiario.es, Bonet se define como un fotógrafo que busca lo oscuro, lo diferente, pero al mismo tiempo no se priva de sus instintos a la hora de buscar historias que se salgan de su órbita pero por las que siente una pasión “irrefrenable” y no puede mirar hacia otro lado. A día de hoy, su trabajo se centra más como director de fotografía en grandes producciones extranjeras, reservando a la fotografía proyectos verdaderamente personales como Paradís, una obra que estrenó el pasado abril y que revisita los rincones de la Mallorca de su infancia después de muchos años trabajando en el extranjero.

No se trata del único proyecto de Bonet sobre la isla. El pasado viernes impartió una master class en el certamen fotográfico MARE, una iniciativa impulsada por asociaciones por la conservación y protección del medio marino cuyo fin último es hacer tomar conciencia de las problemáticas del mar balear y su conservación a través de un concurso fotográfico. Esta vez, en su cuarta edición, uno de los temas que busca retratar es la pesca responsable en Balears y, para ello, Pep ha formado a un grupo de fotógrafos para que busquen historias relacionadas con los pescadores y la sostenibilidad para luego exponerlas en el certamen. Desde MARE tienen claro el objetivo de Pep y la iniciativa: mostrar el lado más amable y humano de la pesca.

Su carrera fotográfica ha pasado por muchas fases. Primeramente, una fotografía social centrada en los problemas de África. Después transicionó a temas más underground con el reportaje fotográfico de Motörhead, e incluso de vez en cuando muestra una faceta más enfocada en el vídeo. ¿Dónde tiene puesta la mirada ahora Pep Bonet?

Siempre fotografío lo que quiero mucho o lo que odio mucho. He hecho muchos años de fotoperiodismo de denuncia  en Somalia, Zambia, Angola… Sobre temas como conflictos, hambruna, desigualdades sociales o refugiados, y esto es lo que he hecho durante más de 25 años como fotoperiodista y documentalista. Hace unos diez años comencé a escucharme más a mí mismo y empecé a cansarme de estas temáticas tan duras. Fue ahí donde transicioné a otras inspiraciones más personales como la música, el rock and roll y las historias más positivas. Ahora estoy en la fase de hacer todo lo que quiero. He estado fotografiando mucho a Motörhead, pero Lemmy murió y lo dejé. 

También he estado haciendo una historia en Botsuana donde se juntaron mis pasiones por África y el heavy metal. Mi proyecto, Hellbangers, es una historia underground sobre el heavy metal en Botsuana que es a la vez película, exposición y libro. Y es quizás esa faceta de director de fotografía y el cine donde estoy más metido ahora, donde estoy aprendiendo mucho y disfrutando todo lo que hago. Trabajo mucho para HBO Max como director de Behind the Scenes de series como The Climb, La Casa del Dragón o Lioness. El hecho de trabajar en producciones tan grandes de Hollywood es una gran experiencia y es en esta parte donde me quiero centrar por el momento.

Sin embargo, no ha dejado de lado la fotografía. De hecho, uno de sus últimos trabajos, Paradís, es un proyecto fotográfico realizado en Mallorca. Llama la atención que el mar está muy presente en el proyecto. ¿Qué es el mar para usted?

Desde los 14 años hasta los 21 fui windsurfista profesional y el mar y Mallorca han sido una gran parte de mi vida. Después me fui a vivir a Tarifa, cuando empecé a ser profesional en el windsurfismo, y lo retomé hace unos cuatro años cuando estaba en Namibia, en el canal de velocidad que hay allí donde compiten los mejores. De hecho, tengo el récord de velocidad a vela en España. El mar es mi vida también, porque ha formado parte de mi juventud y ahora he retomado esas pasiones que comencé a cultivar en la isla. Tengo un material de windsurf y navego cuando puedo, y si no puedo hago remo. Siempre intento estar en el mar.

No es la primera vez que habla sobre el mar de Mallorca. De hecho, en 2020 participó en el documental Out of Plastic como cámara que habla sobre la problemática de la presencia extensa de plásticos en el Mediterráneo. ¿Siente cercana esta causa?

Este documental lo hice con Line Hadsbjerg, una gran amiga que también colaboró conmigo en la cinta Into the Shadows, que yo mismo he dirigido y que ahora se puede ver en Netflix. Ella me propuso hacer esta película como director de fotografía. Tenía muy claro qué es lo que quería contar y yo grabé los planos y las entrevistas y otro trabajo que compete a la fotografía, que es lo que realmente me gusta hacer. El documental lo encuentro muy cercano principalmente porque Line y yo nos metimos de lleno en la problemática durante mucho tiempo. De hecho, su marido es el director de Clean Waves, una empresa que se dedica a recuperar plástico del mar y reciclarlo en otros productos, y yo mismo me he hecho embajador de esta empresa. 

Imagino que como isleño y practicante de un deporte acuático esta problemática debe de tocarle alguna fibra...

Como mallorquín y windsurfista es una problemática con la que siento algo de sensibilidad. El mar es nuestra casa, es mi isla, es donde he nacido y estamos viendo cómo la están machacando por excesos relacionados con el turismo y la sobrecarga de cruceros que embarcan aquí. Y todo lo que podamos hacer nosotros como creadores de contenido puede ayudar a sensibilizar sobre esta situación y hacer saber a la gente que debemos cuidar este paraíso natural donde vivimos

¿Se considera activista de este tipo de causas?

Yo empecé con estos temas de cambio climático con mi agencia en 2015 con el proyecto Consequences. Se trata de un trabajo muy duro de diez fotógrafos sobre diez temáticas, y yo me enfoqué en el problema de la energía en Polonia y las minas de carbón. Después hicimos el proyecto Solutions, que habla de cómo revertir los problemas planteados en el anterior trabajo y traté la energía geotérmica en Islandia. Este tipo de temas, a pesar de que los he ido tocando a lo largo de mi carrera, no son mi pasión, pero creo que sí que es importante estar atento a estas situaciones, y siempre que me lo pidan intento formar parte de esta lucha aunque no bajo el título de activista.

¿En qué consiste su master class?¿Qué le ha transmitido a los fotógrafos?

Yo de pesca sé muy poco, sólo he fotografiado a un par de pescadores para un reportaje para National Geographic. Lo único que me interesa de la pesca es el pescado y de donde viene, y creo que ese es un buen punto de referencia para poder guiar un poco a los fotógrafos. Con este taller lo que he hecho ha sido motivar a los fotógrafos más que darles instrucciones precisas. Les he enseñado mis proyectos, cuáles han sido mis inspiraciones… Y también una parte importante ha sido inculcarles que el trabajo de fotoperiodista es un trabajo duro, que las cosas no vienen por sí solas. Hay que llegar el primero e irte el último y automotivarse hasta el punto de obsesionarse.

¿Cree que la pesca responsable se trata de una realidad que necesite ser retratada? La pesca masiva suele ser la más conocida entre la sociedad...

Sí. No sé lo que van a hacer los fotógrafos que se han apuntado. Con MARE hemos pensado algunas historias para darles como hacer retratos de pescadores, tipos de artes de pesca, reparaciones en las redes, los tipos de embarcaciones, la clase de peces que se pescan, áreas marinas protegidas…etc. Todas estas temáticas giran en torno a la pesca responsable y la evolución de la historia de la pesca en las islas, incluyendo partes que en ocasiones no se ven como el viaje del pescado a la Lonja y la logística detrás de todo ello. A mí me gustaría que no todo el mundo hiciera un reportaje fotográfico tradicional. Me gustaría, sobre todo la generación joven, que tengan un espíritu más creativo, y más que retratar también puedan crear. A través de la creación y la imaginación se pueden crear mundos que nos puedan hablar del futuro y de cómo sería un mundo ideal. No quiero que hagan fotoperiodismo tradicional, creo que es necesario que se expresen como quieran y apoyarles desde ahí.

¿Cree que de ahí podría salir una nueva forma de ver este sector más allá de las redes fantasma o la sobrepesca?

Esa es la idea. Primeramente concienciar a los fotógrafos para que se documenten y sean especialistas sobre el tema, para que así sean ellos mismos los que nos digan lo que está pasando e incluso puedan contarnos historias nuevas que se nos hayan pasado. Lo que quiero es motivarlos para que ellos descubran por sí mismos. Ahí está el objetivo: que las personas se creen una buena logística para encontrar esas historias y dejar de lado esa tendencia de buscar solo fotografías bonitas. La pesca responsable se debe mirar desde una fotografía responsable, porque al final debes saber defenderlo y poder hablar de ello.

Para usted, ¿qué elementos son imprescindibles en una fotografía que pretende describir la pesca sostenible en Balears?

El amor. El amor por tu barca, por tu tierra, por tu mar. El amor por lo que te rodea. Esto es lo que realmente importa en este trabajo: ver esa sensibilidad y esas emociones que en ocasiones no se pueden contar con palabras. Yo espero que los fotógrafos puedan captar el amor que rodea a estos pescadores, a estas especies y a estos luchadores que intentan proteger el mar.

¿Tiene pensado trabajar en algún proyecto que tenga que ver con la conservación del medio marino en las islas?

No, realmente no. Ahora mismo estoy más centrado en el cine y trabajando en dirección de fotografía. De momento no me lo he planteado, pero si el trabajo de estos fotógrafos que he enseñado me inspira igual sí, quien sabe. De todas maneras me siento más a gusto pudiendo formar parte de esta cadena como docente e inspirador más que como fotógrafo, porque creo que para que una historia salga muy bien se debe creer mucho en ella y estar un poco obsesionado, y ese de momento no es mi caso con el tema de la pesca y el mar. Siempre he preferido historias underground y un poco más oscuras y diferentes.