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El fundador de ONO y su familia escapan de la agresión del dueño de un restaurante en Albania
La agresión a Eugenio Galdón, fundador de ONO, y a su familia le ha costado al dueño de un restaurante en Albania, además de la cárcel, perder el establecimiento que llevaba operando sin permiso desde hace años y que este miércoles está siendo demolido.
Se trata del restaurante “Panorma”, situado en Himare, al sur del país, de Mihal Kokëdhima, que protagonizó la semana pasada un vídeo grabado desde el interior del coche que trasladaba a la familia del empresario.
Kokëdhima se encaramó al capó del vehículo con el fin de evitar que los españoles abandonaran su restaurante sin pagar la comida encargada, que no degustaron debido al retraso en servirles los platos.
La Agencia Nacional de la Protección del Territorio (IKMT) ha ordenado derribar el local tras el escándalo desatado por la agresión del dueño del restaurante a los “turistas españoles y sus dos acompañantes albaneses”, ha informado en un comunicado.
Los trabajos de demolición han comenzado este miércoles por la mañana en medio de un fuerte dispositivo policial y se espera que concluyan esta misma jornada. La familia Kokëdhima, por su parte, no ha opuesto resistencia y por el momento no se han registrado incidentes.
El restaurante, con una superficie de unos 2.000 metros cuadrados, operaba sin permiso y al mismo tiempo explotaba económicamente parte de la playa, ha añadido la agencia IKMT en el comunicado, en referencia a las hamacas que había colocado Kokëdhima y por las que cobraba a pesar de no tener licencia.
El establecimiento era el único construido en la bahía de Porto Palermo, una de las zonas más bonitas de la costa del mar Jónico del país. Las autoridades lo han cerrado tras la agresión del dueño del restaurante.
El conflicto empezó cuando los españoles anularon dos de los siete platos que habían pedido, lo que provocó la furia de Kokëdhima, de 51 años, que salió corriendo de su local y se lanzó encima del capó del coche que el matrimonio había alquilado.
El vídeo, grabado por la propia familia, muestra a Kokëdhima fuera de sí, gritando y golpeando sin parar el parabrisas hasta romperlo, mientras el coche, conducido por un chófer albanés, se encontraba en ruta. Con las manos ensangrentadas el hostelero ignoraba los gritos del conductor y del guía y estuvo encaramado al parabrisas durante casi diez minutos.
Tras el incidente, Kokëdhima fue detenido y en prisión preventiva, bajo la acusación de intimidación, daño intencionado y destrucción de propiedad.
El diario Shqiptarja.com ha informado de que en 2012 fracasó un intento del Ayuntamiento de Himara de destruir este establecimiento, lo que permitió a Kokëdhima seguir ejerciendo con toda tranquilidad su actividad pese a carecer de documentación.