El Ministerio de Interior de Alemania ha publicado este martes un informe en el que contabiliza 370 incidentes de ultraderecha desde 2017 registrados dentro de los organismos de seguridad del país.
319 de los 370 casos del informe se registraron en la policía de los estados federados mientras que los otros se detectaron en la policía federal, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el Departamento Federal de lo Criminal (BKA), la Aduana y el Servicio Federal de Inteligencia (BND). En la mayoría de los casos se abrieron procesos disciplinarios o penales, pero un 20% de los mismos acabaron archivados.
El ministro de Interior, Horst Seehofer ha resaltado que si se tiene en cuenta el alto número de personas que trabajan en los organismos de seguridad, las cifras son bajas pero que “cada caso es una vergüenza”. Es el primer informe que se realiza de este tipo y ha sido elaborado con la colaboración de los organismos de seguridad de todos los estados federados.
A menudo, los casos implican a empleados de las fuerzas de seguridad que compartían símbolos o imágenes consideradas anticonstitucionales, como esvásticas. Sólo en unos pocos casos los agentes en cuestión tuvieron contacto con conocidos extremistas de derecha o grupos organizados, o habían participado en actos de extrema derecha, recoge The Guardian.
“Tenemos que ver que es un escaso número de casos. Lo que quiere decir que el 99% de los funcionarios se mueven en el marco de la Constitución. No tenemos un problema estructural, pero cada caso es una vergüenza porque afecta a todos los que trabajan en los organismos de seguridad”, ha dicho.
El presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Thomas Haldenwang, ha declarado que aunque los casos que se han presentado no pueden considerarse como aislados, han sido reportados también por los mismos organismos de seguridad, lo que muestra que no se trata de un problema estructural.
Sin embargo, el informe, de 98 páginas, advierte de que “aunque las cifras son bajas si se tiene el cuenta el número de personas que trabajan en los organismos de seguridad, hay que contar con casos que no se han descubierto”.
El documento subraya que cuando personas que han recibido formación en el uso de armas se convierten en extremistas “surge un alto peligro para el Estado y para la sociedad” y que cada caso amenaza con socavar la confianza en el Estado y los organismos estatales.
Desde que se completó la recopilación de datos a fines de marzo, han salido a la luz más de 125 nuevos incidentes en todo el país. En Renania del Norte de Westfalia (este del país), por ejemplo, se descubrió un grupo de una veintena de policías que formaban parte de un chat en el que intercambiaban mensajes extremistas. También en Berlín y en dos estados del este del país, Turingia y Sajonia, han aparecido nuevos casos en los últimos días.
Este informe se produce después de una serie de revelaciones recientes que han desvelado grupos de chat racistas y otras actividades dentro de las autoridades de seguridad, que involucran principalmente a la policía. La investigación fue encargada después de varios incidentes violentos que sucedieron en Alemania el año pasado, incluido un ataque contra una sinagoga y una tienda de kebab en la ciudad de Halle por un hombre con opiniones antisemitas y el disparo mortal a un político que estaba a favor de la inmigración por un hombre de extrema derecha.
El ministro de Interior ha apelado a los miembros de los organismos de seguridad a denunciar los casos que detecten en sus filas. “Estén ustedes atentos. Defiendan activamente nuestra Constitución. La complicidad pasiva tampoco es permisible”, ha dicho.
A este informe le seguirán otros dedicados a todo el servicio público, informa EFE, aunque Seehofer ha reiterado su rechazo a encargar un estudio independiente sobre tendencias racistas dentro de la policía porque no quiere someter a todos sus miembros a una sospecha generalizada y porque considera que “el racismo es un tema universal que afecta a toda la sociedad”.
Dentro del Partido Socialdemócrata (SPD), socio minoritario de la gran coalición de Gobierno, así como dentro de La Izquierda y Los Verdes ha habido críticas a Seehofer por su rechazo a encargar un estudio sobre el racismo en la policía.
Los activistas contra el racismo han despreciado el análisis del ministro porque se han revelado 1.064 casos relacionados con la ultraderecha entre el personal militar del país, según datos recopilados por separado por el servicio secreto militar MAD. De los 1.064, 550 están siendo perseguidos activamente.