Las amistades peligrosas de la extrema derecha francesa con Putin

Amado Herrero

París —
4 de marzo de 2022 22:39 h

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En solo unas horas el clima político en Francia cambió radicalmente. La invasión de Ucrania sacudió la campaña electoral y trastocó la agenda de todos los aspirantes al Elíseo. Empezando por el actual presidente, Emmanuel Macron, que debía anunciar su candidatura en un mitin en Marsella el fin de semana pasado pero que finalmente lo ha hecho este viernes mediante una carta a los franceses publicada en la prensa regional.

Si Macron ha multiplicado las reuniones diplomáticas para tratar de obtener un alto el fuego en Ucrania, algunos de sus principales rivales han pasado la última semana dando explicaciones sobre años de declaraciones favorables a Vladímir Putin, especialmente Éric Zemmour y Marine Le Pen. La agresión rusa también se ha convertido en un tema incómodo para Jean-Luc Mélenchon, candidato del partido de izquierda Francia Insumisa, al que se acusa de cierta complacencia con Moscú.

La Agrupación Nacional (RN) de Le Pen es el partido que más abiertamente había asumido una postura favorable al presidente ruso. En marzo de 2017, durante una visita a Putin en Moscú, Le Pen declaró tener “un punto de vista sobre Ucrania que coincide con el de Rusia”. Esta semana la candidata aclaró que se trata de un viaje que no repetiría “actualmente” y que “el Vladímir Putin de hace cinco años no es exactamente el de hoy”.

Además, su partido ha retirado un folleto electoral –del que se habían impreso 1,2 millones de ejemplares– que incluía una foto de Le Pen dando la mano a Putin durante el citado viaje, según revelaba este martes el diario Libération. Por otro lado, la Agrupación Nacional (heredera del Frente Nacional) continúa pagando un préstamo de nueve millones de euros de un banco checo-ruso que data de 2015, negociado durante una primera visita a Moscú.

Éric Zemmour, por su parte, afirmó en 2018 soñar con “un Putin francés”, alguien que “se ponga a la cabeza de un antiguo imperio y que intente enderezarlo”. En septiembre de 2020, aún le veía como “el aliado más fiable; más que Estados Unidos, Alemania o Reino Unido” y profesaba por el líder ruso una admiración personal por ser el “baluarte” contra el “imperialismo” y “la última resistencia al huracán políticamente correcto que, partiendo de América, está destruyendo todas las estructuras tradicionales, la familia, la religión, la patria”. 

Críticas a la OTAN

Aunque los candidatos de extrema derecha han condenado la invasión, ambos han utilizado la crisis para atacar a la OTAN, una organización de cuyo mando integrado proponen sacar a Francia (el expresidente Sarkozy reintrodujo al país en el núcleo duro de la Alianza en 2009, después de cuatro décadas de ausencia). Le Pen sostiene que “Estados Unidos quiere meter a Ucrania en la OTAN, por eso estamos creando un conflicto que no tiene por qué existir”. Zemmour acusa también a Occidente de haber agravado la situación “con la expansión ininterrumpida de la OTAN durante años” y reclama un compromiso para que Ucrania no entre “nunca” en la Alianza Atlántica. “Así, el señor Putin estará tranquilo”.

Los dos candidatos intentan explicar además por qué pronosticaron que la invasión no tendría lugar en las semanas anteriores a que ocurriera. “Soy escéptico”, declaraba Zemmour al respecto en la emisora de radio Europe 1 hace unas semanas, “creo que hay mucha propaganda, mucha agitación por parte de los servicios estadounidenses para histerizar este asunto”. En la misma línea Le Pen afirmaba “no ver qué podrían hacer los rusos en Ucrania”. Errores de cálculo que ahora atribuyen a haber escuchado a “los expertos”.

Un solo punto distingue a los dos políticos de extrema derecha: la acogida de los refugiados. Zemmour es el único candidato a las elecciones presidenciales que no está dispuesto a acoger a los refugiados procedentes de Ucrania que, según él, deben permanecer en Polonia para que “puedan volver a casa más fácilmente cuando la guerra haya terminado”. Le Pen, que en 2012 se oponía a la entrada de refugiados venidos de Siria, afirma ahora que “es necesario respetar la Convención de Ginebra” y acoger a los desplazados por la guerra en Ucrania “bajo la autoridad del Alto Comisionado para los Refugiados” de Naciones Unidas. 

Críticas a Mélenchon desde la izquierda

En la izquierda, Jean-Luc Mélenchon (primer candidato progresista en los sondeos) ha sido duramente criticado por sus rivales. Partidario de una postura “no alineada” y tradicionalmente hostil a la política internacional de Estados Unidos, el diputado de Francia Insumisa (LFI) también afirmó hasta el último momento que la invasión no se produciría.

La entrada de los tanques rusos en territorio ucraniano coincidió con un acto de campaña en La Reunión, un departamento francés en el Océano Índico. Como el resto de candidatos, condenó en un comunicado “la agresión rusa a Ucrania”. Sin embargo, es el único que se ha mostrado crítico con la respuesta europea. “Lamento que la Unión Europea haya decidido proporcionar armas de guerra”, afirmó el miércoles en el debate parlamentario en la Asamblea Nacional. “Esta decisión nos convertiría en cobeligerantes. Se está poniendo en marcha una espiral. ¿Con qué legitimidad? ¿Cuándo decidió esto nuestro Parlamento?”. Además se ha negado a calificar de dictador al presidente ruso, utilizando en su lugar el término “autócrata”.

Mélenchon asegura que es necesaria una nueva alianza y que la OTAN “es el bando de los vencidos” y acusa a los otros candidatos de izquierda de “tocar el violín de la Pax Americana”. “Quiero una Francia no alineada y altermundista”, afirmaba hace unas semanas en una entrevista con el diario Le Monde. “¿Por qué deberíamos asumir las disputas de los letones o estonios con Rusia, que duran desde hace mil años? ¿Por qué debemos garantizar las fronteras físicas de Ucrania?”.

Estas son posiciones muy criticadas por sus rivales. “Jean-Luc Mélenchon nunca pierde ocasión de ser indulgente con Putin”, denunció el candidato de Los Verdes Yannick Jadot. “Repite los argumentos de la propaganda rusa que dicen, básicamente, que Putin ha sido empujado por la OTAN a atacar militarmente a Ucrania”. En la misma línea, la alcaldesa de París y aspirante socialista al Elíseo, Anne Hidalgo, declaró observar “con preocupación a políticos en la extrema derecha y en la extrema izquierda que encuentran excusas para Vladímir Putin en cualquiera de las circunstancias”.

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