Un periodista que se infiltró en el equipo de Éric Zemmour para las elecciones presidenciales de Francia dice haber sido testigo de una cultura de racismo integrada en la vida cotidiana y de una campaña encubierta en Internet que incluye un “ejército en la sombra” en Facebook y reiteradas modificaciones de la página de Wikipedia del candidato de extrema derecha, la más vista en Francia.
El reportero Vincent Bresson tiene 27 años y dice haber pasado más de tres meses como miembro de confianza de 'Génération Z' (Generación Z), el nombre del grupo de jóvenes simpatizantes de Zemmour. Bresson afirma haber sido testigo de múltiples comentarios racistas tanto del equipo de voluntarios como por parte del personal más veterano.
“Oficialmente, si eres negro o de origen árabe, Zemmour cree en la 'asimilación': trabaja duro, adáptate a la 'cultura francesa' y podrás ser francés 'como los demás”, dice Bresson, que es periodista independiente y ha escrito para publicaciones como Le Monde. “En realidad, parece que algunos 'zemmouristas' siempre te van a ver como 'menos francés'. Y se supone que esas son las caras más moderadas y públicamente aceptables de la campaña; creo que esto plantea serias dudas sobre la promesa de que habrá el mismo trato para todos bajo una presidencia de Zemmour”.
Zemmour, un tertuliano que promueve la teoría de extrema derecha de la 'gran sustitución' –según la cual, los inmigrantes musulmanes están sustituyendo a la población de los países europeos–, niega ser racista pero tiene dos condenas por incitación al odio racial y ha presentado un recurso contra una tercera.
A menos de dos meses de la primera vuelta electoral, Zemmour se disputa el tercer puesto en los sondeos con Valérie Pécresse, candidata del partido de derecha Los Republicanos, por detrás de la líder de extrema derecha Marine Le Pen, del partido Agrupación Nacional, y del presidente Emmanuel Macron, que encabeza las encuestas. En una entrevista, Bresson ha explicado que decidió infiltrarse en la campaña de Zemmour porque “había al menos una posibilidad de que llegara a presidente”.
Episodios racistas
En su libro Au Coeur de Z (En el corazón de Z), publicado este jueves, Bresson cuenta cómo durante su primera noche con un grupo de jóvenes activistas pegando carteles el pasado mes de octubre “uno de ellos usó la palabra 'nègre' (término que tiene connotaciones peyorativas en francés) y nadie se inmutó”.
En otra ocasión, un voluntario bromeó sobre un conductor negro que repartía folletos de la campaña. “Si supiera lo que lleva”, dijo. A un poco común simpatizante de Zemmour de origen árabe, otro militante le dijo que nunca podría venderle su piso, “no con tu cara”.
Bresson también dice haber sido testigo de una conversación entre dos altos cargos del equipo de Zemmour que usaron el nombre de 'Mamadou' para referirse a los aparcacoches negros del recinto ferial de Villepinte, a las afueras de París, donde Zemmour celebró su primer mitin de campaña en diciembre. Mamadou es un nombre de pila del África francófona que en Francia se considera un insulto racista y se usa a veces para describir a trabajadores negros.
Bresson explica que Génération Z era el camino más fácil para entrar en la campaña de Zemmour, porque como “joven blanco, con estudios universitarios, llamado Vincent, un nombre de origen cristiano, y criado como católico, parecía un fichaje plausible”. Zemmour ha defendido que si sale elegido presidente prohibirá que las familias pongan nombres no franceses a sus hijos. Eso significaría que la gente ya no podría poner Mohamed a sus niños aunque “se les permitiría utilizarlo como segundo nombre”.
Una sofisticada campaña en Internet
A Bresson le sorprendió la velocidad con que se integró en el grupo, pasando de las expediciones nocturnas y matutinas a los equipos de militantes que rastrean las redes sociales en busca de amenazas potencialmente graves para la seguridad de Zemmour.
También pasó a formar parte de un grupo de 'élite' formado por las personas de confianza que duermen en la sede de campaña de Zemmour en la calle Jean Goujon, en el distrito 8 de París. Actúan como guardias de seguridad a cambio de un libro firmado, de una foto, o de un almuerzo con 'Z'.
“Me sorprendió la falta de seguridad”, dice Bresson. “Me cambié el apellido y me inventé un trabajo en relaciones públicas pero ni una sola vez me pidieron el carné de identidad. Pude haber rebuscado en la mesa de Zemmour en muchas ocasiones, por ejemplo, aunque nunca lo hice; soy periodista, no espía”.
Bresson también se unió a la sofisticada campaña encubierta de Zemmour en Internet, que su responsable de estrategia digital Samuel Lafont dirige a través de grupos de chat encriptados en la aplicación Telegram. “Esto no es para nada público, es encubierto”, dice. “No es una campaña política transparente”.
El libro describe un “ejército en la sombra” formado por cientos de voluntarios de Zemmour que recibe instrucciones para unirse a una enorme variedad de grupos de Facebook, que van desde los fans del difunto roquero francés Johnny Hallyday, pasando por seguidores de los clubes de fútbol de Lens y Lyon, hasta amantes de la pizza, antivacunas y movimientos radicales de protesta.
“Se les pide que hagan bulto, la mayor cantidad posible de ellos publicando contenidos a favor de Zemmour –artículos, vídeos, enlaces a la página web de sus seguidores– y preguntando a la gente qué piensa de él; inundando Facebook, comentando y reaccionando tanto y tan a menudo como puedan, aumentando constantemente la visibilidad de su candidato”, dice Bresson. “Pueden copiar y pegar material del principal sitio web de la campaña; pueden publicar exactamente el mismo contenido en 20 grupos distintos; el objetivo es crear la impresión de que hay un gran número de personas, un movimiento online gigantesco”.
El libro también explica cómo se recurre a voluntarios en las campañas masivas orquestadas por Lafont para garantizar que los hashtags a favor de Zemmour se conviertan en tendencia de Twitter atrayendo la cobertura mediática. Así ocurrió con el hashtag #STOPcensure (#Detenganlacensura), cuando la cuenta en Instagram del candidato fue brevemente suspendida en agosto.
'WikiZédia'
Otra división del equipo del candidato, conocida como la 'WikiZédia', se encarga de editar las entradas de Wikipedia relacionadas con Zemmour, en especial la página del ex tertuliano, que en 2021 fue vista 5,2 millones de veces, lo que la convierte en la página más consultada de la enciclopedia online en Francia.
En un documento sobre la estrategia en Internet al que tuvo acceso Bresson, se dice que los miembros de WikiZédia deben hacer que Zemmour sea “lo más visible posible en Wikipedia”, enlazando a su página de Wikipedia, citando sus opiniones sobre todos los temas que sea posible, así como enumerando sus apariciones en televisión.
Según Bresson, un militante también se dedicaba al revisionismo en Internet para apoyar la afirmación de Zemmour, refutada por los historiadores, de que el régimen colaboracionista de Vichy intentó ayudar a los judíos franceses durante la Segunda Guerra Mundial, en lugar de mandarlos a los campos de exterminio. El militante es un respetado colaborador de Wikipedia. En la página de Zemmour, insertó fotos de Philippe Pétain, líder del régimen de Vichy, y del primer ministro Pierre Laval, con el comentario de que su “responsabilidad por la Shoá en Francia es objeto de debate”.
En su libro, Bresson cita a Jules, un destacado administrador de la Wikipedia en francés, diciendo que las acciones de 'WikiZédia' “no tenían precedentes” para un partido político en Francia y atentaban contra los principios fundamentales de objetividad y neutralidad del sitio web.
Lafont ha confirmado que ha habido intentos de “mejorar” las páginas de Zemmour, que según él estaban “sesgadas (...) por los cambios hechos por la izquierda”. Ha insistido en que ese es el “juego de Wikipedia”. “Es una enciclopedia participativa, es normal que todo el mundo participe”. Lo que no ha comentado es la acusación de que un colaborador de alto rango de Wikipedia es militante de Zemmour.
“Infiltrarse para más transparencia”
El libro Au Coeur du Z ha tardado seis meses en pasar de la idea a la publicación. Ha sido publicado por Éditions Goutte d'Or, responsable de otros reportajes de periodismo encubierto que también han sido noticia. Hasta finales de la semana pasada, el manuscrito estaba en manos de uno de los principales abogados de los medios de comunicación galos.
Según Geoffrey Le Guilcher, uno de los editores del libro, existe la posibilidad de que alguien emprenda acciones legales contra el libro sobre Zemmour. Pero la empresa cree que en las 300 páginas escritas por Bresson no hay “absolutamente nada falso o no verificado”.
“Se trata de infiltrarse para conseguir más transparencia”, dice. “Éric Zemmour es el único candidato presidencial condenado por discurso de odio racista; la actividad en Internet de su campaña es, como mínimo, amoral; el interés público es muy claro”.
Traducido por Francisco de Zárate.