La oficina antifraude de la UE niega estar investigando a Podemos por el mal uso de fondos
La Olaf, la oficina antifraude dependiente de la Comisión Europea que persigue cualquier tipo de corruptela o fraude dentro de las instituciones europeas, no tiene ninguna investigación abierta contra Podemos por mal uso de fondos comunitarios. Tampoco ha ampliado pesquisas acerca de una supuesta financiación irregular de esta formación ni sospecha de la contratación anormal de asesores para el partido, como han publicado algunos medios en los últimos días. Así lo confirman fuentes de la oficina antifraude de la UE a eldiario.es.
La Olaf, según apuntan portavoces de esta institución, habría recibido únicamente información relativa a un posible mal uso de fondos por parte de Podemos. “Y la oficina está obligada a estudiar todo tipo de información o documentación porque es su labor: la Olaf solo actúa si es informada por terceros, sean éstos personas, instituciones o estados miembros”, agregan estas fuentes vía mail y por teléfono. “En el caso que usted pregunta de Podemos, es importante destacar que el análisis de esta documentación no significa que haya delito alguno”.
El pasado 9 de abril, El Confidencial se hizo eco de la “sospecha” que la oficina antifraude de la UE albergaría hacia Podemos, y de si la organización hubiera contratado asesores con dinero comunitario con el que habrían realizado labores para el propio partido, es decir, ajenas a la actividad europarlamentaria.
La oficina se puso de actualidad de marzo, cuando reveló que había emprendido una investigación contra la formación ultraderechista francesa Frente Nacional por presuntos pagos irregulares a sus asistentes en Bruselas. La noticia de El Confidencial apunta a un caso similar. “La OLAF sospecha que varios de los 29 miembros liberados de Podemos en España, a cargo de los fondos europeos, podrían haber realizado labores que no estaban relacionadas con la actividad parlamentaria. Conjeturas que serían más evidentes en el caso de los asesores de prensa y los responsables de redes sociales”.
En realidad, los asesores de los cinco representantes de Podemos en la Eurocámara –de acuerdo con los datos que aparecen en la web de la institución- son siete, en espera de asignarse los que corresponderían a Miguel Urbán y Estefanía Torres, que han sustituido recientemente a Teresa Rodríguez y Pablo Echenique, respectivamente. Este medio trató de ponerse en contacto sin éxito el viernes por la tarde con responsables de prensa de Podemos.
La noticia reconoce no obstante que “desde la formación señalan que en ningún caso se incumplieron estas condiciones, alegando que varios de los asesores locales incluso se desplazaban periódicamente a Bruselas o Estrasburgo para dar soporte in situ a los eurodiputados”.
Cada eurodiputado (de un total de 750) puede gastar cerca de 21.000 euros mensuales en salarios de asistentes, impuestos, cotizaciones sociales y otros servicios. Actualmente la Olaf investiga al Frente Nacional francés por un posible fraude de 7,5 millones de euros a repartir entre 29 de los asistentes de sus 23 eurodiputados. Las diligencias apuntan al pago de salarios a asistentes que realizarían únicamente su trabajo en Francia, sin ninguna relación con la actividad de la Eurocámara.
En un reportaje anterior de El Confidencial sobre los resultados de la oficina antifraude en los últimos años, una portavoz parlamentaria indicaba que las investigaciones en torno a la relación laboral de los europarlamentarios con sus asesores no son muy comunes: “Aunque cada cierto tiempo ocurren casos similares, es la primera vez que es obvio que se ha hecho a gran escala y de manera sistemática”. Este medio ha contactado varias veces con asistentes de los cinco eurodiputados de Podemos. Todas ellas en Bruselas dentro de la Eurocámara.
Desde la Olaf se precisa que “se analizará la información recibida –de la que no revela ningún detalle- de acuerdo con los procedimientos normales”. “Nuestros expertos especializados tratarán de ver, primero, si el asunto nos compete”, explican; “también si existieran indicios suficientes de fraude o corrupción, y finalmente si todo lo anterior entrara dentro de nuestras prioridades para iniciar pesquisas”.
La oficina antifraude europea, que recuerda que inició las pesquisas contra el Frente Nacional a raíz de diversas publicaciones en unos pocos medios franceses, asegura que la procedencia de la denuncia es anónima y que solo tras un análisis severo se adoptarían medidas, si fuera oportuno.