“Todo el pueblo está en contra. Son las elecciones de la vergüenza. Hace falta que votemos, pero con transparencia, no con la mafia. No, no, y no. Las rechazamos”, grita un grupo de argelinas ancianas en la calle principal de Argel durante la manifestación de este miércoles. Miles de ciudadanos marchan por las calles de Argel desde el martes con la manifestación de los estudiantes, a la que se unieron en esta ocasión familias, activistas e islamistas, o la del miércoles de víspera electoral, en la que continuaron los eslóganes contra el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Gaid Salah, y la propia convocatoria electoral de este jueves 12 de diciembre.
De esta manera, en Argelia continua el pulso entre el poder y los manifestantes, que llama al boicot a los cinco candidatos, todos ellos relacionados con el expresidente Abdelaziz Bouteflika, que por primera vez en 20 años no es candidato tras su dimisión en abril precisamente tras una oleada de protestas al anunciarse que volvería a ser candidato a pesar de su precario estado de salud. Si ninguno de los candidatos obtiene mayoría absoluta, se celebrará una segunda vuelta.
El barrio histórico Belcourt ha vivido la última de las manifestaciones para conmemorar el 59 aniversario de la marcha histórica del 11 de diciembre de 1960, cuando los argelinos salieron a protestar contra el colonialismo francés. La policía nacional y decenas de agentes antidisturbios controlaron la marcha, cercando a los manifestantes y cortando las calles aledañas a la oficina de Correos y la plaza Audin, en el centro de la ciudad. Mientras, un helicóptero sobrevolaba el centro.
Las elecciones se celebran en un clima de represión y detenciones que se desarrolla desde el pasado verano. Amnistía Internacional denunció en un comunicado el 5 de diciembre que “las autoridades han intensificado su represión de las protestas antes de las elecciones presidenciales practicando detenciones arbitrarias en oleadas, disolviendo mediante la fuerza manifestaciones pacíficas contra las elecciones y procesando y encarcelando a decenas de activistas pacíficos en las últimas semanas”.
Los cinco candidatos están relacionados con Bouteflika
“Por primera vez en unas elecciones presidenciales se desconoce cuál será el resultado”, asegura una periodista de un medio nacional a eldiario.es durante la cobertura del día. Los cinco candidatos de los 23 presentados fueron validados por una institución creada especialmente para estos comicios, la Autoridad Nacional Independiente de las Elecciones (ANIE), a petición del movimiento popular Hirak. Este organismo además supervisará las elecciones, que no contarán con observadores internacionales.
Todos los candidatos tienen o han tenido alguna relación con el expresidente Abdelaziz Bouteflika. Azzedine Mihoubi, el preferido por los jóvenes disidentes, es periodista, poeta, escritor, pero en los años 60 también fue político.
Ali Benflis (75 años), antiguo primer ministro entre 2000 y 2003 y exministro de Justicia, obtuvo pocos votos en las candidaturas de 2004 y 2014. Abdelmadjid Tebboune (73 años) fue ministro de Comunicación y Cultura en 1999 y en 2015. Posteriormente fue también ministro de Vivienda y de Comercio hasta que en 2017 llegó a ser primer ministro. Además ocupó varias direcciones generales en la radio argelina, en la Biblioteca Nacional y en el Sindicato de Escritores.
Abdelaziz Belaïd (56 años) es médico y licenciado en Derecho, de joven militó en asociaciones de estudiantes que apoyaban a Bouteflika y con solo 23 años llegó a ser diputado de su partido, el Frente de Liberación Nacional (FLN).
Abdelkader Bengrina (57 años) fue integrante del principal partido islamista, además de ministro de Turismo en 1997 y diputado de 2002 a 2007. También formó parte del Consejo Nacional de Transición en 1994.
Durante la campaña electoral, por primera vez se celebró un debate político en televisión, aunque contestaron preguntas sin debatir entre ellos. Por otro lado, los ciudadanos conocen el censo electoral, lo que supone otra novedad tras la era del régimen de Abdelaziz Bouteflika.
Si en esta jornada, que se espera con poca participación, ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de los votos, se organizará una segunda vuelta antes de un mes con los dos más votados.
La llamada a las urnas coincide con duras condenas de prisión a dos exprimeros ministros del expresidente Abdelaziz Bouteflika: Ahmed Ouyahia, que gobernó durante 15 años, y Abdelmalek Sellal, durante 12 años. En el mismo caso, el tribunal ha dictado condenas de dos a siete años de prisión para ocho empresarios y el hijo del exprimer ministro Sellal. “Gracias a estos hombres de negocios, millones de familias tienen y siguen teniendo trabajo. La cantidad de dinero que el tribunal ha mencionado no es la cantidad que han robado, si no los beneficios de las inversiones que han hecho”, aclaraba el portavoz de los abogados del proceso a la salida del Tribunal M’Hamed de Argel para intentar calmar a los ciudadanos.
El juicio se desarrolló en solo tres días y los condenados ya han recurrido la sentencia. El proceso se revisará en dos meses como máximo en el tribunal de casación.