Bogdan mira hacia arriba desde los alrededores de una boca del metro de Járkov. Su casa se encuentra en uno de los edificios atacados por Rusia este domingo en el centro de la ciudad, cuando varios proyectiles han impactado alrededor de las 14 horas (hora local). El ataque, que ha afectado a áreas residenciales sin objetivos militares próximos, ha dejado cinco muertos y 20 heridos, según las autoridades locales.
“Estaba en casa viendo la televisión”, dice señalando hacia su residencia. “El sonido ha sido horroroso. Todo ha temblado. No tengo miedo, pero todo ha temblado”, repite el hombre, de cerca 70 años. Su vivienda, cuenta, no ha sido afectada. “Yo no iba a bajar, pensé en seguir en casa, pero me empezó a llamar mi mujer y me decía que no me quedase allí”, cuenta, mientras los bomberos trabajaban en el área residencial. Varios cascotes atraviesan la carretera, inundada de cristales hechos añicos.
Su mujer vive desde el inicio de la guerra en el interior del metro, pero Bogdan se niega a abandonar su casa. A pesar del ataque, el hombre asegura que esta noche pretende dormir en su vivienda. “Si está en pie, ¿por qué me voy a ir?”
Aunque la ciudad oriental, la segunda mayor de Ucrania, es una de las más atacadas por las tropas rusas desde el inicio de la invasión, el centro no suele ser el principal foco de los proyectiles del Kremlin, que se están enseñando especialmente con la zona norte de esa región.
A resguardo, bajo tierra, en la céntrica parada de metro de Pushkinska, dos mujeres se dirigen a dar un paseo con sus perros. Angelina estaba en los andenes del suburbano, donde vive refugiada de los bombardeos rusos desde hace semanas. “Todo ha temblado... Me he preocupado mucho por mi madre, estaba fuera y temía que le hubiese pasado algo. La he llamado corriendo”.
Su madre también vive con ella en el metro, pero había ido a casa a darse una ducha. Su vivienda se encuentra también en el centro de la ciudad. “Estaba en un taxi cuando lo escuché, porque ya estaba volviendo. Me dio mucho miedo”, cuenta. “Sigo muy tensa. He pasado muchos nervios”, añade, mientras estira su mano para mostrar un ligero temblor.
“Hay muertos todos los días”
El gobernador de la región de Járkov ha condenado el ataque de este domingo en la ciudad por parte del Ejército ruso. “(El ataque) demuestra una vez más la debilidad y desesperación del ejército enemigo”, ha expresado Oleg Vasilievich Siniegubov en su perfil de Telegram.
Siniegubov ha valorado las “operaciones exitosas” que están haciendo los ucranianos para alejar a los rusos: “Todos los intentos del enemigo de capturar Járkov fueron y serán en vano y solo conducirán a pérdidas aún mayores entre los ocupantes”. El gobernador ha solicitado a los ciudadanos “a estar atentos y cuidadosos”, así como a “no ignorar las alarmas, ni permanecer en las calles innecesariamente”: “Hay muertos todos los días. Cuidémonos entre todos”.
Dos ataques en 24 horas
El de este domingo es el segundo ataque a la ciudad en poco más de 24 horas, después de que el sábado varios misiles rusos de tipo Caliber estallaran en diferentes puntos. Los impactos dejaron al menos dos muertos y dieciocho heridos, según la información de la Fiscalía General de la región. El ataque dañó y destruyó casas residenciales, coches, mercados y tiendas, dice la Fiscalía.
En una de esas explosiones, resultaron heridos cuatro miembros del equipo de la ONG del chef José Andrés World Central Kitchen, que realizaban en el lugar tareas de ayuda humanitaria. La organización aportó imágenes de la destrucción causada por los misiles de las fuerzas rusas y ha anunciado que va a continuar su labor.