La medianoche del 30 de noviembre de 2021 supone el último paso que Barbados necesitaba para renunciar por completo a la reina de Inglaterra como jefa de Estado y coronarse como república. Sigue así los pasos de países como Mauricio (1992), Trinidad y Tobago (1976), Dominica (1978) o Guyana (1970). Este pequeño territorio caribeño de cerca de 280.000 habitantes se despide de Isabel II para “dejar totalmente atrás” el pasado colonial de la isla, según su primera ministra, Mia Mottley, en la noche en la que se cumplen 55 años desde su independencia.
Barbados eligió en la medianoche del 30 de noviembre de 1966 ser una monarquía parlamentaria, manteniendo a Isabel II como jefa de Estado del lugar. El país permaneció como miembro de la Commonwealth (Comunidad de Naciones) hasta este lunes, cuando tras 396 años de liderazgo inglés ha querido romper definitivamente con los lazos que le vinculaban al Imperio Británico el mismo día en el que consiguieron independizarse.
La isla caribeña cuenta con una población mayoritariamente de origen africano, debido a que el territorio se encontraba prácticamente deshabitado cuando llegaron los ingleses en el año 1625 y, ante la capacidad de explotación que este tenía, especialmente en la industria del azúcar, se trasladaron alrededor de 600.000 esclavos de África para servir de mano de obra. Ahora, el auge del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) ha impulsado las reivindicaciones de diversos sectores de Barbados en contra del poder que aún posee la monarquía británica en el lugar, especialmente teniendo en cuenta la estrecha relación que esta tuvo con la esclavitud.
El príncipe Carlos de Inglaterra ha asistido en la noche del lunes a Barbados, con el objetivo de simbolizar que las relaciones entre Reino Unido y la isla continuarán siendo positivas, dados los intereses de ambas naciones en perpetuar el flujo de turismo británico en el territorio caribeño. Sin embargo, la presencia del príncipe de Gales no ha sido bien recibida por todos, ya que Carlos ha manifestado anteriormente su rechazo al sistema esclavista que imperó en el lugar pero nunca se ha pronunciado acerca de cómo la monarquía británica se lucró de él. David Denny, secretario general del Movimiento Caribeño por la Paz y la Integración, es uno de los principales impulsores de las protestas previstas en la isla ante la llegada del príncipe de Gales: “No es solamente dinero lo que reclamamos. Exigimos disculpas y ayudas concretas, porque la reparación es necesaria para transformar nuestra sociedad”, ha asegurado Denny al medio británico The Guardian.
La abogada, jueza y hasta ahora gobernadora general de Barbados, Sandra Mason, será declarada en la noche del lunes como la primera presidenta del país, después de que dos tercios de los parlamentarios de las Cámaras alta y baja del país la eligieran el pasado octubre. En el evento la reina Isabel II, que no estará presente, dejará de ser la jefa de Estado del lugar. Esta iniciativa que ha logrado llevarse a cabo en Barbados siembra la duda de si creará un precedente en otros países que se encuentran en una situación similar, ya que Jamaica ha insinuado anteriormente sus deseos de seguir estos pasos.
Desde que Barbados anunció hace un año que iba a convertirse en una república, no han dejado de llover críticas a la primera ministra Mia Mottley, porque esto conllevaba realizar cambios constitucionales. Sin embargo, Mottley aseguró hace un año, cuando comunicó la decisión, que el proceso era fruto de un pensamiento que llevaba presente en el país desde 1966, con el padre de la independencia de Barbados, Errol Walton Barrow, quien comenzó a poner de manifiesto el deseo que existía dentro de Barbados de desligarse totalmente de Reino Unido.
El evento de la noche del lunes se transmitirá a través de Internet y contará con un aforo extremadamente limitado debido a las medidas restrictivas por la COVID-19. A pesar de estas limitaciones, estará presente la cantante Rihanna, una de las personalidades barbadenses más conocidas internacionalmente.