Un barco de propiedad rusa que acabó siendo abandonado tras no ser apto para navegar llevó hasta Beirut el nitrato de amonio que, dicen las autoridades libanesas, causó este martes la devastadora explosión, según han informado medios internacionales como Al Jazeera o The Times.
Las 2.750 toneladas de este producto químico utilizado para fertilizantes llegaron en un buque de carga ruso con bandera de Moldavia llamado 'Rhosus' en 2013 y se trasladaron a un almacén en el área portuaria de la capital libanesa. En concreto, The Times cita que la nave era propiedad de Igor Grechushkin, un hombre de negocios ruso que reside en Chipre, “un paraíso mediterráneo para las empresas rusas que buscan bajos impuestos y una regulación ligera”.
La embarcación se dirigía de Georgia a Mozambique, pero se vio obligada a atracar en Beirut tras sufrir problemas técnicos, de acuerdo con los abogados que brindaron asistencia legal a la tripulación. Sin embargo, según informa Al Jazeera, las autoridades libanesas prohibieron que el buque siguiera navegando y los propietarios terminaron abandonándolo.
Cuatro tripulantes quedaron atrapados a bordo debido a las restricciones de inmigración que les impedían desembarcar. Dos miembros del bufete Baroudi & Associates, con sede en Beirut, explican en un informe sobre el caso de 2015 que finalmente lograron obtener el permiso de un juez para que los marineros regresaran a casa tras alegar “el peligro inminente que enfrentaba la tripulación dada la naturaleza peligrosa de la carga aún almacenada en las bodegas del barco”.
“Debido a los riesgos asociados” a la retención del nitrato de amonio a bordo del buque, las autoridades portuarias descargaron el material, relatan los abogados. Fue colocada en el Hangar 12 del puerto, una gran estructura gris, como describe Al Jazeera.
Una alerta ignorada
Según el canal árabe, que ha analizado archivos públicos y documentos publicados online, las autoridades de la aduana libanesa alertaron en varias ocasiones del peligro que suponía mantener el cargamento en el puerto y pidieron soluciones sin éxito. De acuerdo con su información, meses más tarde de la llegada del barco a Beirut, el 27 de junio de 2014, el entonces director de la aduana envió una carta a un juez reclamando una solución para la carga. Desde la aduana se enviaron al menos cinco misivas más durante los tres años posteriores para pedir indicaciones. Como recoge Al Jazeera, propusieron tres opciones: exportar el nitrato de amonio, entregarlo al ejército libanés o venderlo a la Lebanese Explosives Company, una empresa privada.
En 2016, una carta señalaba que no había habido “ninguna respuesta” de los jueces a las solicitudes anteriores. “En vista del grave peligro que supone mantener estas mercancías en el hangar en condiciones climáticas inadecuadas, reafirmamos nuestra petición de que se pida a la agencia marítima que reexporte inmediatamente estas mercancías para preservar la seguridad del puerto y de los que trabajan en él, o que estudie la posibilidad de aceptar la venta de esta cantidad” a la compañía libanesa de explosivos. Pero no hubo respuesta. En octubre de 2017, el nuevo director de la aduana volvió a escribir al poder judicial para pedir una decisión sobre ese material “peligroso”.
Este miércoles, una fuente oficial ha calificado lo ocurrido en declaraciones a Reuters como una “negligencia” y asegura que el almacenamiento seguro del material se había planteado ante varios comités y jueces y “no se hizo nada” para ordenar que fuera retirado o eliminado.
Horas después de la enorme explosión que dejó más de un centenar de fallecidos y miles de heridos, el primer ministro libanés, Hasan Diab, aseguró que los responsables van a “pagar el precio”, ya que “esta catástrofe no pasará sin responsabilidades”. “Los hechos sobre este peligroso depósito que ha estado allí desde 2014 serán anunciados y no me adelantaré a las investigaciones”, aseguró.
Según el jefe de Estado libanés, Michel Aoun, el primer ministro ha asegurado que no descansará hasta encontrar al responsable y “aplicarle el castigo máximo porque no es aceptable que un cargo de nitrato de amonio que pesa 2.750 toneladas esté desde hace seis años en un almacén sin tomarse las medidas preventivas, exponiendo la seguridad de los ciudadanos”.
Este miércoles, el Gobierno libanés ha anunciado el arresto domiciliario de los funcionarios portuarios encargados del almacenamiento y la supervisión del nitrato de amonio. La ministra de Información libanesa, Manal Abdelsamad, ha indicado en rueda de prensa tras una reunión extraordinaria del Gabinete, que las “autoridades competentes” se encargarán de tomar todas las medidas legales para aplicar el arresto domiciliario y vigilar a los responsables. El Ministro del Interior, Mohammad Fahmi, ha reiterado que las investigaciones sobre la explosión serán “transparentes” y durarán cinco días, explica la cadena libanesa LBC.